Facepunch Studios es otra de las empresas desarrolladoras que ha comprendido a la perfección lo que supone iniciar un desarrollo en Acceso anticipado. Es por ello que durante estos últimos 3 años no han descansado para mejorar el videojuego tanto a nivel visual como jugable. Este pequeño estudio británico, conocido previamente por desarrollar Garry's Mod, no dudó en reiniciar el proyecto pese al éxito inicial para actualizar el motor gráfico e introducir una gran cantidad de nuevas mecánicas que han permitido un mayor realismo en la supervivencia y más opciones en la construcción.
Estos dos aspectos son los cimientos sobre los que se construye Rust, un videojuego multijugador online en el que nuestro único objetivo es sobrevivir. Inicialmente, solo contaremos con una piedra para recolectar materiales básicos y una antorcha para poder ver en las oscuras noches. A partir de aquí comenzaremos a recolectar todo tipo de materiales con la misión de crear objetos cada vez más complejos y útiles. De esta forma, como suele ser habitual en este tipo de videojuegos, aunque vamos a tener un menú de creación que nos va a indicar los elementos que necesitamos, tendremos que buscar información adicional en internet.
Para poder sobrevivir, Rust ha creado un nutrido catálogo de armas como mazas, arcos, pistolas, explosivos, fusiles, rifles de francotirador o, por ejemplo, escopetas. Además, a medida que vayamos avanzando tendremos la opción de crear complementos que irán desde miras telescópicas hasta punteros láser o silenciadores.
Estas armas, que también podrán ser personalizadas con skins de pago o mediante Workshop en Steam, serán imprescindibles para acabar, no solo con otros jugadores, sino también con la peligrosa fauna que habita la isla.
Cada mundo es diferente
En este sentido, aunque Rust se presenta como un mundo hostil repleto de peligros, se nos otorga la suficiente libertad para explorar, recolectar y evolucionar a nuestro personaje, aunque nunca deberemos relajarnos. Para poder crear una experiencia adaptada a nosotros, Rust ofrece la opción de entrar en servidores oficiales, de la comunidad, personalizados o incluso crear una red local. Gracias a ello podremos encontrar experiencias de juego más tranquilas en pequeños servidores o auténticas luchas por la supervivencia en aquellos que cuentan con más de un centenar de jugadores online.
Cada uno de estos servidores cuenta con un mapa creado de forma procedimental, lo que supone que todos son diferentes entre sí. Sin embargo, cada localización incluye una serie de puntos clave repartidos por el mapa como una central nuclear, un puerto o una base militar. Además, todos los mapas cuentan con tres zonas bien diferenciadas: bosques, desiertos y montañas (cada una de ellas con materiales diferentes), y sus condiciones climáticas repercuten de forma evidente en nuestra supervivencia. Es por ello que tendremos que adaptar nuestra vestimenta según el lugar y vigilar los posibles avisos de calor, frío, humedad o radiación.
Para controlar el bienestar de nuestro calvo protagonista, tendremos tres indicadores: Hambre, Hidratación y Salud. En este sentido, Rust no ofrece una experiencia muy exigente de supervivencia por lo que, aunque tendremos que comer, beber y hacer caso a los avisos ya mencionados, podremos disfrutar jugando sin preocuparnos en exceso de las necesidades fisiológicas de nuestro personaje.
Para ayudar en la supervivencia, además de la búsqueda constante de materiales y objetos, Rust ofrece lanzamientos constantes de suministros mediante aviones. Esta interesante mecánica, que atraerá a todos los jugadores cercanos, nos hará luchar por conseguir los preciados botines de estos paquetes aéreos. Otro punto importante en la mejora de nuestro inventario, es que por todo el mapa iremos encontrando cajas y bidones con suministros, por lo que será importante ir revisando todo lo que veamos a nuestro alrededor.
En definitiva, Rust dispone a día de hoy de un profundo y bien diseñado sistema de creación de objetos y estructuras por lo que, aunque nuestro inventario será limitado y las herramientas se irán desgastando con el tiempo, la evolución de nuestro personaje será constante y equilibrada. En cuanto al control encontramos un evidente refinamiento tanto en la recolección como en el uso de las armas de fuego y cuerpo a cuerpo y, aunque a veces las físicas no reaccionan de forma realista, la experiencia de juego es muy satisfactoria.
Morir forma parte del juego
En nuestra lucha por sobrevivir, las muertes serán más habituales de lo que nos gustaría y es por ello que debemos estar preparados. Lo más importante es que si contamos con un saco/cama podremos reaparecer en el punto en el que esté situado, mientras que si no lo tenemos será obligatoriamente en un emplazamiento aleatorio del mapa. Una vez estemos de vuelta podremos ir hasta nuestro cadáver para recoger las pertenecías y seguir nuestra aventura, siempre y cuando otro usuario no lo haya hecho antes. Por lo tanto, en Rust es muy importante crear una buena fortificación para reaparecer de forma segura y evitar sustos cuando dejemos de jugar. Este último es un punto delicado ya que el título, por norma general mantiene a nuestro personaje activo cuando no estemos jugando, por lo que estaremos expuestos durante horas a posibles ataques y saqueos de otros usuarios.
Facepunch Studios ha creado un completo sistema de construcción que nos permite crear todo tipo de estructuras mediante la recolección de materiales. De esta forma, al igual que sucede con los objetos y las armas, tendremos que reunir una serie de materias primas para crear suelos, paredes, puertas, trampas o escaleras. Gracias a este sistema, a medida que vayamos obteniendo materiales más resistentes como la piedra o el metal, podremos ir evolucionando y ampliando nuestras creaciones iniciales para diseñar auténticas fortalezas. Estas bases serán constantemente atacadas y en muchos casos de forma organizada y masiva, y siempre con el único objetivo de robarnos todas nuestras pertenencias. Es por ello que las construcciones y los asedios se han convertido en el eje fundamental de la jugabilidad de Rust.
Para aportar algo de variedad, Rust ha incluido un mapa especial no procedimental denominado Savas Island. Esta pequeña isla está destinada únicamente al PVP y entre sus características más destacables se encuentran la escasez de puntos de construcción, la gran cantidad de botines de combate y la disposición simétrica de un terreno que comienza en una extensa playa y finaliza en una pequeña colina. Gracias a ello disfrutaremos de una experiencia más rápida, divertida y competitiva de lo habitual.
Otro mapa disponible es Hapis Island, un emplazamiento pensado para ofrecer la experiencia más cercana al mapeado original. En este sentido, Rust ha eliminado recientemente la opción Legacy. Este modo tomaba como base el trabajo realizado por el equipo de desarrollo entre 2013 y 2014, momento a partir del cual decidieron evolucionar tanto gráfica como jugablemente hacia lo que conocemos hoy en día. Sin embargo, ese enfoque más sencillo y accesible estaba muy bien valorado por los usuarios, por lo que ahora, tras la polémica retirada del modo Legacy, Hapis Island es el acercamiento más fiel a la propuesta inicial.
Una evolución notable
Desde que Rust diese el salto a Unity 5 la evolución visual del título ha sido constante y muy acertada, pudiendo disfrutar a día de hoy de un videojuego realmente llamativo a nivel visual. Uno de sus puntos fuertes es el gran trabajo realizado con el sistema de luces, tanto en espacios cerrados como en mundo abierto, donde encontramos ciclos día/noche cargados de detalles. El videojuego también ofrece texturas en alta resolución y un detallado y frondoso entorno natural. Además, al iniciar el videojuego se nos ofrece la posibilidad de utilizar DirectX 11 o DirectX 12, esta última, una opción que todavía está en desarrollo y que presenta serios problemas visuales.
Como es lógico, también podremos elegir entre varias configuraciones gráficas según las características de nuestro equipo o adentrarnos en multitud de parámetros para ajustar al máximo el rendimiento visual. Sin embargo, también existen problemas evidentes ya que, aunque el trabajo de mejora es constante, el título presenta problemas de popping, una tasa de fotogramas por segundo poco estable y un rendimiento mal optimizado incluso en los equipos más punteros.
El título cuenta con una buena sonorización de la naturaleza y los objetos, lo que permite una mayor inmersión. Además, la banda sonora es un buen acompañamiento y no interfiere mucho en la jugabilidad, algo fundamental para poder estar atentos a todo lo que nos rodea. Finalmente, el título está traducido al castellano, pero solo parcialmente y en ocasiones no con mucho acierto, algo que deberían solucionar.
Seguir mejorando
A día de hoy, después de más de tres años de desarrollo, Rust es una propuesta muy completa que sigue en constante evolución, algo que ha permitido fidelizar a sus jugadores y atraer a nuevos usuarios. Constantes actualizaciones jugables y visuales, una comunidad muy activa y un equipo de desarrollo volcado en ofrecer una experiencia cada vez más interesante, son algunos de los factores fundamentales para considerar a Rust un ejemplo dentro de los early access. Sin embargo, antes de su lanzamiento definitivo (que a día de hoy no tiene fecha concreta) se deben pulir muchas mecánicas, ampliar las opciones jugables, revisar la traducción y mejorar el rendimiento.
Hemos escrito estas impresiones con un código que nos ha proporcionado Facepunch Studios.