Hollywood es una fuente inagotable de recursos. Ya sea para elaborar guiones sobre su peculiar filosofía de vida o simplemente para representar cómo funciona la industria de puertas adentro, con el paso de los años hemos recibido bastantes propuestas basadas en el imaginario de la industria cinematográfica. Hollywood Animal es la última en sumarse a la lista. En él, nos ponemos en la piel de un productor que decide comprar un estudio de cine venido a menos para construir un imperio empezando desde lo más bajo. Para ello, primero debemos crear nuestra pequeña base de operaciones en la que figuren todos los elementos necesarios para que un filme llegue a buen puerto. Desde las primeras fases creativas, empezando de cero un guion, hasta atar los últimos cabos sueltos en las fases de posproducción y distribución: todo depende de nosotros…, y también en cierto modo del personal que elijamos contratar para que nos ayude en tan arduo proceso.
El eslogan de Hollywood Animal lo deja bien claro desde el principio: "Haz cine, aunque alguien tenga que morir". Ya se sabe que la industria hollywoodiense es conocida, entre otras muchas cosas, por su mala praxis a la hora de lidiar con determinados temas.
Durante años, los más escabrosos, como los abusos sexuales o el tráfico de influencias, han estado ocultos debajo de la alfombra ante la mirada pasiva de muchos que prefirieron callar a denunciar. Otros, tal vez no tan escabrosos pero igual de imperantes, como el racismo o el machismo, forman parte ya no solo de la industria, sino en general de la sociedad estadounidense de la época.
Las luchas sociales como el movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos lograron, con el paso de las décadas, establecer justicia ante este tipo de comportamientos. Dicho en otras palabras: la industria de Hollywood es, en gran parte, un reflejo de cierta parte de la sociedad de Estados Unidos, y como tal se refleja con el paso de los años en la progresión del juego.
¿Imita el arte la vida, o la vida el arte?
No explicamos todo esto como crítica social, sino por la importancia que tiene dentro del contexto del juego. Nuestra andadura en el mundo de la industria audiovisual comienza en 1929, poco después de que aparezca el cine sonoro. Es el ocaso del cine mudo y de un tipo de profesional de la interpretación que tiene ciertos problemas para adaptarse a la rápida evolución del séptimo arte. En esta época, y esto es algo que se explica desde el minuto uno, el racismo y las injusticias sociales son un problema rampante de la sociedad, y como tal se manifiesta en el estilo que emplean los guionistas para escribir sus historias. Es decir: además de gestionar nuestro estudio, también debemos tener en cuenta las particularidades de cada año en el que nos encontramos, algo que se verá reflejado en la calidad del producto final que lanzamos al mercado.
Pero no nos adelantemos a los acontecimientos. Hollywood Animal es el último retoño del estudio Weappy Studio, a quienes hasta el momento conocíamos principalmente por su trabajo en This is the Police. Su objetivo en este proyecto está claro: seguir el estilo de los juegos que mezclan simulación y estrategia, con vista isométrica, un tono mayormente relajado y el uso de una ambientación muy lograda que va cambiando en función de la década en la que nos encontremos.
El apartado gráfico, que ha variado ligeramente desde que el juego fuese anunciado por primera vez, mezcla toques artísticos con animaciones sencillas en las que podemos ver a transeúntes yendo de un lado a otro apresuradamente por la calle o a unos obreros colocando andamios para levantar el siguiente edificio que formará parte de nuestro imperio. A juzgar por lo que hemos podido disfrutar en el Early Access al que hemos tenido acceso, la parte visual del título es más funcional que otra cosa, funciona en sistemas poco potentes y deja entrever lo justo y necesario para ponernos en situación.
Además de su peculiar estilo visual, el juego también aboga por emplear una banda sonora apropiada para la época inicial en la que empezamos a jugar, con jazz de distintas vertientes sonando de forma implacable por los altavoces, así como otros estilos más relajados en momentos de menor tensión. Los menús son simples y accesibles, aunque en ellos no encontraremos muchas opciones de configuración. Lo que vemos es, a grandes rasgos, lo que hay.
En nuestra experiencia, y a sabiendas de que estamos ante una versión todavía en las fases iniciales del proyecto, hemos sufrido algunos cuelgues y problemas a la hora de guardar la partida que han resultado algo molestos, amén de provocar que tengamos que repetir con cierta frecuencia acciones que realizamos antes de que el juego nos lleve por volandas al escritorio. Contamos con que estos problemas se vayan solucionando con nuevos parches y actualizaciones. Teniendo en cuenta esto, pasemos a revisar cuál es exactamente el camino por el que transita la mecánica de juego. Quiero ser un magnate de la industria, pero ¿cómo lo consigo?
Un ejemplo de cómo funciona el séptimo arte
Pues muy sencillo: por el principio. Al empezar la partida podemos elegir tanto el nombre como el logo de nuestro estudio. Luego, pasamos a bautizar a tres miembros fundamentales de nuestra plantilla: un director jurídico, una directora de comunicaciones y un director financiero, lo que nos da una idea de la importancia de tener que elegir al personal adecuado para que nos eche una mano. Después se nos plantea una situación hipotética: hemos recibido el metraje de una película sin terminar junto con las instrucciones del estudio. La película nunca se llegó a editar, pero el rodaje sí que se terminó. En el caso de terminar la obra, ¿cómo se llamaría? Podemos elegir entre tres opciones, que en realidad simbolizan tres estilos de cine: el cine negro o noir; la comedia romántica y el cine de acción y aventuras. Como no podía ser de otra manera, nos decantamos por El mensajero de la muerte, una de esas intrigas detectivescas tan propias de la época. Poco después comenzamos a desgranar los ingredientes de un buen exitazo de taquilla: temática principal, nombre y rasgos del antagonista; selección de una joven promesa en ciernes como protagonista…
Son, en fin, los rasgos que debemos tener en cuenta a la hora de valorar si los ingredientes de una película son los adecuados o no para el éxito. Y si tenemos alguna duda, tampoco hay por qué preocuparse, porque tenemos la suerte de contar con un equipo de preproducción que se encarga de otorgar una valoración tanto comercial como artística a nuestra obra. Tal y como se indica en el tutorial del inicio, contratar a actores famosos es la manera más segura de potenciar el atractivo de la cinta en ambos sentidos. No obstante, de la valoración dependen también otros factores, como la calidad de los escenarios o la modernidad del equipamiento.
Comercio versus arte
Existen otros factores que pueden influir a la valoración final y que son, como también sucede en la vida real, un poco aleatorios: en el ejemplo de El mensajero de la muerte, la promesa en ciernes que iba a ser nuestro protagonista estrella enferma a mitad del rodaje, prologando no solo la duración de este, sino también las iras de los aficionados que estaban deseando ver cuanto antes la película. Como no hay mal que por bien no venga, este suceso provoca que, antes de tener que lamentar su triste fallecimiento, este ofrezca la mejor interpretación de su vida, otorgando a la cinta un valor artístico extra que antes no existía.
Al final, todos estos datos (géneros que toca el guion, actores, equipo, etcétera) se reúnen en una carta de producción en la que también figura la primera proyección del presupuesto que hemos gastado…, sin contar con los gastos de edición, composición, revelado, grabación de música y de sonido, para los que también tendremos que contratar a los profesionales indicados. Cuanto más dinero gastemos en ellos, mejores serán los resultados de su trabajo, pero obviamente también aumentará el gasto total que realicemos.
Un presidente que empieza de cero
Como CEO de un estudio de cine empezamos de cero, por lo que primero tenemos que acostumbrarnos a nuestras nuevas oficinas centrales. Alrededor de ellas hemos de construir los departamentos que forman el engranaje de la compañía, como el de guiones, el de postproducción; oficinas de mantenimiento, distribución… Sin embargo, más allá de decidir qué y cuándo construir estos edificios, no tendremos que preocuparnos por adecuar las carreteras y los accesos en su entorno, ya que en Hollywood Animal este proceso es completamente automático.
Además de tener en cuenta a qué tipo de personal contratamos, tenemos que ser conscientes de que en el mundo del cine hay algunas barreras que no se pueden solventar sin dinero, dinero que tendrá que caer en el bolsillo de quienquiera que sea el responsable en cuestión que esté poniendo pegas para que nuestra película se estrene en la mejor franja posible o en el mayor número de salas de las que se disponga en cada momento. Es decir: a veces no nos quedará más remedio que untar con sobornos (en un principio se denomina aquí dinero en efectivo, algo así como una cuenta de dinero negro que no está directamente relacionada con el prepuesto oficial del estudio) a quien corresponda, o tirar de nuestros puntos de influencia, que nos ayudarán a solucionar distintas situaciones de formas "poco convencionales", tal y como reza el propio tutorial del juego.
Próximamente en cines…
El acceso anticipado cubre por el momento más o menos un lapso de veinte años de historia, por lo que, una vez transcurrido este periodo, podemos volver a empezar el acto 1 escogiendo distinto personal para nuestra plantilla y revisando qué resultados obtenemos al hacerlo. Por el camino comprobamos cómo van aumentando las medidas de presión para amenazar a las compañías rivales, o cómo la gestión de los problemas de nuestro personal es bastante más importante de lo que cabe esperar en un principio (los trabajadores, además de ser más o menos leales, también tienen un umbral de felicidad: todos estos factores repercuten en el resultado final de su trabajo… a veces con resultados muy sorprendentes).
Todo esto lo podemos hacer en español. La traducción que existe en estos momentos no es precisamente perfecta, pero al menos permite entender mejor las condiciones que tenemos que cumplir para realizar ciertos objetivos.
Así pues, Hollywood Animal es un juego de estrategia en el que gestionamos un estudio de cine y todo lo que le rodea desde cero. La peculiaridad es que, lejos de centrarse en el aspecto digamos más administrativo, aquí lo que importan son las historias que tienen lugar entre bambalinas. Como reza la propia web del juego, nuestro papel no es el de chicos de los recados: nuestras decisiones son todas esas que impactan en el resultado final de una película y cuyas ramificaciones son mucho más importantes que elegir el color del decorado. Y precisamente por este motivo y pese a estar todavía en un estado al que le queda bastante por madurar, nuestras primeras impresiones con esta obra no han podido ser mejores.
Nos morimos de ganas por ver las novedades que Weappy Studios ha proyectado para lo que resta del año, con un lanzamiento oficial previsto para finales de 2025. Mientras tanto, podéis ir probando las mieles del título desde ya mismo.
Hemos realizado estas impresiones en PC (Steam) gracias a un código proporcionado por Game Press.