A pesar de su buen estreno, Bungie lo está pasando realmente mal para mantener vivo el interés de los jugadores por Destiny 2. Entre polémicas por el modelo de negocio, bloqueando contenidos del juego base a quienes no compren sus expansiones, y una falta de actividades realmente interesantes como para tenernos enganchados a largo plazo, lo cierto es que esta secuela no está pasando por su mejor momento.
Por ello, la llegada de su segunda expansión, El Estratega, se antojaba como la oportunidad perfecta para que la compañía diera un golpe sobre la mesa y consiguiera reavivar el interés por los Guardianes y su lucha contra la oscuridad. Por desgracia, y aunque se han dado varios pasos en la dirección correcta, se ha quedado lejos de algo así.
El legado de los Bray
Como era de esperar, esta expansión trae consigo una nueva historia con sus propias misiones de campaña. Esta vez haremos nuevos descubrimientos sobre Rasputín, la peligrosa IA que nos presentaron en el primer juego y que desde entonces ha protagonizado varios arcos argumentales, y su relación con la Casa de los Bray, nos enfrentaremos a una nueva variante de la Colmena, forjaremos una nueva arma y finalmente haremos frente a un antiguo dios en un combate tan espectacular como épico.
La trama toca ciertos puntos y temas del trasfondo de este universo realmente interesantes y lleva el argumento de la serie hacia un nuevo punto muy prometedor, aunque adolece de serios problemas narrativos. Todo lo que os hemos resumido nos lo cuentan en apenas hora y media, que es más o menos lo que tardaremos en completar esta nueva campaña, por lo que la narrativa se siente apresurada y un tanto errática, algo que queda bien claro en su abrupto y anticlimático final.
Al final todo lo que aquí vivimos se siente como una historia cuyo único objetivo es dejarlo todo preparado para lo que está por venir, así que damos por sentado que Bungie no tardará demasiado en anunciar una nueva expansión mucho más ambiciosa que las dos que hemos podido jugar hasta el momento y que retome el testigo narrativo de lo que aquí se nos cuenta.
En lo jugable, las misiones no se salen de lo visto con anterioridad, conformándose con un diseño muy continuista y sin grandes sorpresas. Por un lado, esto se traduce en más de los mismos y fantásticos tiroteos por los que se ha caracterizado la saga, aunque no hubiese estado de más algo de originalidad e ingenio a la hora de plantear nuevas situaciones y mecánicas.
De hecho, ni siquiera los nuevos jefes finales llegan a sorprender ni a ofrecer batallas realmente memorables, limitándose a un par de rutinas y a soltarnos infinidad de enemigos menores para ponernos las cosas difíciles.
En líneas generales, la nueva campaña nos ha resultado un tanto decepcionante. Sí, es entretenida, pero es demasiado corta, no hace nada nuevo (por muy buenos que sean los tiroteos, al final los enemigos a los que haremos frente son los mismos de siempre, a excepción de un nuevo campeón de la Colmena con escudo y los jefes) y su narrativa no hace justicia ni a sus personajes ni a su historia.
Más allá de la campaña, tenemos una nueva zona de patrulla de gran tamaño ambientada en Marte que ofrece todo lo que se podría esperar de ella: más patrullas, eventos públicos, aventuras, sectores perdidos y secretos por descubrir. A todo esto tenemos que sumarle una nueva actividad llamada Protocolo Escalada, probablemente una de las novedades más interesantes y desafiantes de la expansión.
En realidad se trata de una especie de Modo Horda que podemos activar si tenemos el objeto adecuado y en el que puede participar cualquier jugador que haya en la zona, retándonos a derrotar oleadas de dificultad creciente antes de que se acabe el tiempo. En cada oleada tendremos que cumplir diferentes objetivos y hay características únicas, como poder empuñar una espada para destrozarlo todo rápidamente o purificar una zona del terreno colocándonos sobre él.
Lo mejor es que se trata de un evento realmente difícil y destinado a los jugadores más dedicados y equipados (para la primera oleada se recomienda 370 de nivel de poder, cuando el nuevo máximo es de 385), por lo que tardaréis bastante tiempo en llegar a sus niveles más avanzados, lo que nos parece todo un acierto.
No en vano, esto es algo por lo que se caracterizan muchas de las nuevas misiones que encontraremos tras completar la campaña, donde nos retarán a cumplir multitud de objetivos de gran dificultad a contrarreloj que nos requerirán tanto de un buen equipamiento como de una sincronización total con nuestros compañeros.
Otro acierto lo tenemos en que ahora se ha reducido considerablemente el ritmo al que el juego nos recompensa con nuevo equipo. Sí, llegar hasta 340 o 345 de poder es fácil, pero pasado ese punto tendremos que dedicarle bastantes horas para llegar al menos a 370, punto donde las cosas se ponen complicadas de verdad y ya podremos empezar a intentar cumplir las actividades más desafiantes, como el nuevo Cubil de Incursión que se ha implementado.
Como veis, completar El Estratega en su totalidad y conseguir todas las nuevas armas y piezas de equipo es algo que os llevará mucho más de un par de tardes, aunque en realidad lo que está ofreciendo es más de lo mismo y con un nivel de reto mayor para que los jugadores más dedicados tengan motivos para seguir jugando durante las próximas semanas.
Cabe destacar que la lista de asaltos heroicos ha subido su dificultad (ahora se recomienda 350 de nivel de poder antes de atreverse con ella) y es aquí precisamente donde nos encontramos la mayor decepción de toda esta expansión: los dos nuevos asaltos que se han incluido son un corta y pega de dos de las misiones principales de la campaña. Sí, hay modificadores para que sean más difíciles, pero ni siquiera se han molestado en cambiar un poco los jefes, la disposición de enemigos o el recorrido para camuflar esta desgana a la hora de trabajar.
Lo peor de todo es que existe un tercer asalto que sí que ofrece algo completamente nuevo, pero este será exclusivo de la versión de PlayStation 4 durante un tiempo. Como jugamos en PC, no hemos podido probarlo para deciros qué tal está.
Si sois de esos jugadores que abandonaron el juego hace tiempo porque os cansasteis de su propuesta, no creemos que esta expansión vaya a conseguir atraeros lo suficiente como para que queráis volver a la acción una vez más. En cambio, si todavía seguís disfrutando de sus espectaculares tiroteos, aquí encontraréis una nueva remesa de desafíos y objetivos para marcaros que os tendrán entretenidos durante unas cuantas semanas, aunque no dejen de ser un "más de lo mismo" en su inmensa mayoría.
Hemos escrito estas impresiones gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Activision Blizzard.