Primeras impresiones
He tenido la suerte de poder probar la edición "arranged" que Konami saca cada año de su Winning Eleven. Que os quede claro que merece muchísimo la pena hacer una mini-review, seguramente este juego sea el mejor exponente lúdico-futbolístico de la historia, y cuenta con cambios suficientes respecto a PES 2, lo que hace merecerse, por qué no, su compra en versión NTSC. Pero basta ya de palabrería, empezaré desde la intro hasta las novedades internas de la cada vez más completa master league.
Bueno, qué decir de los chicos de Konami, se han "currado" una nueva intro CG que nos hará babear desde el comienzo. Si hay algo que destacar en esa intro es sin duda, el golazo de Bergkamp llevándose el balón de espuela (basado en un gol real), y una ración doble de caños por parte de Saviola, jugando con el uniforme del FC Barcelona (éste ya se me escapa).
La pantalla de presentación sorprende, aparte de la voz de fondo pronunciando el clásico "Winning Eleven...6 !! Final......Evolution !!" con el característico "Engrish" de los nipones, podemos ver a una recreación perfecta de Beckham de espaldas sacando un córner. Los menús de juego son los mismos, idénticos, en su contenido lo que más destaca es la opción de centrar pantalla (los usuarios de RGB estábamos hartos de adivinar los nombres del equipo local) y dos apartados ocultos, supuestamente pertenecientes a las pequeñas opciones online para actualizar datos.
El editor se ha mejorado, no como se prometió, pero sí ha subido los escalones suficientes para considerarse una novedad destacable. Hay más caras, más peinados, posibilidad de cambiar el color de los ojos, y una gama de botas que por sí sola podría ocupar otro editor. Cabe decir que las texturas han mejorado y cada cara ya vista en anteriores entregas gana en calidad y detalle. Aparte, los aficionados al fútbol japonés, entre los que me incluyo, pueden disfrutar de la selección nacional al máximo, ya que se ha cuidado enormemente el uniforme oficial, y sobre todo las sorprendentes digitalizaciones de las caras de los jugadores. Cuando uno ve esto se pierde imaginando un Winning Eleven con más licencias aparte de la japonesa...Revisando el editor, llama la atención el uso del sistema de edición de WE 6 J-League, ya era hora de dejar de lado los quebraderos de cabeza que nos suponía hacer una actualización sin perder el jugador original. Otra mejora enorme es el editor de uniformes y escudos. Konami no tiene la licencia Fifa, vale, pero sabe emularla muy bien. Ahora podemos editar los escudos, especialmente el de los clubes, de forma que nos queden totalmente exactos al original. Las camisetas ídem de lo mismo, la picardía de Konami nos permite colocar los últimos modelos de camisetas Nike y Adidas. Son copias tan buenas, que sólo echaremos de menos el simbolito. Se me olvidaban dos cosas importantes: no sólo podemos editar el uniforme de los clubes, sino el de la selecciones también. Y por último, aunque parezca una minucia, al editar el uniforme de un club no perdemos el escudo como pasaba en los anteriores WE. Parece que voy al revés, pero es que soy tan raro que lo primero que hice al probar el juego fue abrir el editor. Lo siento.
Entramos ya en la verdadera salsa, bueno, en la segunda verdadera salsa de los Winning Eleven. Los gráficos han mejorado mucho, sobre todo al ver que el engine se ha depurado de manera que desaparecen totalmente las pequeñas ralentizaciones de los anteriores juegos. A primera vista, los modelos de los jugadores nos dan muy mala espina. Son corpulentos, y tienen la cabeza muy pequeña. Pero vamos, dicha impresión es la que nos da cada WE, salvo el anterior J-League, que apenas incluyó cambios, al fin y al cabo todo pasa por acostumbrarse... Tras el final de la presentación del partido, sacamos de centro. El ritmo de juego ha mejorado para bien, y pasa de ser un correcalles (PES 2), a convertirse en un mano a mano en el medio campo, verdaderas hazañas para regatear al contrario, juego por las bandas prácticamente obligado, y un largo etcétera de cosas buenas.
El prometido aumento del 30% de animaciones se ha cumplido con creces. Hay un montón de controles extraños, de pases al primer toque, un recital de remates de cabeza, unas boleas mucho mas realistas, y sobre todo unos porteros que te dejan boquiabierto. El repertorio de movimientos nuevos es realmente alucinante, parece mentira que encima de mejorar las texturas, la suavidad, el ritmo de partido y la desaparición de las ralentizaciones, se haya incluido tal cantidad de animaciones nuevas. A destacar, los movimientos del portero cuando un tiro va fuera, arrimando su mano al palo o al larguero, intentando transmitir al equipo esa tranquilidad que tanto necesita, o el cabreo de tus compañeros cuando fallas un pase u ocasión clara de gol. No quiero dejar escapar el detallito de los porteros con manga corta. Espectacular Casillas.
Y ahora la verdadera. El compendio de todas las cosas buenas se rematan con la exquisita jugabilidad. El ritmo de partido y las nuevas animaciones ayudan para redondear un grandísimo trabajo, pero hay más. Por ejemplo, detalles tan fantásticos como la aparición del portero en el área contraria para rematar los córners, cuando el tiempo se está agotando y necesitas un gol para forzar la prórroga o ganar el partido. Detalles tan buenos como la gran mejora aplicada a los centros. En PES 2 pecaban de ser vacíos, carentes de ese punto emocionante que proporciona meter una rosca endiablada, un rebote, etc. Ahora son deliciosos, y hasta colgar el balón desde el centro del campo crea peligro, dado el efecto que coge y los posibles rebotes si se da el caso de impactar con algún jugador. Las defensas ya no se regatean en zig-zag, y pese a que veamos terribles agujeros por donde pasar, siempre nos cerrarán, llevemos a Ronaldo, a Saviola, o a un tanque como Koller. Por cierto, las plantillas están actualizadas al máximo.
Las competiciones son las mismas, y la Master League, competición estrella por excelencia, contiene novedades tan justas que se limitan al coste de los fichajes. Es decir, hacer un equipo de superestrellas nos costará mucho más. Si elegimos al Barça y queremos a Riquelme, tendremos que abonar su claúsula, y así con todos los jugadores del equipo. El número de equipos sigue siendo el mismo, y desgraciadamente, el equipo comodín de la Fiorentina sigue presente, aunque gracias al completo editor podemos cambiarlo por cualquier otro.
Otra novedad donde Konami ha puesto todo su empeño es en el sistema de estadísticas. Se pueden comprobar a mitad y final del partido, son individuales y colectivas, y llegan desde el número de chutes hasta las zonas de campo más ocupadas por el jugador. El criterio para puntuar a los jugadores de 0 a 10 es algo extraño, y mientras un jugador que no ha hecho nada pero ha marcado un golazo de falta recibe un 9, el más trabajador y constante, que no ha marcado ningún golazo pero ha dado un par de asistencias, recibe un 7. El acceso a menús desde dentro del partido es más intuitivo, y hay cosas tan interesantes como poder cambiar de equipo sin reiniciar hasta el menú principal. Espero que sirva de ejemplo para entregas posteriores.
Como detalles secundarios, deslumbra al resto el nuevo entrenamiento. Es bastante más divertido, y pese a no incluir pruebas nuevas, el lavado de cara es muy notorio. Más de uno se pasará tardes enteras dedicadas a lanzar faltas a la escuadra. En el apartado de comentarios, Jon Kabira nos deleita de nuevo con los mejores comentarios habidos y por haber en un juego de fútbol. Manolo Lama y Paco González todavía tienen que aprender...y Konami Europa también.
Puede que me haya dejado algunas cosas, pero como idea general, intento transmitir que los usuarios japoneses, para variar, se han quedado con la mejor versión de Winning Eleven. Como un pequeño resquicio de luz, la salida de este juego en Game Cube puede propiciar su llegada a Europa, pero sinceramente lo dudo. A los que podáis probarlo, no dudéis, es mucho mejor que PES 2 y recupera la verdadera identidad de la saga, perdida por el incesante empeño en destrozar las versiones PAL...
