El shooter de extracción es un género en auge. Diferentes estudios a lo largo y ancho del mundo, como Bungie y Haven, quieren sumarse al barco popularizado por Escape from Tarkov. Pero este tipo de juegos tienen una importante barrera que echa para atrás a muchos jugadores, de ahí que muchos prefieran ver partidas de sus creadores de contenido favoritos que ponerse ellos mismos a los mandos. Nos referimos a cómo equilibran el riesgo-recompensa: con pericia y suerte puedes lograr mucho, pero con poca habilidad y el azar en tu contra puedes perder, para siempre, buena parte del progreso conseguido durante días o semanas.
Al diluir ligeramente esa premisa, la editora Level Infinite y el estudio especializado en superproducciones multijugador Sharkmob pretenden captar la atención de los jugadores que quieren vivir en primera persona esa experiencia, pero que están temerosos de perder decenas de horas de juego en un instante. Exoborne es el segundo título del equipo de Malmö, Suecia, que no logró convencer con Vampire The Masquerade: Bloodhunt, quienes además preparan, desde sus oficinas de Londres (en total son más de 400 desarrolladores) un tercer título multijugador aún no anunciado. A su favor tienen el centrarse en un público objetivo muy claro (aunque está por ver si lo suficientemente numeroso), pero también unas dinámicas de juego tan espectaculares como sus gráficos creados en Unreal Engine 5.
Tecnología futurista en un mundo resquebrajado
Todo ello parte de la propia historia de Exoborne. En un futuro cercano, la Tierra estaba al borde del cataclismo. La crisis climática llevó a fenómenos meteorológicos cada vez más extremos que amenazaban la existencia de la humanidad. Pero dieron con una solución: una compañía tecnológica construyó unas torres que apaciguarían esas amenazas. No duró mucho.
Por algún motivo, las torres, así como los robots, los drones y la inteligencia artificial que las hacían funcionar, se rebelaron y los tornados y las tormentas fueron cada vez más duros, haciendo el planeta prácticamente inhabitable. Los jugadores se ponen en la piel de los Reborn, quienes ayudaron a construir esas torres, para enmendar lo sucedido machacando robots y consiguiendo recursos con los que sobrevivir, incluso si eso conlleva enfrentarse a otros humanos, pues no son una facción unida.
Toda esta situación se ve plasmada en el mundo abierto que exploramos en primera persona, una versión posapocalíptica de Colton, California, y sus alrededores. La naturaleza desbordante y el verdor de la hierba contrasta con las tuberías que recorren el entorno y las torres que se alzan en el horizonte. Las altas construcciones metálicas, como si se trataran de pozos petrolíferos, ensombrecen las casitas, las tiendas y otros edificios que alguna vez formaron parte de un tranquilo pueblo. Nada queda de eso ya: la tierra se ha resquebrajado, generando un entorno con muchos desniveles. Y en el centro, el recordatorio de que quizá no haya vuelta atrás: un cráter inmenso que parece conectar con el mismo núcleo terrestre.
En este escenario, tan interesante en su diseño como espectacular visualmente, nos mostraron una sesión de juego fragmentada y muy preliminar (previa a la alfa) en el Summer Game Fest - Play Days. Por estar todavía muy verde no queremos profundizar en aspectos como el impacto de las armas, que nos pareció un poco fofo, o un movimiento a pie un tanto tosco. Aunque esto último puede ser intencionado, ya que lo que nos sorprendió de Exoborne no fueron los tiroteos contra otros jugadores (que se adentran en el mapa en equipos de tres) y contra los diversos drones controlados por la inteligencia artificial. Lo que tiene mucho potencial es el desplazamiento por el entorno y lo que ocurre en él.
La verticalidad de este mapa postapocalíptico es mucho más pronunciada que la de cualquier otro juego que hayamos visto, incluso todos esos que dicen tenerla. Los vehículos, pero sobre todo el gancho y el ala delta, permiten explorar a una velocidad pasmosa y entrar y salir de las batallas con agilidad, sobre todo si se combinan con los distintos poderes que tienen los Exo-rigs que llevan los personajes, como hacerse invisible. La partida que nos enseñaron demostraba cómo la dinámica de juego habitual del género (buscar recursos, conseguir equipamiento, completar misiones breves, mejorar nuestro armamento con los modificadores obtenidos y sobrevivir hasta llegar a uno de los puntos de extracción) tiene un ritmo diferente gracias a esas mecánicas de movimiento y al diseño del escenario.
Eventos climatológicos extremos para variar cada partida
Pero lo más prometedor son los desastres climatológicos antes mencionados. Los tornados, relámpagos y tormentas apocalípticas no son un simple decorado. Son elementos que influyen en el escenario y en cómo se juega. Nos puede pillar un tornado en medio de un tiroteo, lo que no impide continuar la contienda en su interior mientras volamos a toda velocidad y esquivamos los coches que se hayan elevado en el aire. Los desarrolladores prometen que estos eventos climatológicos (desde niebla a tornados de fuego) son dinámicos, tanto en el momento como en la localización en la que aparecen, lo que conlleva que cada partida será diferente de la anterior.
A falta de probarlo por nosotros mismos, parece que tiene los sistemas para ofrecer unas partidas intensas, variadas y con momentos memorables. Pero como dijimos, también se quiere diferenciar de otros shooters de extracción por cómo funciona el sistema de progresión: pretende evitar que los jugadores sientan que han perdido el tiempo al morir. En cada incursión sentiremos el riesgo de perder lo que hemos conseguido en ella, como las armas y sus modificadores, pero tiene mucho más peso la progresión fuera de la partida. Subir nuestra reputación con las distintas facciones y mejorar permanentemente nuestro Exo-rig, que nunca perderemos, pretende lograr que cada minuto que invirtamos en el juego sea valioso.
No tiene fecha, pero llegará a PC, PlayStation y Xbox
Eso sí, lo que vimos aún está bastante verde. Exoborne no tiene fecha de lanzamiento, aunque sí se sabe que saldrá para PC, PlayStation y Xbox (tampoco se conoce si será intergeneracional o no). Su apuesta por un mundo abierto muy vertical y unas mecánicas de movimiento ágiles gracias a la utilización de tecnología futurista, el dinamismo y la espectacularidad que prometen ofrecer los eventos climatológicos, y un sistema de progresión más persistente pueden convencer a los jugadores que se sienten atraídos por los shooters de extracción que aún no han dado el paso, pero dependiendo de cuánto tarde en llegar, puede tenerlo difícil al encontrarse con un mercado que, tan solo con los proyectos anunciados, no tardará en estar saturado.
Hemos realizado estas impresiones tras asistir a una presentación en el Summer Game Fest - Play Days.