2016 es una fecha muy importante y señalada para Blizzard, una de las compañías más importantes y con más seguidores de la industria. No en vano, acaba de cumplir la nada despreciable cifra de 25 años, tiempo en el que nos han ofrecido juegazos de la talla de StarCraft, Warcraft o Diablo, su trío de ases más conocido y con el que consiguieron alcanzar el estrellato.
Pero tras 17 años sin crear ninguna saga ni licencia realmente nueva, esta primavera por fin asistiremos al lanzamiento de una serie creada por Blizzard desde cero y que desde su anuncio no ha dejado a nadie indiferente: Overwatch. Nuevo mundo, nuevo universo, nuevos personajes e incluso nuevo género, ya que hasta ahora el estudio californiano nunca se había atrevido a realizar un título de acción en primera persona.
Evidentemente, tal y como suele ser habitual en esta compañía, no nos encontramos ante un shooter multijugador al uso, ya que la forma en la que su equipo de desarrollo entiende el género es muy diferente a lo que hemos ido viendo en los últimos años, algo que tal y como os contamos en nuestras anteriores tomas de contacto con él, aporta frescura dentro de un mercado cada vez más saturado y falto de ideas.
Ahora, y tras un parón de un par de meses, su beta cerrada vuelve a estar online, lo que nos ha permitido comprobar de primera mano muchas de las características en las que el estudio está trabajando, como su sistema de progresión o modos de juegos, y cada vez tenemos más claro el enorme potencial que posee para convertirse en otro de los grandes éxitos de la compañía y atrapar a miles de jugadores con su genial propuesta.
Por si os perdisteis algunos de nuestros anteriores avances, decir que estamos ante un juego de acción multijugador online en el que dos equipos de seis jugadores se enfrentan para hacerse con la victoria. Una de sus características más importantes y destacadas es que aquí no seremos un simple soldado genérico, sino que encarnaremos a uno de los 21 héroes que hay disponibles.
Cada uno de ellos nos ofrece una serie de características y posibilidades totalmente únicas y tremendamente diferenciadas de las del resto, lo que hace que pasar de uno a otro sea prácticamente como cambiar de juego. Aprender a moverse con la mayoría de ellos es sorprendentemente fácil, ya que se trata de un título muy intuitivo y accesible, aunque dominarlos es otra historia muy diferente.
Hay muchísimas técnicas avanzadas y pequeños entresijos que tendremos que tendremos que descubrir para sacarles todo el partido posible, y no solo eso, sino que aquí el juego en equipo resulta imprescindible, por lo que además de aprender a controlar a nuestro héroe nos tocará saber compenetrarnos con nuestros compañeros para realizar posibles combinaciones y cubrir todos los posibles puntos débiles para arrasar a nuestros rivales. De hecho, la comunicación entre los miembros de un mismo equipo es tan importante que se han añadido todo tipo de opciones de chat, chat de voz y frases rápidas para que podamos diseñar estrategias incluso con desconocidos.
En esta beta ya tenemos disponibles todos los héroes confirmados para el lanzamiento (en el caso de que se introduzcan más, los recibiremos de forma gratuita, al igual que los modos y mapas que lleguen tras su estreno), y no podemos más que aplaudir a Blizzard por el enorme carisma que desprende la plantilla, la cantidad tan inmensa de estilos de juego que nos ofrecen sus personajes y la originalidad de la que hacen gala la mayoría de ellos.
En cuanto sus novedades, nos encontramos con una nueva variante del modo clásico (donde un equipo atacaba para llevar un cargamento hasta la base rival y otro tenía que impedirlo) mucho más orientada a la acción directa. En él aparecerá una base en un determinado punto del mapa y ambos equipos tendrán que luchar por hacerse con su control. Una vez conquistada empezaremos a rellenar un medidor que si llega al 100% nos garantizará la victoria de dicha ronda, aunque para ganar definitivamente la partida tendremos que vencer a nuestros rivales al mejor de tres.
Como podéis imaginar, al concentrar toda la acción en el mismo punto del escenario, los tiroteos son constantes y no hay ni un solo segundo de descanso, volviendo a demostrar las ganas que tienen en el estudio de crear un shooter rapidísimo, dinámico y muy frenético en el que la colaboración sea nuestra mejor arma. Esta modalidad solo está presente en unos pocos mapas y solo la podremos jugar si al buscar partida nos tocan esos escenarios concretos, por lo que no podemos seleccionar manualmente el modo que queremos jugar.
Por otra parte, se ha añadido la posibilidad de jugar partidas cooperativas contra la IA, perfectas para probar héroes y aprender a controlarlos, ya que esta no suele dar muchos problemas, algo que los más novatos seguro que agradecen al tener la opción de poder empezar a disfrutar del juego sin la obligación de enfrentarse a otros jugadores.
Finalmente, las Partidas Personalizadas cuentan ahora con una gigantesca cantidad de posibilidades de configuración, pudiendo retocar hasta el último detalle, como prohibir héroes concretos, permitir cambiar de personaje durante las partidas o no, seleccionar mapas y modos, y un largo etcétera, lo que debería agradar al sector más competitivo, permitiendo que los equipos experimenten y entrenen en un campo de pruebas totalmente personalizable, dejándonos muy claro el objetivo que hay de convertir a Overwatch en uno de los nuevos referentes de los eSports.
Otra de las novedades de esta nueva beta la tenemos en la inclusión de su sistema de progresión. Como el equilibrio del juego es lo primero, Blizzard ha apostado por recompensarnos con todo tipo de artículos meramente estéticos que no nos den ninguna clase de ventaja durante las partidas, aunque eso no significa que no sean lo suficientemente interesantes como para animarnos a seguir jugando.
Entre ellas nos encontraremos con iconos de jugador, aspectos, gestos, grafitis, frases, poses de victoria e introducciones especiales que aparecerán cuando consigamos realizar la jugada destacada de la partida (todas ellas realizadas con mucho gusto y estilo). Todo esto lo podremos encontrar en cajas de botín que obtendremos al subir de nivel con la experiencia que obtengamos al jugar partidas (dependiendo de nuestro rendimiento ganaremos más o menos), aunque nunca sabremos qué es lo que esconden en su interior hasta que las abramos, como si fueran sobres de cartas. Si nos toca un objeto repetido, este se transformará en créditos que podremos invertir para comprar trajes, apariencias y variaciones de color para nuestros héroes.
Según ha explicado la compañía, en un futuro pretenden introducir la posibilidad de comprar cajas de botín a cambio de dinero real, aunque por lo que hemos jugado, el ritmo de desbloqueo de objetos es muy aceptable y cada pocas partidas recibiremos una caja, aunque queda por ver si se incluirán otras alternativas para obtener recompensas. De momento, este sistema nos ha gustado mucho, ya que a nivel jugable no aporta nada, pero consigue picarnos y engancharnos para seguir jugando e intentar obtener ese traje que tanto nos gusta o esa pose de victoria con la que presumir ante los demás.
En cuanto a su apartado gráfico, hemos notado una mejora en su rendimiento respecto a la beta anterior al mismo tiempo que mantiene ese aspecto cartoon que tan bien le sienta y que tanta personalidad le da al juego, con unos escenarios detalladísimos y repletos de elementos, así como unos modelados de personajes realizados con mucho mimo y cuidado.
La banda sonora sigue siendo un elemento que está ausente durante la mayor parte de la partida, aunque cuando hace acto de presencia nos regala unos temas muy épicos e intensos que hacen que la emoción de las partidas se dispara, como el que suena cuando apenas quedan 30 segundos para que finalice la ronda. Los efectos son variadísimos y suenan con muchísima contundencia, mientras que el doblaje español está repleto de grandes actores del cine y de la televisión, incluyendo a Ramón Langa, la voz habitual de Bruce Willis en España.
Overwatch sigue mejorando poco a poco, incluyendo cada vez más opciones, mapas, características, modos y contenidos. Si a esto le sumamos la genial base que ya tiene de por sí el juego, queda claro que apunta a ser uno de los lanzamientos más importantes de este año y, al igual que el resto de producciones de Blizzard, un título del que tardaremos mucho en cansarnos.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar en PC a la beta cerrada.