Deep Shadows es una desarrolladora ucraniana afincada en Kiev y fundada hace algo más de 10 años. Siendo objetivos, realmente aún no han tenido ningún juego realmente exitoso o rompedor. Su anterior trabajo Boiling Point: Road to Hell nos metía en la piel de un militar retirado que debía de volver a la acción cuando se entera del secuestro de su hija, que trabajaba como periodista en una ficticia república sudamericana, Realia, repleta de conflictos y enfrentamientos armados. Con una interesante mezcla de acción, exploración –contaba con más de 450 kilómetros cuadrados- y toques de rol (para que os hagáis una idea, una suerte de Deus Ex con Far Cry y la saga Grand Theft Auto) este prometedor juego se vio gravemente lastrado por un apartado técnico algo desfasado, una pobre optimización y sobre todo, por una ingente cantidad de bugs que arruinaban su jugabilidad en gran medida. Una verdadera lástima porque llegó a ser considerado uno de los juegos más originales del año 2005.
Lejos de desanimarse, esta compañía europea vuelve a la carga y ya tiene actualmente entre bastidores dos nuevos proyectos: la secuela del mencionado Boiling Point que cambiará el nombre a White Gold: War in Paradise (esperemos que bastante más pulida) y el título que nos ocupa y preocupa, que volvemos a repetir, pese a que ha pasado bastante desapercibido durante este tiempo fue mostrado por primera vez hace ya dos años y medio. Y es que The Precursors hizo su debut oficial en la Games Convention de Leipzig en Agosto de 2005 y en el posterior E3 del año 2006 donde ya apuntaba maneras confirmando su aparición en Xbox 360 –plataforma, por cierto que ha encandilado a los desarrolladores ucranianos por su potencia y facilidad de programación- y compatibles PC.
Llegados a este punto ¿qué es exactamente The Precursors? ¿Por qué le ha parecido a toda la prensa del sector –nos incluimos, obvia decir- uno de los juegos más prometedores del recién estrenado año? Pues el juego, tras un interesante planteamiento de ciencia-ficción, será una curiosa combinación de RPG con elementos de disparo en primera persona o FPS e incluso algunos detalles de combate/simulación espacial, todo ello a través de un vasto universo –literalmente hablando- con docenas de planetas y civilizaciones distintas. Todo un colosal trabajo de desarrollo siendo en ese aspecto uno de los juegos más ambiciosos y enormes visto hasta la fecha.
Nos pondremos en la piel de un joven piloto de raza Amarnian que llega al planeta Goldin recién graduado de la academia de pilotos. Allí se enterará de la existencia de una serie de extraños y terribles sucesos que están sucediendo por toda la galaxia, alguno de los cuales afectará completamente a su planeta natal y a él mismo cambiando por completo la vida de nuestro personaje protagonista. Nuestra misión será tratar de descubrir qué es lo que está ocurriendo, qué o quién hay detrás de estos acontecimientos viajando por toda la galaxia, visitando todo tipo de mundos, entablando relación con todo tipo de razas para recabar pistas y encontrar una solución.
Los chicos de Deep Shadows no han querido dar más detalles concretos del argumento salvo estas leves pinceladas, suponemos que para aumentar el interés y la expectación en torno a este juego… eso sí, han prometido que la historia será realmente sorprendente y fascinante a partes iguales.
Pero además, estarán el componente de juego de acción y combate/simulación espacial, ambos también muy importantes; el primero se desarrollará en los planetas que vayamos visitando y serán en primera persona al estilo de la mayoría de juegos de ese tipo. En estos combates habrá múltiples objetos destruibles, una I.A. de los enemigos bastante desarrollada y un variado manejo de vehículos, tanto de transporte como de combate propiamente dicho –desde una especie de jeep con sólo 3 ruedas, un versátil buggy, vehículos acorazados como el "Scarab" e incluso mechas fuertemente armados-. Tampoco faltará variedad en las armas que nuestro protagonista podrá usar con más de 15 tipos distintos, pudiendo ser orgánicas (como pasaba en Prey) o inorgánicas; por ejemplo cañones láser o rifles de plasma, muchas de las cuales las podremos conseguir en nuestro periplo espacial, arrebatándoselas a los enemigos o en los diversos mundos explorados.
Finalmente, el componente de combate espacial incluirá algunas misiones a bordo de naves. En este aspecto Deep Shadows ha intentado crear un sistema equilibrado y asequible a cualquier jugador, a medias entre el género arcade y el de simulación espacial. Al comienzo del juego, tras acabar con una línea de misiones relacionadas, el padre del protagonista nos regalará una nave que nos servirá como transporte para nuestra aventura y que podremos ir mejorando gradualmente dotándola de un mejor motor de propulsión, armamento y escudos más potentes… incluso cambiar la decoración del interior. Obviamente también podremos cambiar de nave si lo deseamos, saltar al hiperespacio, atracar en estaciones espaciales y por supuesto, intervenir en combates espaciales. Por ejemplo, si vamos viajando por el espacio y nos encontramos una nave que está siendo atacada por otra, podremos decidir si ayudar a la primera recibiendo alguna recompensa o quizás devolviéndonos el favor más adelante cuando nosotros mismos estemos en graves apuros.
En este sentido, existirán numerosas razas y civilizaciones distintas con las que inevitablemente entraremos en contacto, unas más "sociables" y "amistosas" que otras, y con las cuales nos iremos granjeando amistades y antipatías. Incluso podemos alinearnos de parte de alguna facción o raza. Pero sin duda una de las mejores características del juego será su libertad total para tomar las decisiones que queramos y jugar de la forma que prefiramos o con el estilo que más nos guste –rol, simulación espacial o shooter-, realizar la misión principal… o sencillamente dedicarnos a viajar por el espacio en nuestra nave explorando hasta el último rincón de la galaxia.
A decir verdad, los videos e imágenes que hemos visto hasta la fecha no muestran un apartado gráfico deslumbrante ni mucho menos, cumple sin más… pero también se ha de tener en cuenta el enorme mapeado que poseerá el juego poniendo ante nuestros ojos decenas de planetas y espacio exterior por explorar.
Y es que el verdadero punto fuerte del aspecto gráfico (y del juego) será la inmensa variedad de entornos que se nos mostrará. Desde un planeta desértico tipo Dune abrasado por el Sol hasta uno totalmente glacial con nieves perpetuas, extraños planetas selváticos, misteriosas ruinas de razas antiguas, puertos espaciales. Lógicamente algunos planetas estarán bastante poblados y tendrán varias ciudades bulliciosas, repletas de comercio mientras que otros mundos estarán "aparentemente" vacíos.
Eso si, al menos esperemos que todo esté medianamente optimizado y con una tasa de imágenes fluida, sin bajones o ralentizaciones. Los requerimientos –al menos sobre el papel- recomendados en la versión PC no serán muy elevados: un procesador dual core, 1 GB Ram y una Geforce 7600 GS de 128 Mb.
Por último, comentar que habrá también opciones online aunque no han explicado demasiado al respecto y poca información podemos daros salvo que se intentará meter multijugador, especialmente un modo cooperativo.