Podríamos decir que todos los años vivimos un ciclo similar con los dos principales simuladores de fútbol. Termina la liga, revivimos los encuentros decisivos, le dedicamos los últimos partidos al multi… y entonces es cuando comienza la lluvia de información. En ese momento, en el que FIFA 13 se presenta con algo más que con promesas, es cuando todos los fallos del 12 destacan más que nunca. Que si delanteros estáticos, controles demasiado buenos para cualquier jugador… en fin, fallos que siempre estuvieron ahí, pero que asimilamos debido a nuestras ganas por jugar a fútbol virtual.
De todas maneras estamos de suerte, porque si por algo destacan en EA es por el ímpetu que ponen escuchando al jugador. Hemos llegado a un momento de la generación en el que las consolas no dan más de sí. Siempre hay alguien que nos sorprende, pero con los juegos deportivos solo quedan matices por retocar, y en esos matices se centra este nuevo FIFA. Unos detalles que quizás no sean fáciles de apreciar en vídeo, pero que cuando tienes el mando en la mano llegas a preguntarte por qué no había sido siempre así.
En la Gamescom hemos probado una demo con algunos clubes extranjeros, entre los que se encontraban Manchester City, Milan o Arsenal. Pero vamos a centrar estas impresiones en lo que pudimos jugar dentro de la sala para prensa de EA. Esto ya no era una demo, sino que se trataba de una beta muy avanzada donde equipos como el FC Barcelona ya contaban con Jordi Alba en sus filas, además del uniforme actualizado. Antes de dejarnos el mando, y como es habitual en este tipo de presentaciones, nos tuvieron que poner en situación explicándonos algunas cosas sobre el juego relacionadas con modos, opciones y novedades jugables.
Lo primero es Move y su integración. La versión que se enseñó era la de PlayStation 3, y para todos los que tengan curiosidad por probar qué tal se maneja con este mando, desde el menú principal tendremos un acceso a este tipo de jugabilidad. Nosotros no llegamos a probarlo, pero tampoco podemos tener prejuicios, ya que los PES de Wii nos enseñaron que todavía hay lugar para la innovación. También hubo un pequeño hueco para la versión de iPad, integrada con el juego de consola, permitiendo alterar ciertos aspectos desde cualquier parte.
Ya centrados en lo que ofrecerá FIFA 13 en el plano puramente jugable, se remarcaron de nuevo las dos principales novedades, abanderadas de esta nueva edición: el control al primer toque y los desmarques. Vale que también se ha intentado trasladar el sistema de regates de FIFA Street, pero si hay algo que cambia la manera de jugar a este FIFA son esas dos incorporaciones. La primera le da más libertad al balón y un mayor sentido a las estadísticas del jugador. Ya no vale lanzarle un melón a un central de un equipo de 2ª B y que éste lo baje como si se convirtiera por arte de magia en Iniesta, sino que ahora hay varios factores que intervienen en la precisión del control, entre ellos la calidad del jugador.
Este sistema no solo funciona si queremos bajar un balón, sino cuando además queremos realizar controles orientados o rematar a puerta. Como ejemplo, un control de Alexis (por fin con su rostro real) con el exterior, que mediante un sutil toque me habría abierto una autopista en la banda. No llegó a resultar tan efectivo como pensaba porque mi jugador estaba desestabilizado, pero solo con ver la animación, que representaba con total fidelidad mi intención, podemos asegurar que este FIFA ha dado un paso más hacia la perfección. También funciona con los remates acrobáticos, como voleas o tijeretas, mucho menos mecánicas que en anteriores ediciones.
La segunda novedad es la de los desmarques, de la que tanto se ha hablado. Uno de los productores del juego recalcó que en FIFA 12 una de las maneras más efectivas de llegar al área era la de hacer paredes rápidas, porque si buscábamos un pase en profundidad, el delantero desmarcado solo corría cuando se lo pedíamos y además en línea recta, reculando si caía en fuera de juego o simplemente no superando esa línea imaginaria. Aquí todo cambia, porque de nuevo en palabras del productor "ahora corren en curvas". Y es totalmente cierto. Pero tampoco se limita a que suba un delantero cuando toca, sino que incluso se incorporan los laterales y jugadores expertos en aparecer en segunda línea como Cesc. Os podemos asegurar que es una gozada ver cómo lo que tú quieres que pase en ese momento lo consigue la CPU con un desmarque. No hace falta que apretemos ningún botón, simplemente ocurre. Y no temáis, porque la defensa también es más inteligente y sabe frenar estos ataques, no se convierte en un correcalles.
El polémico Impact Engine que generó tanto humor involuntario en los portales de vídeo también ha sido corregido, aplicándose además en forcejeos desde los que podemos salir airosos incluso con jugadores frágiles. Aunque también hay cosas mejorables que son evidentes en las primeras partidas, como el cambio de jugador, bastante impreciso, o los pases en modo automático, que son más automáticos de lo que cabría esperar (solucionable poniéndolos en semi o manual).
Una de las sorpresas preparadas para esta edición es el renovado modo Arena, donde ya no tenemos a un jugador frente al portero, sino un total de 32 minijuegos de habilidad que tienen su propio ranking online. Estos juegos, además de ser entretenidos, ayudan a mejorar nuestra técnica, ya que proponen retos como rematar apuntando hacia unas dianas, hacer vaselinas por encima de cajas o una ronda de pases cortos, medios y largos para golpear unos muñecos.
No nos desvelaron muchas novedades de importancia, pero sí hablaron del EAS FC, una especie de catálogo donde poder comprar equipamientos clásicos o fichas con una segunda oportunidad para partidos decisivos que no ganas a la primera. Y el Match Day, donde nos dejarán revivir un partido simbólico con todo lujo de detalles. Para esto último nos pusieron el partido final de la liga inglesa entre Manchester City y Queens Park Rangers, respetando el clima (momento del día, temperatura…) y añadiendo comentarios por parte de los locutores que hablaban de un partido decisivo donde si el City ganaba se alzaba campeón.
Para el modo Ultimate Team se ha remodelado la interfaz haciéndola más amigable y sin tanto menú que lleva a otro más, cogiendo el estilo de las redes sociales para ganar en accesibilidad y permitir conectarte a ellas de manera mucho más cómoda. Y por último, tocaron por encima el modo online Seasons, donde ahora puedes ganar trofeos sin importar la división en la que estés, con una galería que recopila todos tus logros.
FIFA 13 apuesta por la naturalidad y lo están consiguiendo. De hecho cada partido nos dejó una situación de la que pausas para repetir. Está claro que a la larga le encontraremos fallos, como pasa con el que podríamos bautizar como "ciclo FIFA" (aplicable a muchos juegos), pero desde luego, ya solo con los desmarques en ataque nos brindan la posibilidad de jugar a algo que nunca antes habíamos tenido. Quedan cosas por desvelar que se reservan para la salida del juego y una demo que abrirá el apetito a los futboleros, y nosotros desde aquí ya estamos con la vista fijada en el calendario.
