Para saber qué esperar de Funko Fusion basta con buscar quiénes son sus desarrolladores. Este es el primer juego de 10:10 Games, pero no son unos novatos: es un equipo fundado por el que fuera el director de juego de TT Games. Son, por supuesto, los creadores de los juegos de LEGO, aventuras sencillas que han adaptado sagas como Star Wars, Harry Potter e Indiana Jones. La premisa es muy parecida, solo que con los muñecos cabezones de ojos saltones, adaptando en un mismo título un montón de universos, dando más énfasis a los disparos en tercera persona que al combate cuerpo a cuerpo, y, el motivo por el que nos ha convencido, llenando sus mundos de secretos y variedad de situaciones.
De Jurassic World a Arma fatal
Así, exploramos mundos de Masters del universo, Regreso al futuro, Tiburón, The Umbrella Academy, Invincible y así hasta 20, algunos en fases amplias con un puñado de misiones y otros en niveles cameo más contenidos, tanto controlando los personajes icónicos de esas sagas o de las hasta 60 licencias que se representarán a través de los muñecos. Todo ello con una excusa sencilla pero funcional. El villano Eddy (antagonista de Freddy; el juego está repleto de chistes así de malos) y sus huestes púrpura se han colado en la fábrica de Funko, corrompiendo los WonderWorlds que habrá que salvar al revivir momentos de las películas y las series que se adaptan.
Una fábrica, por cierto, que se estructura como el Castillo de Peach de Super Mario 64: superando misiones en los distintos mundos obtenemos coronas que nos sirven para abrir el acceso a otros universos, lo que deja la puerta abierta a que el progreso no sea lineal, permitiendo que cada cual entre en el orden que quiera a los mundos que más le gusten. Pero no podemos confirmar esto, ya que nuestra prueba con una versión preliminar se centró en el primer mundo, el de Jurassic World, y en el de Arma fatal (Hot Fuzz). Suficiente para comprobar el cariño que 10:10 Games ha puesto en la recreación de escenarios reconocibles de ambas, siempre con un toque de humor algo cafre, y dejándonos expectantes por ver el resto.
Disparos, coleccionables y aparatos
En las dinámicas de juego Funko Fusion se parece mucho a los juegos de LEGO. No es una aventura complicada, densa o que requiera que pensemos demasiados; simplemente quiere que en solitario o en cooperativo en línea con otros tres jugadores disfrutemos de su acción directa, de los puzles, de la exploración y de las gracietas. La diferencia principal está en el combate: el juego de 10:10 Games es un shooter en tercera persona. Cada personaje tiene su arma cuerpo a cuerpo, pero la mayoría del tiempo la pasaremos disparando con sus armas predeterminadas o con otros utensilios.
Como shooter es sencillo pero funcional, con una esquiva que utilizaremos cuando nos rodeen (algo que pasa mucho, pues los enemigos son abundantes y agresivos) y con disparos a la cabeza satisfactorios, pues hacen que las cocorotas de los adversarios salgan con un gracioso pop. Destaca, eso sí, en la variedad de armas que conseguimos al abrir cofres que encontramos en los escenarios. Podemos cambiar de personaje en distintos puntos de los mundos, y cada cual tiene un arma principal con munición infinita y otra cuerpo a cuerpo (por ejemplo, Nicholas Angel golpea con un cono). Eso sí, salvo por los que sacan un escudo en lugar de esquivar, el estilo de juego no cambia apenas entre uno y otro, pro podemos equiparles utensilios con munición limitada muy variados, desde clásicos como granadas y lanzallamas a otros algo más complejas de usar, pero más efectivos y graciosos.
Frente a esa sencillez, hay tres elementos que nos han dejado buen sabor de boca a falta de ver cómo lo desarrollan en el juego completo. Las distintas misiones que tenemos que hacer en los mundos para pasar de una parte de la recreación de la película a la siguiente (con el hilo narrativo suficiente para entender lo que está pasando incluso si no se conoce la licencia) no son el culmen de la originalidad, pero sí hay muchas situaciones diferentes. En Jurassic World y en Arma fatal hemos buscado enemigos para darles caza, lo que a menudo suponía encontrar la manera de llegar a ciertas zonas. También hemos rescatado a dinosaurios, escoltado vehículos, interactuado con diferentes mecanismos para abrirnos paso y resistido oleadas de enemigos, todo ello en apenas tres horas y tratando de reproducir, de manera más o menos fidedigna según el caso, momentos clave de las cintas.
En segundo lugar están los utensilios. En las máquinas expendedoras azules repartidas por las fases podemos crear aparatos y desbloquear otros nuevos al introducir una divisa que se consigue explorando y resolviendo acertijos. Hay cosas sencillitas, como una cama elástica que nos permite saltar a lugares antes inalcanzables, y otras más complejas, como una máquina de rayos ultravioleta que en varios momentos de Arma letal nos permitió recrear escenas de los crímenes por las que nos iba guiando el ganso. Una vez desbloqueado uno de estos artefactos se puede generar en cualquier mundo, lo que puede dar cabida a la rejugabilidad de niveles completados.
Pero lo que más logrará eso son los secretos de las fases, el tercer punto que más nos ha sorprendido. Los mundos están repletos de coleccionables y actividades secundarias a cada paso. Algunos son muy sencillitos, como encontrar patitos de goma o cofres que no se pueden abrir hasta que completes un desafío de combate. Pero otros son más interesantes. Hay mecanismos y objetos interactivos conectados por doquier que en un primer momento no sabes para qué se utilizan, lo que incita a la curiosidad y al ingenio, a trastear con todo para desbloquear algo útil o conseguir un objeto único. Lleva más tiempo descubrir y averiguar el uso de estos secretos que las propias misiones en sí. Eso no quita que hayamos terminado un poco cansados de los puzles de fusibles y las caminatas que hay que dar para cargar y colocar baterías.
Humor con Unreal Engine 5
También cabe destacar el apartado audiovisual. Para gustos los colores; en nuestro caso, es cierto que el mundo de los Funko no nos atrae tanto como el de LEGO. Su humor es más violento y negro que el de los muñecos amarillos, tanto en las cuidadas, mudas y breves escenas cinematográficas como en el propio gameplay, pero en su puesta en pantalla resalta tanto por el mimo puesto en la recreación de los entornos y de los personajes como por sus detalles técnicos. Las texturas son de alta calidad (¡se notan los poros del plástico en las caras de los Funko!), la iluminación está muy conseguida y los niveles están repletos de curiosidades aquí y allá. Demuestra que el Unreal Engine 5 no tiene que limitarse a lo fotorrealista, aunque nos hemos encontrado con ralentizaciones y problemas técnicos que, sin duda, aún están a tiempo de solventar; de hecho, poco después de disfrutar de la demo, a mediados de esta semana, se publicó un parche de más de 25 GB.
Funko Fusion es uno de esos juegos en los que, si sabes a lo que vienes, te entretienen y divierten; es una aventura de acción sencilla cuyo mayor activo es la recreación cómica de las decenas de licencias que maneja, capaces de atraer a millones de aficionados de distintas edades. Sin embargo, con esas expectativas, puede sorprender a más de uno con su variedad de situaciones, con unas dinámicas de juego que van más allá de los disparos y con sus mundos repletos de secretos y cuidados para contentar a los fans. Sin duda, nos ha dejado con ganas de comprobar si el mismo puesto en estos dos mundos se extiende a los otros cinco y a las fases cameo, pero por suerte no habrá que esperar mucho: saldrá el 13 de septiembre en PC, PS5 y Xbox Series, y el 15 de noviembre para Switch y PS4.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a una versión preliminar para PC gracias a un código para Steam facilitado por Meridiem Games. El equipo utilizado tiene una Nvidia RTX 3070 8 GB, un AMD Ryzen 5600X y 32 GB de RAM.