Techland, el estudio detrás de juegos como Dead Island, Dying Light o Call of Juarez: Gunslinger están embarcados en diferentes proyectos, siendo uno de los que más atención ha atraído Hellraid. Aunque comparable con el primer título mencionado, este juego cambia totalmente de ambientación, y nos lleva hasta un mundo de fantasía medieval en el que los esqueletos serán los nuevos zombis.
Hellraid será un juego de acción en primera persona en el que tendremos que combatir a numerosos enemigos haciendo uso de armas cuerpo a cuerpo, a distancia y mágicas, ya sea en su campaña para un solo jugador o en cooperativo para hasta cuatro personas. Nosotros sólo hemos visto el modo para un jugador, por lo que probablemente nos hemos perdido gran parte de la diversión. De todos modos, os contamos lo que vimos.
La demostración comenzaba con una gran extensión de terreno abierta, en lo que parecía ser el valle de una montaña. Una voz femenina y misteriosa llamada Maerwynn, desconocida tanto para el jugador como para el protagonista, nos guiaba para dar los primeros pasos. Estos primeros momentos estaban pensados para que nos familiarizásemos con los controles, por lo que eran bastante pausados. Los desarrolladores nos explicaron que este ritmo era por la naturaleza de la secuencia, y que no habría demasiados momentos de relax a lo largo de Hellraid.
Tomando el control del personaje en combate, vemos que cada arma tiene dos ataques básicos, el ligero y el pesado, aunque el sistema de combate es mucho más complejo. No pudimos ver mucho más sobre éste más allá de los dos mencionados movimientos, aunque sí que pudimos ver que se pueden realizar combos diferentes con cada arma así como cargar un golpe, e intercalar éstos con patadas.
Sobra decir que cada arma está diseñada para acabar mejor con un tipo de enemigos, como por ejemplo la maza, diseñada para reventar a los esqueletos. En el aspecto más jugable, el sistema de combate se basa en el bloqueo y el contraataque, así como un esquive rápido que podemos realizar en cualquier dirección. También podemos intentar pillarlos desprevenidos, o utilizar a los propios rivales en nuestro favor, tal y como vimos al pegarle una patada y lanzar contra sus compañeros a un enemigo explosivo que acabó por volar a todos por el aire.
La demostración terminaba con un jefe final, el cual además de ser obviamente más fuerte que el resto de los enemigos, guardaba una serie de rutinas al estilo tradicional, por lo que teníamos que averiguar cómo funcionaba antes de poder elaborar una estrategia para vencerlo.
Aparte del combate más físico tenemos también magias, las cuales pueden ser usadas en combinación con las armas. Hay magias de hielo disponible, que congelan a los enemigos para que podamos romperlos de un golpe posteriormente, o una de rayo que parece noquearlos momentáneamente. Ya nos dijeron que sólo íbamos a ver lo básico de las mecánicas de lucha, así que podemos esperar mucho más de él.
Hellraid no tiene clases, pero el árbol de habilidades parece ser muy, muy extenso, por lo que podremos personalizar a nuestro personaje a nuestro gusto sin necesidad de que el juego nos "encasille". Además de estas habilidades, podremos equiparnos objetos que condicionarán la jugabilidad. Con esto queremos decir que una armadura más pesada nos hará más resistentes, pero reducirá nuestra agilidad, y lo mismo se aplica a las armas con la fuerza y la velocidad.
En lo visual, Hellraid es bastante resultón, aunque más por la amplitud de los escenarios y la extensión de los mismos que por lo técnico. Sabemos que el juego estuvo originalmente concebido para PC, PlayStation 3 y Xbox 360, por lo que quizás ahora que llegará también a las nuevas consolas Techland le da un empujoncillo para hacerlo más vistoso. Sobre todo, los diseños nos han parecido bastante genéricos, sin apenas personalidad, tanto en personajes como en estancias. Nosotros vimos la versión de PC, que, como cabía esperar, funcionaba a 1080p y 60 imágenes de manera bastante estable.
Gracias a estos escenarios tan amplios pensamos que el concepto de aventura se acentúa, animándonos a explorar para encontrar nuevas zonas y objetos repartidos por ellas, incluyendo en cajas y barriles a romper. Además, para hacerlo más rejugable, cada partida tendrá recompensas, desafíos y enemigos aleatorios.
Una de cal y una de arena
Tenemos sentimientos enfrentados con Hellraid. Por una parte, el juego promete multitud de opciones, un sistema de combate interesante y escenarios enormes que explorar, pero por otra nos parece un poco repetitivo, lento y totalmente falto de carisma. Quizás su hubiésemos podido probar la jugabilidad acompañado por otros tres compañeros –recordad que tendrá cooperativo para cuatro– la cosa hubiese cambiado, pero por el momento no sabemos qué puede salir de ahí.
No hay duda alguna de que Hellraid tiene muy buenas ideas y deja entrever muchísimas posibilidades, pero éstas no sirven de nada si no se implementan lo suficientemente bien como para atrapar al jugador. Esperamos que la próxima vez que veamos el juego –que entrará próximamente en el Acceso Anticipado de Steam– podamos verlo en todo su esplendor para salir de dudas, pero todavía no sabríamos lanzar una opinión más fundada de él.