Apenas quedan unos días para el lanzamiento de StarCraft II: Wings of Liberty, la deseada continuación de un juego con 13 años a sus espaldas, pero que todavía siguen disfrutando millones de jugadores de todo el mundo, especialmente en algunos países de Asia, donde incluso se hacen competiciones retransmitidas por televisión. Y es que estamos hablando de un juego de estrategia cuyo equilibrio entre desarrollo y acción invita al combate apenas un par de minutos después del inicio de la partida pero con multitud de variables posibles que otorgan una profundidad de juego impresionante.
Para el lanzamiento de la esperada secuela, las ediciones coleccionistas están agotadas en prácticamente todo el mundo, y es que para quienes han jugado durante días a la versión Beta del modo multijugador, las ganas de que llegue el momento son difíciles de contener.
Tratando de suavizar de la espera, hacemos un repaso a todo lo que el juego de Blizzard nos puede ofrecer.
Reencuentro con Raynor.
En StarCraft II: Wings of Liberty tendremos la oportunidad de volver al Universo StarCraft como es debido, retomando contacto con Jim Raynor, el principal eje conductor de la historia en el original. Empezamos esta nueva campaña en Mar Sara, donde los jinetes de Raynor, el grupo mercenario que dirige Jim con sede en Hyperion, mantiene una lucha continua contra la dominación Terran. Jim se las tendrá que apañar para mantener el grupo y obtener recursos económicos suficientes, así que se las ingenia para traficar con una misteriosa entidad de investigación. Ese negocio supone el punto de partida de la historia del juego, que nos llevará a recorrer el planeta y el universo, reencontrándonos con viejos amigos, con especial mención a una Sarah Kerrigan infectada, con quien Jim mantendrá un contacto constante durante toda la campaña, quien acompañará a lo largo del juego a nuestro protagonista.
Aunque solo podemos contaros poco más que esta introducción a la historia del modo campaña, podemos añadir que hay varios elementos nuevos en su desarrollo que aportarán grandes beneficios en su jugabilidad.
Un campaña muy personal.
El modo campaña ofrecerá entre 20 y 60 horas de juego según promete Blizzard, dependiendo de las ganas de explorar que tenga el jugador. Una de las novedades más destacadas es la posibilidad de elegir entre diferentes misiones, lo cual afectará algunos elementos de la jugabilidad como el progreso tecnológico o la evolución de los personajes, por lo las decisiones del jugador se ven reflejadas en beneficios de distinta manera en el juego, dando muchas posibilidades a un desarrollo muy personal. Además, a la posibilidad de diferentes rutas de juego en el desarrollo de la historia se le añaden pantallas secundarias que el jugador puede escoger con intenciones de obtener diferentes tipos de premios, como mejoras, detalles de personalización, recuerdos de los personajes, etc.
Para acceder a estas misiones secundarias, al finalizar algunas de las fases principales del juego, podemos ir al bar de un viejo amigo y allí comprobar en un tablón de anuncios diferentes misiones que el jugador podrá seleccionar. A parte de ser retos para el jugador un poco más complejos que los del hilo principal, son también fuentes de información y una manera extra de obtener recursos útiles para las misiones principales. La idea de viajar a través del universo de StarCraft, pudiendo visitar los diferentes planetas y aprender la historia y los detalles de cada rincón, hará que cualquier fan de la serie disfrute enormemente cuando lo juegue, mejorando bastante la experiencia del modo de un solo jugador respecto al primer juego. Con todo, podemos asegurar que la profundidad y rejugabilidad del modo campaña está asegurada, y esperamos poder descubrir muchas sorpresas cuando tengamos la versión final.
Y las batallas más duras del universo.
Aunque las novedades del modo campaña son un fantástico incentivo para jugar al juego (y aprender a fondo el uso de las diferentes unidades), sin duda el motivo por el que muchos jugadores están esperando StarCraft II: Wings of Liberty es su modo multijugador, del cual pudisteis leer unas impresiones detalladas . Los jugadores podrán jugar batallas con sus amigos o bien con otros jugadores tanto mediante una búsqueda manual de partidas como con una selección de jugadores de nivel similar. También pueden participar, solos o en partidas en grupo de hasta 4 contra 4, en las diferentes ligas que se suceden en el juego. Sin duda uno de los grandes problemas del juego original era que formar un clan estaba excluido del interfaz del juego, por lo que las partidas entre clanes carecían de una puntuación oficial. Y este es uno de los puntos clave donde se agradecen los años que han pasado desde el primer juego.
Sin duda, lo más importante ha sido poder probar la red social del nuevo Battle.net, el servicio de juego online del juego, sin costes extra más allá de la adquisición del juego. Ahora podemos añadir amigos bien escribiendo su seudónimo, su correo electrónico o a través de la red social Facebook, pues con solo añadir la cuenta de Facebook se indica los amigos que tienen el juego asociado, por lo que enviarles una petición de amistad es muy sencillo.
Una vez con los amigos, pudimos probar la creación de grupos, el chat por voz y el chat por texto. Con la creación de grupo, se facilita que todos los jugadores de un grupo participen en la misma partida, una mejora enorme respecto al original en donde los usuarios tenían que entrar todos al mismo tiempo para no quedarse fuera de la partida si esta no se quería en privado. El chat por voz incluido en el juego, funciona a las mil maravillas, y pudimos comunicarnos con los que estaban fuera de la partida a través de una ventana de chat, accesible mediante un icono en el interfaz del juego o bien mediante un atajo de teclado.
La inclusión de los grupos en el sistema de juego online es un paso más allá para el juego cooperativo, pues ahora los grupos formados por personas pueden participar en las partidas puntuadas, con su correspondiente rango de nivel, ajustes de partida, etc. sin que haya compromiso alguno para el juego individual, pues se puede mantener competiciones con distintos grupos y que la puntuación afecte individualmente a los diferentes tipos de competiciones de nuestro perfil.
La verdad es que la única cosa que hemos encontrado a faltar ha sido la posibilidad de jugar al modo campaña, o algo parecido, de modo cooperativo, lo que hubiera sido rizar el rizo. Aunque viendo las posibilidades del editor más adelante comentadas, creemos que a es algo que no se echará en falta. Otro elemento que nos preocupa un poco, es que StarCraft II: Wings of Liberty no tendrá opción de juego en red local, ya que Blizzard ha decidido negar esta posibilidad para que todos los jugadores tengan que pasar por Battle.net, donde se guardan todos los datos del jugador, y suponemos que también como medida contra la piratería. Lo cierto es que en nuestras sesiones de juego dentro de una red local conectándose a Battle.net, no tuvimos apenas problemas de conexión, más allá de abrir los correspondientes puertos.
También podemos confirmar la existencia de logros en el modo multijugador, aunque la mayoría de ellos son objetivos de reiteración de partidas, como por ejemplo ganar 20 partidas en un 1 contra 1 con Terran, también hay logros que destacan en particular una habilidad del jugador, no disponibles antes del cierre de la beta.
Galaxy Editor: la herramienta para que el juego sea infinito.
Si bien hemos hablado del modo para un solo jugador y el modo multijugador del juego, queda comentar uno de los elementos clave. Y es que, como bien se demostró en el pasado, si el sistema para el multijugador estaba originalmente pensado para hacer partidas competitivas, gracias al potente editor de mapas que se incluía en el juego muchos modos de juego alternativos, tanto competitivos como cooperativos, surgieron de la comunidad de jugadores. En StarCraft II: Wings of Liberty tendremos el Galaxy Editor, el editor de mapas incluido, que pretende continuar el arrollador éxito de StarEdit, el editor de mapas del StarCraft y con el cual se crearon miles de mapas que han mantenido a la comunidad activa hasta hoy en día. En Blizzard sabe de su importancia, y por ello han dedicado un equipo de desarrollo íntegramente al editor, lo que explica la potencia de esta herramienta.
Las posibilidades que brinda van mucho más allá de las que ofrecía el original, pudiendo hacer objetivos mucho más complejos, añadir "triggers" (elemento que activan una acción), efectos climatológicos, variaciones de terreno e incluso las unidades del StarCraft original, aparte de muchas otras cosas, sin olvidar que se ofrecerá la posibilidad de añadir scripts en un lenguaje propio, lo que simplemente hace que no sepamos donde está el límite de este editor. De hecho, la comunidad ya está reunida para algo tan complejo como recrear la historia al completo del primer juego, así que estaremos pendientes de cualquier maravilla que pueda surgir de la comunidad de jugadores, pues seguro que tendremos juego para otros 13 años más gracias a ella.
Demonios, ya era hora.
La espera para StarCraft II: Wings of Liberty ha sido demasiado larga, pero estamos a punto de recibir una continuación, seguida luego por dos expansiones, que prometen cumplir todas las expectativas y deseos de los usuarios. Durante la cantidad de horas que ya le hemos dedicado al juego, apenas hemos tenido motivos de queja y no hemos hecho más que disfrutar del magnífico equilibrio que ofrece. Aún mejor, el modo campaña promete horas y profundidad de juego y el modo multijugador tiene todo lo que hoy en día se puede desear, acompañado de un editor de mapas parece brindar infinitas posibilidades al usuario, con lo que significa eso. Lo único malo es que aún faltan unos días hasta el 27 de julio, pero después de todos esos largos años… tampoco nos vamos a quejar ahora, ¿verdad? Tan pronto lo recibamos prometemos disfrutarlo y daros un completo análisis del juego lo antes posible.