La leyenda de Shambala ha ejercido las últimas décadas un poderoso atractivo en Occidente, desde que James Hilton llamase a esta utopía budista Shangri-La en su libro Horizontes Perdidos en 1933. La historia se ha llevado al cine en diversas ocasiones, la primera por Frank Capra en 1937 en una estupenda película, y la segunda en 1973 por Charles Jarrott en una versión mucho menos afortunada. Ahora Animation Arts (Secret Files) retoma el mito budista para su nuevo trabajo, Lost Horizon. Tras haber probado la primera fase parece que se hará muy larga la espera antes de probar el resto del juego.
El título Lost Horizon parece un homenaje a la película de Capra más que al libro de Hilton, ya que únicamente recoge de la historia la existencia de una Shambala oculta a todo el mundo y sí tiene referencias visuales al film.
De hecho, uno de los mayores encantos del juego es lo bien que refleja las influencias del mejor cine de aventuras de las décadas de los 30 y los 40. Desde la tipografía que se ha utilizado para el título de Lost Horizon a sus personajes o los planos de los vídeos, todo exhala un aire cinematográfico a otros tiempos.
Una jugabilidad con cuidados tintes clásicos
Animation Arts utiliza en sus títulos una jugabilidad clásica, y en Lost Horizon el estudio ha decidido convertir esas referencias al pasado en su seña de identidad con estilo, respeto y humor. Un juego que no innove en sus bases debe ofrecer otro atractivo al jugador, y en este caso esa baza puede jugarla la tremenda personalidad que muestra Lost Horizon con un planteamiento inteligente, unos personajes carismáticos y un aspecto simpático.
Lost Horizon recupera de Secret Files una ayuda opcional que muestra todos los objetos con los que puedes interactuar, con lo que no necesitas explorar toda la pantalla con el ratón para descubrir qué puedes hacer. Pero de pronto el estudio te sorprende dando una vuelta de rosca al concepto de point´n´click, demostrando que sigues necesitando observar con sumo cuidado todo lo que tienes en pantalla.
No es que los puzles sean muy difíciles; suelen seguir una lógica detectable rápidamente por cualquier aficionado al género, pero sí son entretenidos. En ocasiones siguen un modelo "matrioska" en el que para resolver un enigma necesitas un elemento que sólo conseguirás si solucionas otro puzle que únicamente podrás descifrar si obtienes un objeto que… por suerte, tanto para estos casos como para aquellos en los que hayas estado un tiempo sin tocar el título tienes la opción de recordar cuál es tu siguiente objetivo para avanzr por una historia prometedora.
Los escenarios han sido realizados con gran nivel de detalle, pero lo que más destaca es el diseño de los personajes, todos los que aparecen en este principio del juego tienen una personalidad arrebatadora y muy bien plasmada; desde la femme fatale que actúa en un tugurio de Hong Kong mezcla de Anna May Wong y Mae West al tuerto ayudante del protagonista, pasando por el socarrón camarero o en estirado ayudante del gobernador. El propio protagonista, Fenton Paddock, tiene aparentemente un aire a lo Indiana Jones visto en mil ocasiones, pero pronto descubres que tiene un pasado más rico, que se trata de un hombre baqueteado por las circunstancias y con un trasfondo de bienhechor regido por sólidos valores éticos. Su socarronería y chulería esconden un gran corazón y un hombre vulnerable. Las referencias a la serie Indiana Jones son numerosas y constituyen uno más de los guiños del estudio al género de aventuras.
Una vuelta a las raíces del género para mantenerlo vivo
Lost Horizon reconduce la aventura gráfica por las virtudes más básicas del género. Huye de los puzles ilógicos y absurdos que te llevan a intentar combinaciones imposibles, y deberás tener en cuenta lo que puedes hablar con cada personaje en cada momento; las conversaciones no son simples excusas; están vivas y pueden ser la clave para seguir avanzando si eliges la opción adecuada en el momento correcto. Esta vuelta a las raíces propina la fuerza y calidad necesarias para seguir hablando de un género que sigue dando títulos destacados y buenos momentos aunque algunos se empeñaron en darle por moribundo hace años.
En ningún momento te sentirás frustrado si sabes leer bien las pistas que el juego te da en pantalla. Lost Horizon viene de frente y busca la complicidad del jugador para implicarle en su historia. Y ésta promete ser interesante e intensa. Al principio de la historia vemos a Richard, un joven británico, acompañado de un monje budista herido y de otro joven que son perseguidos por los nazis. Llegan a una sala oculta donde el monje antes de morir le informa que podrá acceder a un lugar secreto que debe proteger. La acción se traslada a Hong Kong, donde Paddock tiene problemas con la mafia china.
El personaje parece un simple aventurero, pero cuando lo llama el gobernador británico descubrimos que se trata de un ex oficial británico que fue expulsado del ejércido con deshonor por un turbio asunto. El gobernador le pide rescatar a Richard, que resulta ser amigo de Paddock desde la academia, además de hijo del gobernador. Pero no será tarea fácil toda vez que los nazis y la tríada están también interesados en encontrarle. Richard estaba buscando en el Tibet el idílico Shambala, un lugar dominado por la bondad cuyos habitantes han encontrado la paz espiritual y disfrutan de una extraordinaria longevidad. Todo indica que Paddock deberá solucionar ese asunto de su pasado al mismo tiempo que recupera a su amigo y descubre el paraíso terrenal, recorriendo medio mundo.
Los vídeos dominan la acción y los puzles recogen lo aprendido en Secret Files
Los homenajes cinematográficos son más que simples referencias visuales o encuadres del juego. En realidad, Lost Horizon es una película interactiva en la que los vídeos suponen buena parte del tiempo pero, al menos en esta primera toma de contacto con el título, esto no supone una ralentización ni hace que sea aburrido, ya que los puzles encadenados constituyen un incentivo, igual que la posibilidad de transferir objetos entre diversos personajes e incluso de jugar con otro personaje diferente, como ya sucediera en Secret Files. Como no podía ser de otra forma; el estudio ha sabido aprovechar sus propias bazas.
Lost Horizon ha mostrado que es estudiadamente clásico con una jugabilidad que bebe también de las fuentes más primigenias de la aventura gráfica point´n´clik con una factura impecable y múltiples guiños al jugador. Pero aún quedan unos meses para saber si el desarrollo del juego responde a las prometedoras expectativas de esta toma de contacto y si el Shambalade Animation Arts es realmente un lugar en el que merece la pena quedarse un tiempo.