Si recientemente os ofrecimos un avance de lo que podíamos esperar de uno de los títulos exclusivos de PS4 más esperados, Days Gone, ahora hemos tenido el placer de probarlo. Durante casi una hora hemos podido sumergirnos en esta inquietante y espectacular aventura con zombis de por medio, título que va a sorprender a más de uno por su carga de acción, altas dosis de supervivencia, su (a priori) trabajado argumento y demás elementos que vamos a explicaros con detenimiento.
La única mala noticia es que, como ya sabéis, el título se dejará querer hasta el año que viene y de hecho todavía no tiene una fecha definitiva concreta. Pero por lo que hemos podido comprobar, el juego se encuentra en un estado bastante avanzado, y eso que el código que probamos era una alpha preliminar… que parecía más pulida que muchos de los títulos que salen al mercado actualmente, dicho sea de paso. Si esta obra de Bend Studio (los mismos que firmaron hace muchos años la saga Syphon Filter y más recientemente el espectacular Uncharted: El Abismo de Oro de PS Vita) cumple con lo que nos ha ofrecido en esta primera toma de contacto, la calidad que puede alcanzar puede ser increíble.
Acción adulta y extrema
No vamos a extendernos demasiado sobre lo que trata este título, del que os hemos contado multitud de detalles en los últimos días, pero para resumirlo, Days Gone nos sumergirá en una aventura en tercera persona protagonizada por un tal Deacon cuyo único objetivo será tratar de sobrevivir en un mundo en el que una pandemia zombi habrá transformado a los seres humanos en freakers, unos monstruos tipo zombi muy agresivos. Una epopeya que tendrá un desarrollo de mundo abierto pero que también incorporará muchos elementos tomados de los survival horror y que nos permitirá cumplir numerosas misiones (primarias y secundarias), explorar con libertad amplios escenarios, ir mejorando las habilidades del protagonista y todos los ingredientes habituales de estas aventuras de acción en mundo abierto.
La demo a la que tuvimos acceso nos permitía completar dos misiones diferentes. La primera consistía en llegar hasta un punto concreto el mapeado (un asentamiento) para encender unos generadores… que necesitaban de gasolina para que funcionaran. Una misión bastante sencilla pero que nos permitió tomar el pulso al título. De entrada, para llegar hasta dicho lugar era necesario atravesar un frondoso bosque repleto de adversarios, trayecto que efectuamos a los mandos de una moto, uno de los elementos más preciados de todo el juego. Este medio de transporte nos permitirá llegar de un lugar a otro de los fondos de manera rápida y ágil, pero habrá que estar pendientes de la gasolina y de su estado, siendo necesario realizar reparaciones periódicas y, por supuesto, rellenar su depósito para evitar quedarnos tirados en el peor momento.
Como suele suceder con este tipo de producciones, más allá de la tranquilidad que sentiremos en el interior de los campamentos de refugiados en los que seamos bien recibidos (que no siempre será así), fuera de sus límites estaremos en territorio hostil. Nos llamó mucho la atención lo bien conseguida que está la sensación de inseguridad en todo el mapa, dado que más allá de los monstruos, también tendremos que estar pendientes de no caer en emboscadas tendidas por otros grupos de supervivientes.
Precisamente la segunda de las misiones que tuvimos que superar tenía lugar en un asentamiento de supervivientes… no muy amistosos. Lejos de ofrecernos ayuda, su único interés era librarse de nosotros a tiro limpio, siendo necesario actuar con mucha cautela y planificar bien cada uno de nuestros movimientos. Al tratarse de un survival open world (como así lo han calificado los desarrolladores), la munición y los víveres no abundarán precisamente, pudiendo resaltar dichos elementos así como la posición de los rivales y demás elementos importantes haciendo uso del clásico "modo detective" que tan de moda puso en su día Batman: Arkham Asylum. Por eso mismo no podremos liarnos a tiro limpio y actuar como pollos sin cabeza porque no duraremos ni un solo segundo.
El sigilo se convertirá en uno de nuestros grandes aliados, algo que nos quedó muy claro durante la sesión de juego (de una hora de duración aproximadamente). Podremos sorprender a los rivales por la espalda y efectuar ataques letales con suma sencillez, siendo muy recomendable hacerlo porque el ruido alertará tanto a los monstruos como a los rivales humanos, los cuales estos últimos daban la sensación de gozar de una IA bastante trabajada. Pero también será necesario elaborar ciertas estrategias básicas, como por ejemplo eliminar antes a los francotiradores que al resto de adversarios para que no puedan alertar a sus compañeros sobre nuestra posición.
El crafteo de objetos también será fundamental. Latas de queroseno, botes de cristal vacíos, vendas y demás elementos nos permitirán crear desde restauradores de salud a cócteles molotov, explosivos que serán muy útiles dado que el fuego será de gran ayuda apara eliminar a numerosas cantidades de adversarios de una sola tacada de manera relativamente fácil. Por lo tanto será muy aconsejable escudriñar hasta el último centímetro cuadrado de los entornos, especialmente de los campamentos, asentamientos y demás localizaciones fortificadas, dado que incluso el interior de los vehículos abandonados esconderán ítems de diversa utilidad.
Al más puro estilo Far Cry (así como también sucede en otros muchos títulos de acción actuales), cada vez que liberemos una zona concreta podremos viajar hasta ella de manera instantánea, una función que ya se ha convertido en indispensable en este tipo de títulos sandbox. Y como buena aventura de mundo abierto, también será necesario interactuar con otros personajes secundarios, los cuales en muchos casos nos pedirán su ayuda… y nos obsequiarán con ciertas recompensas más allá de la experiencia adicional que podremos ir acumulando tras completar con éxito sus demandas.
¿Y qué podremos obtener a cambio de estos preciados puntos de experiencia? Pues diversas habilidades nuevas que quedarán establecidas en tres categorías diferentes: ataques cuerpo a cuerpo, ataques a distancia y supervivencia. Expandir las posibilidades del citado modo detective, ganar la capacidad de utilizar una especie de tiempo bala cuando usemos un arma de fuego o poder reparar nuestras armas cuerpo a cuerpo serán algunas de las habilidades que estarán disponibles. Y a esto se sumará la posibilidad de emplear una especie de potenciadores que, tras inyectarnos la dosis de turno, nos permitirán mejorar permanentemente la salud, la estamina y demás atributos de nuestro protagonista.
La jugabilidad que nos ofrecerá Days Gone será, por lo que hemos comprobado, bastante sugerente, adulta y vibrante. Combinar elementos propios de géneros tan diversos como los sandbox, los survival horror o los juegos tradicionales de acción puede dar como resultado un juego que en su estado actual goza de un aspecto muy atractivo… a todos los niveles. Sí, porque a pesar de tratarse de una alpha, el apartado gráfico nos pareció muy llamativo y sólido, y dejando de lado ciertas caídas de frames que se dejaban notar durante los momentos de mayor intensidad -habituales en una versión tan preliminar de un juego-, nos pareció un título muy bien recreado, destacando por encima de todo la iluminación y los efectos gráficos en general, muy conseguidos. Una producción que, por cierto, emplea Unreal Engine 4 como motor gráfico
Uno de los más esperados de PS4
Sin fecha concreta, Days Gone se ha ganado el derecho de posicionarse como uno de los juegos exclusivos de PS4 más prometedores de cuantos están en desarrollo para dicha máquina para el año que viene. A poco que sus creadores acierten con la fórmula de juego y, también, sean capaces de elaborar una narrativa interesante, puede ser una de las nuevas IPs más sugerentes del 2019.
Hemos realizado este avance asistiendo a una presentación realizada por Sony en Madrid.
