"Olvidad las promesas de progreso y entendimiento, pues en el oscuro futuro sólo existe la guerra". En el Milenio 41, la raza humana está al borde de la extinción, malviviendo en el régimen más cruel y sangriento imaginable. En una galaxia sumida en el caos se habla de una legendaria arma, la cual alberga un inmenso poder capaz de otorgar la supremacía a todo aquél que la posea. En el misterioso mundo de Acheron, Humanos, Orkos y Eldar se enfrentan en una batalla sin cuartel para hacerse con el control de la reliquia, y es ahí, en los albores de una nueva guerra, donde comienza esta historia.
Warhammer 40.000: Dawn of War III fue anunciado el pasado mes de mayo con un impresionante tráiler cinemático que dejó a todo el mundo asombrado. Tras un notable Dawn of War II y más de una década después de la primera entrega, Relic Entertainment nos presenta una secuela que mezclará lo mejor de ambos juegos con una fórmula original que actualizará uno de los títulos de estrategia en tiempo real más destacados.
"Queremos complacer a nuestros seguidores más veteranos, pero también acercarnos al público principiante" cuenta Phillippe Boulle, Game Director de Relic, "es por eso que hemos apostado por una campaña muy accesible y una curva de aprendizaje más trabajada". Según el estudio canadiense, Warhammer 40.000: Dawn of War III se basará en tres pilares importantes: el primero serán las batallas masivas como las que pudimos experimentar en la primera entrega; el segundo será la creación y personalización de nuestro ejército, lo cual cambiará significativamente la experiencia de juego; y, por último, una campaña accesible para todo el público, fácil de entender y que atraiga tanto a jugadores experimentados como a los neófitos.
"Teníamos muchísimas ideas que queríamos incluir en el juego, pero al final creo que nos hemos quedado con lo más importante y lo que define realmente lo que es Dawn of War" dice Stephen MacDonald, Executive Producer. Durante el evento celebrado en Londres nos mostraron una demo de 20 minutos que era un pequeño avance de lo que será la campaña de los Marines Espaciales y, aunque aún es pronto para poder juzgar debidamente, podemos intuir que van por el buen camino. Warhammer 40.000: Dawn of War III será, ante todo, una mezcla de las batallas a gran escala del juego original con las unidades de élite de su secuela, todo ello envuelto con algunas novedades muy atractivas que ofrecerán más posibilidades jugables y, sobre todo, mucha más espectacularidad.
Una de las novedades más significativas la encontraremos en la propia campaña, a la que han querido dedicarle especial atención. En este mundo no habrá héroes ni villanos, sino que a través de misiones consecutivas iremos controlando sucesivamente cada una de las tres razas disponibles en el juego (Marines Espaciales, Orkos y Eldar). Eso significa que no podremos escoger la facción que más nos guste para completar la historia, sino que el juego nos obligará a hacer una "degustación" de todas ellas. ¿Por qué esta arriesgada decisión? Según sus responsables, así lo decidieron por dos razones de peso: por la narrativa, siendo una oportunidad perfecta para ver y experimentar la historia desde distintas perspectivas, y, a la vez, para enseñar las mecánicas de las tres razas de forma más eficaz, hecho que facilitará las cosas de cara al modo multijugador. Aún no podemos saber cómo va a influir esta estructura en el ritmo de la acción, pero lo que sí es cierto es que podría brindarnos una historia mucho más profunda e interesante, alejándose del cliché de "buenos contra malos".
En cuanto a la jugabilidad, observamos que el juego heredará el sistema de coberturas que vimos en Dawn of War II pero con la inclusión de algunos cambios: en la anterior entrega, las coberturas eran elementos en el mapa que encontrábamos, como árboles o rocas, tras los cuales podías escudarte ad infinitum hasta repeler al enemigo. Eso frenaba un poco la acción, haciendo las batallas muy direccionales y más simples, y es por eso que para esta tercera entrega han querido corregirlo. Tendremos coberturas pesadas que podremos tomar tanto nosotros como el enemigo, y con un límite de vida que nos obligará a movernos y a no depender tanto de ellas para nuestra estrategia.
Asimismo, a muchos les alegrará saber que volverá la construcción de bases y gestión de recursos, característica que se perdió en la secuela y que los fans pedían a gritos. Con la captura y construcción de bases nos aseguraremos el control de las zonas del mapa y al mismo tiempo aumentaremos y reforzaremos nuestros ejércitos. Veremos también novedades en cuanto al armamento, como los ataques con láseres orbitales gigantes, un arma especial de los Marines Espaciales que vaporizará al instante a cualquier enemigo que se encuentre a su paso.
Las unidades heroicas, como hemos dicho, serán uno de los pilares del juego, como lo fueron también en la anterior entrega de la saga. En la demo pudimos ver a Gabriel Angelos, Señor de los Cuervos Sanguinarios, volver a la acción como cabecilla de los Marines Espaciales, causando estragos entre las filas enemigas con sus potentes ataques especiales blandiendo su poderoso martillo Godsplitter. Gabriel será uno de los tres héroes de facción disponibles en el juego, junto con la ambiciosa profeta Eldar Macha, y Gorgutz, el codicioso señor de la guerra de los Orkos.
A parte de los héroes, cada facción dispondrá de tres tipos de unidades: las unidades de línea serán soldados de especializaciones distintas (exploradores, francotiradores, acorazados…) que nos darán soporte durante el combate y construirán nuestras bases; las unidades de élite serán personajes del universo Warhammer que coleccionaremos a lo largo de la historia y que tendrán habilidades únicas, siendo los líderes de nuestras tropas e influyendo directamente en su moral.
Son las que definirán en gran parte nuestro estilo de juego y podremos desplegar hasta tres en combate. Cada una dispondrá de un árbol de habilidades únicas dentro de un sistema de diez niveles, que nos permitirá adaptarnos mejor a los distintos desafíos que se nos presentarán. Por último, las súper unidades, que debutarán en esta tercera entrega, serán, como su nombre indica, gigantescas máquinas de guerra con una potencia de ataque devastadora. Son las unidades más grandes que jamás hayan creado en Relic para uno de sus juegos y podrán desequilibrar rápidamente la balanza en contra o a nuestro favor en las batallas.
Gráficamente veremos un salto bastante significativo, con mapas mucho más variados en cuanto a entornos y elementos: desde volcanes hasta estaciones espaciales. Además, el elevado número de unidades en movimiento que desplegaremos durante las batallas harán que el título sea visualmente muy llamativo. Eso sí, aún no sabemos nada acerca de las opciones que nos dará el modo multijugador, así como de las posibles expansiones o la fecha de lanzamiento, que por el momento se sitúa en un indefinido 2017.
Parece que el sello Warhammer seguirá gozando de muy buena salud durante una buena temporada, pues Relic Entertainment está construyendo un título de primerísima calidad, que aprenderá y beberá de su historia pero que a la vez incluirá algunas novedades de peso que modernizarán el conjunto, haciéndolo más dinámico y vibrante. Por el momento, y a falta aún de conocer muchos detalles, la profundidad de su historia, el grado de variedad de la campaña, y las épicas batallas podrían encumbrar Dawn of War III a lo más alto.
Hemos escrito estas impresiones tras viajar a Londres y asistir a una presentación realizada por SEGA.
