Que los juegos tipo MOBA se han convertido en un abrir y cerrar de ojos en el género de moda en PC es algo que no se le escapa a nadie. Con el enorme éxito de League of Legends (que si bien no fue el primero sí que ha sido el que los ha popularizado), estaba cantado que todo el mundo iba a quererse sumar al carro y llevarse parte del pastel. DOTA 2 (la secuela del juego que lo empezó todo), Smite, Guardianes de la Tierra Media, Awesomenauts o el próximo Infinite Crisis son solo unos pocos ejemplos de ello.
Así pues, era solo cuestión de tiempo que Blizzard acabara moviendo ficha y anunciara su propio MOBA (a fin de cuentas el género nació con un mod de WarCraft III). Desde dicho anuncio han pasado varios años sin saber nada de él y ha cambiado de nombre dos veces, aunque por fin la espera parece que empieza a llegar a su final y la compañía ha podido enseñarlo públicamente en la edición de este año de BlizzCon, dándonos así la posibilidad de jugarlo por primera vez.
Tal y como está el mercado actualmente, si quieres destacar y tener una oportunidad de competir, necesitas diferenciar tu juego para que se convierta en una alternativa lo suficientemente interesante como para convencer al público. Esto es algo que en Blizzard saben muy bien y por eso Heroes of the Storm no va a ser una simple copia de los referentes actuales, ya que propone ideas y mecánicas nuevas muy atractivas que han sabido convencernos en nuestras primeras partidas.
Al igual que casi todos los MOBAs, Heroes of the Storm nos propone trabajar en equipo junto a nuestros compañeros para acabar con la base de los rivales. Un enfrentamiento de cinco contra cinco en un mapa dividido por tres calles principales, las cuales están defendidas por torres y estructuras que hay que destruir para avanzar. Para ello tendremos que subir de nivel y hacernos más fuertes antes que los contrarios y apoyarnos en nuestros súbditos, los cuales se generarán periódicamente y avanzarán incansablemente hasta la base rival, sirviéndonos de escudo para que las estructuras enemigas se fijen en ellos y así podamos derribarlas.
Hasta aquí todo os sonará bastante familiar, pero no tardaremos en darnos cuenta de que se trata de un MOBA con su propia personalidad. Para empezar, los personajes contarán con monturas, cuyo funcionamiento es exactamente igual que en World of Warcraft. Por lo tanto, cuando no estemos en combate podremos montarnos en ella (algo que nos llevará un par de segundos) para así movernos más rápido, lo que nos permitirá movernos entre líneas con mayor velocidad y acudir a un sitio donde se nos necesite en el menor tiempo posible.
Por otro lado tenemos su sistema de progresión, el cual nos ha parecido muy acertado. Olvidaros de una tienda donde comprar equipo con el oro que ganéis, eso aquí no existe. Aquí vuestro personaje se hará más fuerte subiendo de nivel. Cada ciertos niveles se nos dejará escoger un talento de entre una lista predeterminada, lo que nos permitirá desarrollar ciertas habilidades, ganar pasivas, mejoras nuestras estadísticas, conseguir técnicas activas y escoger entre varios ataques definitivos.
Esto nos permitirá modificar a nuestro personaje al vuelo en cada partida, pudiendo adaptarnos a las necesidades de la batalla, crear todo tipo de builds, y sentir que realmente hay una profundidad jugable que nos llevará tiempo dominar, lo cual no nos impedirá poder probar personajes sin tenerlos que estudiar primero para poderles sacar partido, tal y como pasa con la mayoría de exponentes del género. Además, tal y como podréis imaginar, cada personaje tendrá talentos totalmente únicos y diferenciados del resto.
Pero sin lugar a dudas, el gran acierto y el mayor atractivo de este Heroes of the Storm lo encontramos en sus mapas dinámicos. Aquí el juego no se verá limitado a un único mapa donde todas las partidas siempre son más o menos iguales y donde la actuación de ambos equipos es lo que las hace distintas las unas de las otras. Aquí tendremos varios campos de batalla con características únicas que animan la partida considerablemente, obligándonos a tener que adaptar nuestra estrategia constantemente y a reaccionar rápido.
Por ejemplo, en el mapa que hemos podido probar, cada cierto tiempo aparece una marca aleatoriamente en algún lugar del mapa. Si un equipo consigue reclamarla tres veces para sí en una partida, desatará una maldición sobre los rivales, impidiendo que sus estructuras ataquen y bajando el nivel de vida de sus súbditos a un punto durante un minuto, por lo que os podéis hacer una idea de la enorme ventaja que esto supone. Como es lógico, esto suele conseguir que cada vez que aparezca una marca se produzca una lucha encarnizada entre ambos equipos para hacerse con ella, lo que da pie a giros muy inesperados en la partida y a momentos realmente tensos.
Entre otras particularidades, la "jungla" del mapa está más enfocada en proporcionarnos ayudas que en facilitarnos oro y experiencia, por lo que podremos capturar puntos para que esa zona se muestre en el minimapa o incluso reclutar mercenarios para lanzar un ataque suicida contra nuestros enemigos. Tampoco podemos olvidarnos de mencionar el diseño de las bases, con muros que derribar y con una gran cantidad de estructuras que nos dificultarán el avance. Además, hay que reseñar que las torres aquí cuentan con munición limitada, aunque esta se regenera con el paso del tiempo y lo normal será que las tiremos antes de que se agoten.
Algo que nos ha llamado la atención es lo bien representados que están los personajes a nivel jugable, los cuales harán uso de sus habilidades más reconocibles, tal y como pudimos comprobar por ejemplo con la Cazadora de Demonios de Diablo III o con Nova de StarCraft. Esto garantiza una gran variedad de estilos de juego, ya que pasar de uno a otro hace que cambie totalmente la experiencia. Eso sí, de momento la lista que hemos visto no es demasiado amplia, aunque es de esperar que esta aumente considerablemente de cara a su lanzamiento, ya que si hay algo que tiene Blizzard, es un buen surtido de héroes y villanos carismáticos con los que deleitarnos.
A nivel gráfico el juego usa el motor de StarCraft II, lo que le permite moverse con soltura y ofrecernos escenarios con un buen nivel de detalle, aunque sin llegar a deslumbrar en ningún momento. Quizás lo que menos nos ha gustado ha sido el diseño de los propios personajes, con un estilo cartoon que en la mayoría de los casos no nos ha terminado de convencer. Además, cuentan con unos modelados muy simples y faltos de polígonos que hacen que no luzcan demasiado bien. Vale que se vea desde una cámara aérea, pero creemos que esto es algo que se puede mejorar.
Del sonido poco que decir, ya que no hemos podido escuchar apenas nada de la banda sonora, aunque el doblaje sí que está a la altura, al menos en su versión inglesa, donde se respetan los actores originales y los personajes nos regalan alguna que otra frase con la que conseguirán sacarnos más de una sonrisa (acabar con Diablo y escuchar a la Cazadora de Demonios decir "Y así acaba tu reinado de terror" es algo que gustará a cualquier fan de Blizzard).
Ya nos han avisado de que todo lo que hemos visto pertenece a una versión muy temprana del juego, pero ya ha conseguido divertirnos y dejarnos con muchas ganas de ver cómo evoluciona. Es un juego 100% Blizzard que hace honor al lema de la compañía: "fácil de jugar, difícil de dominar" y que cualquier amante del género o de las legendarias sagas del estudio sabrá apreciar. Tenemos mucha curiosidad por ver cómo nos sorprenden con el resto de mapas y de comprobar hasta dónde es capaz de llegar, pero desde luego, la batalla soñada por los fans de Blizzard pinta realmente bien.
