Si hay algo de lo que puede enorgullecerse Dragon Quest es de haber sido capaz de mantenerse siempre fiel a su esencia tras más de tres décadas desde el lanzamiento de su primera entrega. La saga de Yuji Horii ha seguido un camino y una evolución muy diferente de la que siempre ha sido su gran rival, Final Fantasy. Mientras esta última ha experimentado una evolución con sistemas de juego más novedosos y que, poco a poco, han ido tendiendo hacia la acción, Dragon Quest muy rara vez se ha atrevido a salirse de las líneas impuestas por el género, ofreciendo casi siempre aventuras muy clásicas y tradicionales en las que las novedades se han ido introduciendo con cuentagotas.
De esta manera, llegamos a Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido, una entrega de gran importancia para la serie, ya que en Japón se lanzó hace unos cuantos meses para conmemorar y celebrar sus 30 años de historia (aunque no llegase a tiempo para el aniversario). Además, es el primer Dragon Quest numerado de corte clásico (la décima parte fue un MMORPG) que en trece años se estrena en una consola de sobremesa, ya que desde Dragon Quest VIII para PlayStation 2 no ocurría algo así.
Es más, se trata de un juego tan ambicioso que cuenta actualmente con dos versiones en el mercado nipón, una para PlayStation 4 y otra para Nintendo 3DS, cada una con su propio estilo visual, aunque ambas compartiendo una misma historia. Por desgracia, en Europa nos quedaremos sin poder catar la edición de la portátil tridimensional, aunque a cambio ganaremos una nueva conversión para PC, siendo de esta forma la primera vez que una entrega numerada de la serie se lance en compatibles.
Por si os lo estáis preguntando, sí, Dragon Quest XI también llegará a Nintendo Switch, aunque, de momento, no se sabe nada de esta versión, solo que habrá que esperar bastante antes de que esté terminada, por lo que en este avance nos centraremos únicamente en lo que se ha confirmado para Occidente: sus ediciones de PS4 y PC.
Un inolvidable viaje de corte clásico
Ante todo, comentar que estamos ante un JRPG muy clásico que dista mucho de querer revolucionar el género o la propia serie. Así pues, volveremos a embarcarnos en una gran aventura a lo largo y ancho de un gigantesco mundo para desentrañar sus verdades ocultas y enfrentarnos a las amenazas que se ciernen sobre él.
Esta vez, nuestro protagonista será la reencarnación de un antiguo héroe, por lo que a lo largo de su periplo irá evolucionando hasta convertirse en ese legendario elegido destinado a salvar el mundo. Si bien la historia promete seguir siendo un relato de cuento clásico de épica, espada y brujería, esta vez el tono será algo más maduro y oscuro, añadiendo un extra de complejidad y profundidad inédito en la saga hasta la fecha, tanto en lo que a personajes como a guion se refiere.
En lo jugable, no encontraremos grandes novedades respecto a sus predecesores, de modo que recorreremos el mundo visitando sus diversas aldeas y ciudades, hablando con otros personajes, superando minijuegos, perdiéndonos en actividades secundarias, explorando peligrosas mazmorras y combatiendo contra todo tipo de letales y extravagantes monstruos.
Hablando de combates, estos volverán a ser por turnos de los de toda la vida. En cada turno escogeremos nuestras acciones con un sencillo menú que nos permitirá atacar, realizar alguna técnica o hechizo, defender, huir o utilizar un objeto. Todo sigue más o menos como siempre, aunque esta vez se ha añadido la posibilidad de realizar espectaculares técnicas conjuntas entre varios personajes.
Aquí también cabe destacar que se han eliminado las batallas aleatorias. Al igual que ocurrió en los remakes de Dragon Quest VII y VIII para Nintendo 3DS, ahora veremos a los enemigos pululando por los escenarios, por lo que los enfrentamientos no comenzarán hasta que los toquemos, pudiendo obtener una ventaja inicial si los golpeamos con nuestra espada.
Gracias a esto, la exploración será algo más placentera, ya que si estamos buscando algo en concreto o recorriendo una zona de bajo nivel y no nos apetece combatir, tendremos la posibilidad de esquivar a nuestros rivales.
En lo que respecta a la exploración, cabe destacar que no estamos ante un juego de mundo abierto, tal y como parece ser la moda últimamente. El enfoque que se sigue aquí es mucho más tradicional, con multitud de zonas interconectadas y con varios caminos diferentes que nos llevarán a diversos lugares, a los cuales iremos ganando acceso poco a poco según lo vaya dictando la historia, por lo que el mundo se irá abriendo ante nosotros a medida que avancemos en la trama, la cual volverá a ser el eje principal en torno al cual gira toda la estructura de la aventura.
Eso sí, la escala es ahora muchísimo más grande que en entregas anteriores, con ciudades gigantescas, grandes llanuras, más regiones que nunca, etcétera. De hecho, nuestro héroe tiene ahora la capacidad de saltar, y moverse por lugares de difícil acceso, algo que, lejos de ser un añadido anecdótico, se ha utilizado inteligentemente para hacer más verticales los escenarios.
En total, el título tiene contenidos para tenernos entretenidos durante más de 100 horas (la mitad si vamos al grano y solo nos queremos pasar la historia), por lo que hay diversión para decenas de horas si lo que buscamos es sacarle todo el jugo.
La versión occidental
Lo mejor de todo es que en Occidente vamos a recibir una versión mejorada, de forma que no será exactamente igual que la japonesa, aunque no habrá censura de ningún tipo, por lo que todas las "japonesadas" típicas de la serie se mantendrán intactas, incluida la mítica técnica del Puf-puf para distraer a los enemigos con los encantos femeninos de nuestras heroínas, un clásico ya en la saga.
¿Y en qué consisten estas mejoras? De entrada, probablemente lo que más llame la atención sea la implementación de un doblaje en inglés para todas las escenas de vídeo. Si os estáis preguntando si habrá selector de idiomas para ponerlo en japonés, ya os vamos avisando de que no, ya que no existen voces en dicho lenguaje, pues la versión japonesa no las incluyó para mantener el toque "retro" de la serie.
No sabemos si con esto también ganaremos una banda sonora orquestal, pero de momento todo parece indicar a que se mantendrán los MIDI originales. Por supuesto, y como no podía ser de otro modo, Koichi Sugiyama ha sido el encargado de componer la música para esta entrega, por lo que todas las melodías mantienen su inimitable y característico estilo clásico.
Continuando con las novedades, otra de las grandes inclusiones la tenemos en el aumento de dificultad de su modo difícil, Misión draconiana, algo que los más veteranos agradecerán sin duda, ya que una de las grandes críticas que ha recibido este Dragon Quest en Japón ha sido precisamente que se trata de un juego extremadamente fácil, algo que choca mucho con los elevadísimos retos que la saga nos ha presentado en todas sus entregas anteriores.
Por otra parte, la interfaz y los menús también han sido completamente revisados para hacerlos mucho más intuitivos, cómodos y claros que en su versión original, aunque probablemente una de las mejoras que más vamos a agradecer sea la inclusión de la posibilidad de esprintar, algo que nos ahorrará mucho tiempo en las larguísimas pateadas que tendremos que darnos para ir de un lado a otro.
También conviene señalar que desde Square Enix han asegurado que la conversión a PC estará muy cuidada, incluyendo multitud de opciones de configuración de vídeo, como la posibilidad de jugar a una resolución de 4K nativos si tenemos un equipo lo suficientemente potente como para moverlo.
Ya que hemos hecho referencia a sus opciones gráficas, decir que en Occidente el juego usa una versión más moderna del Unreal Engine 4 y que se ve realmente bien. La línea estética de la que se parte es la de Dragon Quest VIII, es decir, con personajes estilizados y proporcionados, y todo el encanto de los diseños de Akira Toriyama. Esto, sumado a grandes texturas, multitud de elementos en pantalla, una distancia de dibujado altísima y una dirección de arte fascinante, hacen de esta una aventura bella como ella sola que nos invitará a descubrir su mundo solo por deleitarnos la vista con sus diversas maravillas.
Como veis, Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido promete traernos una aventura muy clásica, como las de antes, solo que aprovechando las tecnologías actuales para tener un apartado visual de primer nivel y aumentar la escala de sus contenidos. Sin duda, tenemos motivos de sobra para esperar ilusionados y con muchas ganas a que llegue el próximo 4 de septiembre para comenzar nuestro nuevo viaje en PS4 y PC por este fascinante mundo y perdernos en él durante horas y horas.