El género de los battle royale ha nacido y evolucionado gracias a la brillante y prolífera comunidad de modders. Entre todos ellos destaca Brendan Green, principalmente, por su excelente trabajo en los mods para la saga ArmA denominados Battle Royale, aunque también participó en el reciente H1Z1: King of the Kill. Ahora, gracias a su fichaje por la desarrolladora Bluehole, ha podido crear Playerunknown's Battlegrounds, un título que se lanza en Acceso anticipado y que, aunque tiene aspectos por pulir, ha sorprendido por su profunda y emocionante jugabilidad.
El concepto básico del videojuego es muy sencillo, cien personas saltan desde un avión a una isla desierta sin nada con lo que protegerse y con el objetivo de ser la última persona con vida. Bajo esta sencilla idea se da forma a un multijugador online realmente exigente y cargado de detalles interesantes que, aunque está en una fase temprana de su desarrollo, ha demostrado un enorme potencial.
A la hora de entrar a jugar podremos escoger entre varios modos de juego: el más conocido es Solo, el cual nos hace competir en solitario contra el resto de jugadores; otra posibilidad es Duo, modo en el que jugaremos con un amigo o en un binomio aleatorio creado mediante matchmaking; por último, Squad nos ofrece la posibilidad de crear o entrar escuadras con hasta cuatro jugadores. Sin duda, aunque la jugabilidad se vuelve más exigente y tensa en solitario, la opción de formar un equipo con amigos es genial para coordinarnos y disfrutar de partidas más emocionantes.
Solo puede quedar uno
Estos modos de juego se rigen por las mismas reglas: al poco tiempo de empezar aparecerá un círculo blanco que marcará la zona del mapa a la que debemos dirigirnos, siendo nuestro objetivo estar dentro de la misma para evitar morir. Este primer círculo blanco aparecerá por primera vez de forma aleatoria, cerrándose posteriormente en círculos concéntricos más pequeños. El área de juego lo marcará una segunda circunferencia azul que irá moviéndose hasta acoplarse con el círculo blanco, momento en el que se detendrá hasta reanudar su marcha cuando aparezca una nueva área más pequeña.
El avión del que saltaremos realizará un vuelo diferente con cada nueva partida e inicialmente no conoceremos la zona en la que se ubicará el área de juego. En nuestro salto en paracaídas podremos optar por caer sobre una ciudad grande, con más suministros y enemigos, o en una zona algo más aislada y sin tantos objetos disponibles. Independientemente de nuestra decisión, los primeros minutos serán vitales para armarnos y encontrar enseres de valor.
Lo primero que tendremos que hacer nada más tocar tierra, será encontrar armas y munición con las que defendernos. En este sentido, el videojuego ofrece un buen plantel de fusiles de asalto, subfusiles, escopetas, pistolas y rifles de francotirador, muchos de ellos con multitud de objetos de personalización para mejorar su rendimiento. Además, todas estas armas cuentan con comportamientos muy realistas, por lo que será imprescindible medir bien las distancias y aguantar la respiración antes de cada disparo.
Por el mapa también recogeremos todo tipo de explosivos y armas cuerpo a cuerpo como machetes, barras de uña o sartenes, las cuales nos pueden salvar de una situación complicada. Todas estas armas y objetos estarán repartidas de forma dispersa por cada una de las casas, por lo que no tendremos problemas a la hora de encontrar suministros. Para mejorar nuestro equipo también deberemos conseguir cascos y chalecos antibalas, los cuales nos aportarán protección adicional. En este sentido, todas las camisetas, guantes, pantalones, máscaras o botas que vayamos encontrando serán solamente elementos decorativos, por lo que no mejorarán nuestro rendimiento.
Pese a estar bien equipados, los enfrentamientos contra otros jugadores serán realmente peligrosos. Es por ello fundamental llevar medicinas, vendas y analgésicos que nos permitan recuperar salud. Si la cosa se pone fea, nuestros compañeros podrán darnos cualquier objeto de su inventario e incluso revivirnos en caso de caer en combate, algo que fomenta la cooperación. Por último, para poder llevar un equipo nutrido y variado será fundamental encontrar una mochila que amplíe los espacios en el inventario.
Con el objetivo de favorecer la movilidad y evitar que nos fortifiquemos en zonas bien protegidas, se han instaurado varias mecánicas: la primera de ellas es el lanzamiento de paquetes aéreos con suministros, que irán cayendo de forma aleatoria por el mapa con armas, vestimentas y objetos de alto nivel; otra idea de diseño muy interesante son los ataques aéreos, los cuales abarcarán grandes extensiones de terreno y nos obligarán a movernos hasta zonas protegidas.
Debido a la gran extensión del mapa, hay disponibles varios medios de transporte, aunque no serán muy habituales. Entre ellos encontramos coches, camiones, buggies, motos o lanchas, necesitando gasolina algunos de ellos para poder arrancar. Sin duda, son una forma genial para cubrir largas distancias, sin embargo, nos convierten en un blanco fácil y muy ruidoso para el resto de jugadores. Estos vehículos también pueden ser compartidos con otros jugadores, que podrán usar sus armas para defendernos.
Encontrarnos con otros jugadores será menos habitual de lo que podemos llegar a pensar, ya que, aunque somos cien personas dando vueltas por el mapa, la zona inicial es bastante grande. Sin embargo, en caso de tener que enfrentarnos vamos a gozar de un pulido sistema de desplazamiento que nos permite correr, andar, agacharnos o reptar, pudiendo también apuntar de forma lateral o correr mientras miramos hacia atrás para comprobar si alguien nos sigue. Por último, contaremos con un sistema de apuntado en tercera y primera persona, siendo este último mucho más preciso.
Mala optimización
El mapa de juego es realmente grande y se ha utilizado el potente motor gráfico Unreal Engine 4 para dotarlo de un gran sistema de iluminación, texturas en alta definición y una frondosa vegetación, aunque hay apartados como las animaciones o las físicas que deben ser revisados. En este extenso mapa de ocho kilómetros cuadrados vamos a encontrar ciudades, pueblos, casas aisladas, fábricas e incluso un enorme base militar, todo ello con un diseño artístico muy bueno que dota de un gran realismo a cada emplazamiento. El título también cuenta con variaciones climáticas que, al igual que la vegetación, no solo son importantes a nivel estético, sino que afectan significativamente a la visibilidad.
Pese a todas estas bondades técnicas, durante los primeros días el videojuego ha mostrado una mal optimización que ha impedido mantener una tasa estable de 60 fotogramas por segundo incluso en equipos con una Nvidia GTX 1080. Esto ha provocado que algunos usuarios de Steam hayan devuelto el título, a la espera de que se arreglen dichos problemas. Cerrando el apartado audiovisual, disfrutaremos de efectos sonoros muy realistas y contundentes tanto en armas como vehículos. Por último, el videojuego llega completamente traducido al castellano.
Un futuro prometedor
Playerunknown's Battlegrounds ha conseguido un brillante equilibrio jugable entre el realismo más exigente de los juegos de supervivencia y la acción táctica de shooters como Arma. Esto también provoca que, aunque inicialmente el juego pueda parecer sencillo, a medida que vayamos jugando iremos descubriendo toda su profundidad y elevada dificultad.
Todo esto da como resultado una propuesta con un enorme potencial que, aunque algo escasa en contenido y con algunos problemas de rendimiento gráfico y jugables, ha sabido llevar a lo más alto a un género tan divertido como este. Sin embargo, todavía existe mucho margen de mejora y, aunque está en una fase temprana de desarrollo, Bluehole debe mantener vivo al videojuego con constantes actualizaciones y nuevos contenidos que aprovechen su acertado planteamiento.
Hemos escrito estas impresiones con un código de descarga que nos ha proporcionado Reverb Communications.