Cuando alcanzaron el éxito y el reconocimiento global con Until Dawn, el drama interactivo de terror exclusivo de PS4, Supermassive Games se propuso algo muy ambicioso: explorar los distintos subgéneros del terror con una serie de juegos independientes agrupados en una antología. La primera parte de The Dark Pictures Anthology, Man of Medan, nos asustó en agosto del año pasado con una historia de barcos fantasma. Este verano íbamos a ver, con Little Hope, una trama sobre caza de brujas y demonios que, de nuevo, tendría como protagonistas a un grupo de jóvenes. Sin embargo, por las complicaciones causadas por la pandemia del coronavirus, el proyecto se ha retrasado hasta otoño de 2020 – un tiempo extra que están utilizando, también, para pulir y mejorar.
En abril vimos una amplia sección del principio del juego y pudimos charlar con el director del título, Pete Samuels, para ofreceros una panorámica previa de lo que podéis esperar de Little Hope: un drama interactivo, lo que muchos denominan como película jugable, cuya narrativa saltará entre unos estudiantes universitarios que intentan escapar del fantasmagórico pueblo que da nombre a la obra; y la caza de brujas que tuvo lugar varios siglos antes en ese lugar. Las decisiones del jugador afectarán a la trama general, y como ya nos enseñaron los anteriores juegos del estudio, a la supervivencia de los protagonistas.
Gameplay comentado
Ahora hemos podido jugar a través de streaming una pequeña sección de lo que nos mostraron hace tres meses: una secuencia que sirve como prólogo y se enmarca entre ese pasado de 1692 y el presente.
La sección nos permite conocer a una familia con un destino poco aciago, tomar ciertas decisiones que no influyen en el trágico final, y gracias a los dos modos (Theatrical Cut y Curators Cut), vivir los hechos desde dos puntos de vista relativamente distintos. Los hechos que vamos a narrar suceden en los primeros minutos de juego, pero por si acaso, avisamos de que puede haber quien los considere spoilers.
Clichés del terror de serie B: niñas malrolleras y familias desestructuradas
La demo comenzaba en el presente: un conductor de autobús lleva de viaje a un grupo de jóvenes, pero – al más puro estilo de cliché del terror de serie B – un policía para el vehículo para informarle de un accidente de carretera que le obligará a tomar un desvío a través de Little Hope por culpa de un accidente, algo que, por algún motivo, incomoda al conductor. Poco después de continuar por la carretera comarcal, la visión de una niña provoca que el autobús vuelque.
Ahí es donde comienza el primero de los muchos flashback y flashforward que se anticipan en Little Hope. Este nos lleva a la casa de una familia totalmente desestructurada en los años 80 donde controlamos a James, uno de los cuatro hermanos. Pronto aprendemos que el padre es un alcohólico que evita abordar los problemas de casa dándole a la bebida; que la madre está sumida en la impotencia y la depresión por la situación inabarcable que la rodea; que uno de los hermanos solo se preocupa por su colección de vinilos; y que Tanya, la hermana mayor, espera huir junto a su novio lo antes posible de esa casa de locos. Todos culpan de estos conflictos a Megan, la hermana pequeña adoptada que se parece bastante a la niña del accidente, a la que nadie hace demasiado caso y que, ya sea porque habla sola o por cómo se mueve – he aquí otro cliché del género – da bastante mal rollo.
Esta sección no tiene demasiados elementos jugables, incluso para los estándares de Supermassive Games. Hay varias conversaciones en las que participamos con el mismo sistema que en Man of Medan: se nos ofrecen dos tonos distintos en los que responder, o quedarnos callados, lo que provocará reacciones más o menos distintas de los otros personajes. También había varias secuencias donde aparecía el quick time event de contener la respiración que vimos en el anterior título. Pero todo lo demás es muy rígido: la mayor parte son escenas cinematográficas que no requieren de nuestra interacción, y en menor medida, momentos en los que recorremos la casa para buscar a cierto personaje o coger tal objeto – aquí casi todas las puertas estaban cerradas, por lo que la exploración brillaba por su ausencia.
Por supuesto, esto es un flashback de apenas unos 12 minutos que no parece ser representativo de la experiencia completa, principalmente, porque no contiene el gran atractivo de estos títulos: ver cómo con nuestras decisiones alteramos la experiencia. El final de la secuencia está prefijado, y el par de bifurcaciones narrativas que se ofrecen tan solo alternan cómo mueren, o en qué orden, unos personajes cuyo destino está fijado desde el comienzo.
Es interesante, al igual que lo era en Man of Medan, el Curator’s Cut, es decir, poder revivir toda la escena desde el punto de vista de otro personaje, en este caso de Tanya. Con ella podemos explorar zonas de la casa que estaban cerradas para James y vivir los hechos que en el Theatrical Cut solo conocemos su desenlace. Eso sí, la mayor parte del metraje es exactamente el mismo.
La mejora gráfica al servicio del terror
A pesar de que esta secuencia no parece ser representativa del gameplay del juego completo, sí lo es de su apartado visual. Y aquí se ha mejorado, si cabe, lo visto en Man of Medan. Incluso jugándolo a través de streaming con el título ejecutándose en un ordenador de gama alta se apreciaba una mejora en la iluminación, en los reflejos y en las sombras, todos ellos elementos necesarios para crear la inquietante atmósfera del juego. Más allá, se ve también más detalle en los rostros, uno de los elementos visuales que más sorprendían tanto en el anterior juego como en Until Dawn; y en la mayoría de los personajes (caso aparte es Megan), unas animaciones faciales más realistas – incluso se ven mejoras respecto a lo que vimos en abril.
Lo que más nos ha dado vueltas en la cabeza jugando a esta demo es cómo veremos esta sección en una sesión multijugador. Until Dawn y Man of Medan se disfrutaban en solitario, pero brillaban especialmente cuando te los tomabas como una película de terror de serie B: invitando a colegas a casa para jugar, algo que en el primer capítulo de The Dark Pictures Anthology incluso se introdujo como modo de juego, permitiendo que cada uno eligiera a un personaje con el objetivo de que sobreviviera todo lo posible. Una secuencia de esta duración, con un solo personaje controlable y cuyo final ya está fijado, puede romper el ritmo más rápido e interactivo que pide una experiencia con amigos.
Habrá que esperar al 30 de octubre para comprobar esto y, sobre todo, para saber de un montón de detalles que aún se desconocen, como esa historia de terror de brujas y de demonios que nos prometieron en abril, y cómo afectarán las decisiones que tomaremos en las escenas del siglo XVII al presente de esos estudiantes universitarios que acaban en Little Hope.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a través de streaming a una versión preliminar en PC gracias a una invitación de Bandai Namco.