No sabemos si este año recibiremos un nuevo juego de Naruto, pero lo que está claro es que este 2017 no nos vamos a quedar sin nuestra ración anual de ninjas de Konoha, aunque sea en forma de contenido descargable para el más que notable Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4, que es justo lo que nos ocupa hoy en este artículo.
De este modo, Bandai Namco nos trae Road to Boruto, una pequeña expansión que funciona a modo de epílogo del juego principal para contarnos la historia de Boruto: The Movie e introducir nuevos personajes provenientes de la misma.
¿El resultado? Tan entretenido como corto y caro.
Resumiendo de forma rápida, al comprar esta expansión obtendremos un nuevo capítulo de historia, siete personajes, una nueva apariencia para Gaara, tres nuevos escenarios y nuevas técnicas secretas de equipo. Los problemas empiezan en el mismo momento en el que nos fijamos en quiénes son las nuevas incorporaciones: Mecha Naruto, dos nuevas versiones distintas de Boruto (con técnicas que hacen uso de una tecnología ninja especial y otra sin ellas), una nueva versión de Sarada (la de la película), Mitsuki y Naruto y Sasuke en sus versiones de la película.
Probablemente con solo haberlos listado ya habréis visto los problemas de los que os hablamos: casi todos los nuevos luchadores son revisiones de personajes que ya teníamos, quedándose fuera y de forma completamente incomprensible algunos ninjas tan relevantes dentro del film como Momoshiki y Kinshiki, los dos villanos de la cinta. Es más, este hecho resulta todavía más indignante cuando jugando la campaña comprobamos que nos tenemos que enfrentar a ellos y que tienen sus combos y técnicas especiales prácticamente hechos.
Además, esto es algo que también ocurre con otros combatientes, aunque son menos importantes, y no hemos podido quitarnos de encima la constante sensación de estar ante una oportunidad perdida de haber incluido a personajes que podrían haber dado mucho juego y variedad a la plantilla. Al menos, los incluidos resultan interesantes de jugar y sus técnicas especiales son, como no podía ser de otro modo, un auténtico espectáculo.
En cuanto a la historia, esta se sitúa tras los hechos ocurridos en el juego principal, donde todo el protagonismo recae sobre Boruto, el hijo de Naruto, quien no se lleva especialmente bien con su padre por la falta de atención que tiene de este debido a su trabajo como Hokage. De este modo, reviviremos los hechos de la película de Boruto realizando misiones y librando combates mientras nos movemos por un mapeado no demasiado extenso para ir de una a otra (que no deja de ser el mismo del Modo Aventura con algunos retoques), algo que no aporta demasiado mucho más allá de buscar objetivos opcionales que cumplir.
Si nos ceñimos únicamente a la historia principal seremos capaces de completarla en menos de tres horas, una duración que nos ha parecido muy escasa, aunque al menos tenemos que admitir que mientras dura nos ha resultado muy entretenida, alternando con acierto combates con diferentes condiciones, minijuegos (un poco descafeinados, eso sí) y los imprescindibles combates de jefes marca de la casa, con sus espectaculares secuencias QTE capaces de dejarnos embobados mirando a la pantalla ante el despliegue técnico que suponen. Hay también alguna que otra pequeña sorpresa en este último ámbito que no podemos desvelar, pero en general nos lo hemos pasado bien completando la expansión, a pesar de lo breve que se nos ha hecho.
Evidentemente, tal y como hemos dicho, hay más cosas para hacer, aunque son objetivos secundarios muy básicos y poco inspirados que nos harán sentir como el chico de los recados mientras vamos de un lado a otro pegándonos de tortas con otros personajes, aunque al menos nos servirá para extender un par de horas más su duración.
Algo que tenemos que señalar es que, al menos en PlayStation 4 (la versión a la que hemos tenido acceso), el rendimiento del juego es muy deficiente cuando nos movemos por el mapa general, con unas bajadas en la tasa de imágenes por segundo realmente notables y molestas. La buena noticia, es que durante los combates (a excepción de uno en concreto donde la máquina sí que sufre de verdad) todo sigue funcionando perfectamente, que es lo que verdaderamente importa.
Road to Boruto es una expansión que, a pesar de ser entretenida y ofrecer unos personajes muy divertidos de jugar (controlar a las nuevas versiones de Naruto y Sasuke es un auténtico gustazo por la forma de repartir y moverse que tienen), nos ha sabido a poco por lo corta que resulta y por la cantidad de ausencias importantes que tiene su nueva plantilla de combatientes, especialmente considerando que nos piden 19,99 euros por ella, una cifra muy elevada a nuestro parecer, aunque esto es algo que cada uno deberá valorar por sí mismo.
Os recomendaríamos esperar a una rebaja o, si todavía no tenéis el juego, aprovechéis para haceros con su versión completa, la cual no solo incluye Road to Boruto, sino todos los contenidos descargables que se han lanzado hasta la fecha, una opción de compra donde sí que creemos que gana valor esta nueva expansión.
De todos modos, si os quedasteis con ganas de más Naruto, aquí encontraréis unas horas más de diversión y una excusa perfecta para volver a competir online durante una temporada, lo que bien podría compensaros la inversión.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Bandai Namco para PS4.