En la escena de Master System hay un nombre clave por encima de casi cualquier otro: Omar Cornut. Este desarrollador francés no sólo tiene una de las mayores colecciones de dichas plataformas, en todas sus versiones, sino que ha realizado varias obras para su conservación y estudio, como la web Smspower.org, donde personalmente realiza volcados de los juegos que pasan por sus manos, incluyendo verdaderas rarezas, o el emulador Meka, una verdadera joya tecnológica que por desgracia hace tiempo que no actualiza, pero que sigue siendo una maravilla para aquellos que quieren sacar el máximo jugo a los juegos de esta máquina.
De hecho, este Meka (nombre que procede del primer gran enemigo de este juego, que a la postre es el último enemigo de Wonder Boy in Monster Land) es, prácticamente, una base sobre la que se crea Wonder Boy: The Dragon's Trap, un juego que reinterpreta el título original, pero que le añade una capa gráfica y sonora de una belleza inmensa, además de algunos detalles extra realmente interesantes.
El primer Wonder Boy III: The Dragon's Trap, conocido en Japón como Monster World II (el primer Monster World es Wonder Boy in Monster Land), se lanzó originalmente en Europa y Estados Unidos en 1989, porque Master System se había dejado de producir en Japón para entonces. No fue hasta 1991 cuando los nipones pudieron disfrutar de una versión de este juego, primero para PC Engine, bajo el nombre de Adventure Island (no confundir con el otro Adventure Island, similar al primer Wonder Boy), y finalmente y ya con el nombre correcto para Game Gear.
Omar Cornut y Ben Fiquet, los padres de esta versión, además de la gente de DotEmu dirigida por Cyrille Imbert, se les nota que son aficionados a esta saga. Concretamente a Omar se le nota muchísimo, porque cuando cierras el Meka te da las noches como en el juego "good night Wonder Boy, good night Monster Land". Es ésta una obra que resulta, por así decirlo, su sueño de la infancia, su espina clavada, el proyecto que necesitaba hacer para poder seguir avanzando como desarrollador (no obstante ha trabajado en proyectos como Soul Bubbles y varios juegos de QGames y Media Molecule). De hecho, hablar con él es nadar en la incoherencia de quien dice que le tiene muchas ganas al Dreams de sus antiguos compañeros de Media Molecule, y que desdeña los juegos de contenido retro, pero por otro lado realiza una mejora de su juego favorito de la infancia.
Al probar el juego notamos el cariño por el detalle en cada pixel, en cada nota. Ya desde el inicio podemos cambiar en tiempo real tanto los gráficos como la música entre los nuevos y los originales, y esta opción resalta el brutal trabajo de Ben Fiquet en la adaptación de los gráficos. Desde las pantallas creadas al inicio para la ocasión, como la introducción, donde podemos ver que no se parece en nada al original, realizado con muchos menos recursos técnicos, pero que a la vez respeta el motivo de esta introducción, donde nos acercamos a los dominios del Dragón Meka (una castillo con elementos de nave espacial, nada menos) para derrotarle inmisericordemente, dando comienzo a la trampa que nos lanza dicho dragón.
El juego cuenta con todos los secretos del original, que para quien no esté demasiado puesto, es un verdadero ejemplo de cómo realizar un buen juego a finales de los 80. Con sus cinco transformaciones, su extenso mapeado, sus puertas secretas, sus carismáticos enemigos e incluso amigos, y además el equipo de Omar y compañía ha incluido la posibilidad de usar los passwords de entonces, con lo que si tuvisteis el juego original y queréis continuarlo donde os quedasteis, siempre existe esa posibilidad.
Visualmente el juego es una verdadera barbaridad. De hecho, realmente la base jugable es la misma, como se puede ver cambiando entre modos retro y actual, pero el aspecto gráfico está entre los juegos en dos dimensiones más bellos jamás creados, con una cantidad de animaciones muy generosa, muchos planos de scroll, muchísimos detalles en los fondos, y en definitiva, un trabajo enorme a este respecto. De hecho, se han añadido otros detalles como el mencionado anteriormente en el inicio del juego, con gráficos especialmente creados para las tiendas o en las conversaciones, presentando ahora unas formas totalmente distintas del original.
Peor aunque este es el cambio más notable, en el fondo hay varios pequeños cambios a la hora de adaptar la jugabilidad a los tiempos que corren. Por ejemplo, uno de los jefes finales ahora es un poco más fácil (de hecho, han añadido dos modos más de dificultad), al usar el ratón por los bloques de puntos a los cuales se agarra, las normas físicas son un poco distintas, además de tener un bonito efecto de desplazamiento. Curiosamente no han tocado uno de los aspectos más controvertidos, el alcance del arma del ratón, pero sinceramente y tras haberlo jugado, no hemos notado que este cambio deba hacerse de manera necesaria, porque se maneja bastante bien sabiendo las limitaciones del personaje.
En cuanto al sonido, las mejoras vienen por la reinterpretación de la banda sonora de Shinichi Sakamoto, una leyenda en la música de videojuegos de la época de 8 y 16 bits, en forma de una adaptación orquestada con una buena cantidad de músicos que se puede cambiar en todo momento para oir las encantadoras partituras originales. Otro cambio notable es el de los efectos de sonido, y por ejemplo, el efecto de espadazo suena espectacularmente bien, con una potencia muy conseguida y una sensación de sajar muy realista.
Wonder Boy: The Dragon's Trap es un verdadero homenaje al original, una adaptación maravillosa de un juego fantástico que por desgracia no ha tenido tanta prensa como los clásicos que vienen de su competencia de 8 bits, y que por fin alguien pone algo de justicia con este trabajo. Eso sí, no esperéis casi ninguna novedad más allá de las estéticas o sonoras, porque para contenido extra en la saga aún tendremos que esperar a que aparezca, cuando tenga que ser, Monster Boy and the Cursed Kingdom. Es, en definitiva, un buen año para ser aficionado de esta saga. Wonder Boy: The Dragon's Trap se pondrá a la venta el 18 de abril en PS4, Xbox One y Switch, y un poco más tarde llegará también a PC.
Estas impresiones se han escrito tras probar el juego durante la Game Developers Conference en su versión de Xbox One.