Como ya nos imaginábamos que ocurriría viendo el historial de los anteriores juegos de Bethesda, Fallout 4 ha tenido durante todo este año un ambicioso plan de expansiones o DLC, que llega a su fin con Nuka-World, que ya está disponible. Tras el lanzamiento del ambicioso Far Harbor en el mes de mayo, como os contamos en nuestras impresiones, Nuka-World es el segundo contenido descargable de pago más grande e importante de Fallout 4, y su precio es una buena declaración de intenciones: 19,99 euros.
Esta expansión nos lleva hasta un nuevo territorio, Nuka-World, un gran parque de atracciones abandonado, que está habitado por una banda de sanguinarios saqueadores. Como es habitual este DLC se activa por una señal de radio, apareciendo una nueva localización en el mapa, donde ya tendremos nuestros primeros enfrentamientos. Una vez hayamos vencido a los primeros saqueadores, podremos montarnos en un tren que nos llevará a una nueva zona del mundo, que no está conectada con el resto, al igual que ocurrió con Far Harbor.
La bienvenida a Nuka-World es muy calurosa, ya que nos reciben con una peligrosa y divertida mazmorra llena de trampas, que tendremos que ir sorteando con mucho cuidado. Una vez superado este escollo, tendremos que enfrentarnos a un fiero enemigo acorazado en una pista de coches de choque. Pero haremos "trampas", ya que uno de los saqueadores nos facilitará las cosas, dándonos una peculiar arma: la Matased, una pistola que dispara líquido, en un principio solo agua.
Gracias a esta ayuda electrocutamos al enemigo, lo debilitamos y podemos vencerle, y es aquí donde arranca la historia, ya que al vencer en esta batalla, nos convertimos en el jefe de la banda de saqueadores. Esta es una de las grandes peculiaridades de este DLC, el hecho de convertirnos en un saqueador, que tiene que liderar con mano de hierro, o con diplomacia, a estos maleantes, que para complicar las cosas, están divididos en tres facciones.
Cada una con sus peculiaridades, diferente estética, comportamientos e intereses, y tendremos que lidiar con ellas pudiendo llegar a diferentes finales, siendo bastante complicado mantener un equilibrio entre las tres, y no enemistarse con ninguna. Los miembros de La Manada son unos chiflados que adoran a los animales y que se creen superiores a los humanos, esclavizándolos y entrenando a todo tipo de bestias para que luchen entre sí. Los Operadores prefieren utilizar la inteligencia y el sigilo en vez de la violencia, y actúan con astucia y calculando muy bien sus movimientos. Y los Discípulos son un grupo de descerebrados, que quieren resolver todos los problemas mediante el derramamiento de sangre.
Este parque de atracciones temático está dividido en diferentes zonas, y Nuka-Town, la zona central, es la única que está "pacificada", donde conviven las tres facciones. Luego hay otras cinco zonas del parque que tendremos que limpiar de enemigos y recuperar para los saqueadores, y cada una tiene sus propias amenazas y peculiaridades, sin duda lo más destacable de este DLC. Ya que los personajes que nos encontramos y sus historias, no nos han parecido lo suficientemente interesantes, y aunque es una buena idea como punto de partida, está un tanto desaprovechada.
Podemos visitar estas zonas en el orden que queramos, y allí nos encontraremos todo tipo de sorpresas, y sobre todo nuevos enemigos, o más bien modificaciones y versiones extrañas de los que que ya estaban originalmente en el juego. Zona galáctica, plagada de robots y amenazas tecnológicas, Aventura del safari, una especie de zoo donde nos encontraremos con animales mutantes, Mundo refrescante, que es la planta embotelladora de la Nuka-Cola, Dry Rock Gulch, un pueblo del salvaje Oeste plagado de temibles gusanos, y Reino de los niños, una zona llena de atracciones infantiles y terribles zombis.
En estos escenarios nos esperan nuevos personajes, jefes finales, y conseguiremos nuevas armas, armaduras y objetos, como es habitual en todos los DLC de Fallout 4. Algunas de las armas más peculiares son la ya mencionada Matased, que si vamos mejorando podemos conseguir que dispare sustancias bastantes peligrosas para los enemigos como la propia Nuka-Cola, o el pádelbol, que si modificamos adecuadamente puede ser un arma de corta distancia muy divertida, con pinchos, electricidad o fuego.
Además del objetivo principal de recuperar las cinco zonas del parque, tenemos todo tipo de misiones secundarias con cada una de las tres facciones, y algunos minijuegos y atracciones en las que podemos subirnos, que no dejan de ser una anécdota, nada importante. Algo que no nos ha gustado mucho, además de lo desaprovechadas que están las historias de las facciones, en las que no se profundiza demasiado, es que algunas de estas misiones secundarias nos obligan a volver al Yermo, y al no estar conectado directamente con el mapa de Nuka-World, nos ha parecido un poco engorroso.
Por si todo el contenido que encontramos en el parque de atracciones no fuera suficiente, que puede dar tranquilamente para unas 8 horas de juego, cuando hemos acabado la historia principal y nos hemos establecido definitivamente como el líder de los saqueadores, podemos salir el Yermo con nuestra banda y arrasar los asentamientos y robar sus recursos, una idea bastante curiosa. Esta era una de las grandes sorpresas de este DLC, el hecho de poder convertirnos en un saqueador y volvernos en contra de nuestros propios asentamientos y de los personajes que habíamos reclutado, una manera de darle una vuelta de tuerca al concepto original, y de dar rienda suelta a nuestro lado más loco y gamberro.
En el apartado técnico esta vez no hemos encontrado los problemas de rendimiento que tuvimos con Far Harbor (aunque siguen los problemas de siempre…), y nos ha encantado la ambientación de Nuka-World, uno de los mejores escenarios de todo Fallout 4, que le da más pie que nunca a Bethesda para sacar a relucir su humor negro y su mala baba. Es una pena que luego lo que haces allí, y las historias que te cuentan, no aportan nada nuevo, y no están a la altura del escenario. En ese sentido, Far Harbor nos pareció un contenido mucho mejor, en todos los aspectos.
¿El último DLC de Fallout 4?
Se supone que con este contenido se da por finalizado el Pase de temporada, y será el último DLC del juego, aunque nunca se sabe. Nuka-World ofrece un escenario muy atractivo y algunas ideas muy divertidas, como convertirnos en un saqueador, pero realmente no lo hemos notado como algo fresco o nuevo, y sí hemos sentido ciertos síntomas de agotamiento y de rutina, tras decenas y decenas de horas jugando a Fallout 4 en los últimos meses. Si eres muy fan del juego, y quieres más contenidos, sin duda es muy recomendable. Si no tienes esa sensación imperiosa de volver a él, tienes que saber que nos vas a encontrar novedades de peso más allá de su curioso escenario, y no deja de ser más de lo mismo. En cualquier caso, es un buen DLC, con mucho contenido y bastante cuidado.
Hemos escrito estas impresiones en su versión de PS4 con un código del Pase de temporada que nos ha proporcionado Bethesda.