Hace tres años Capcom sorprendió a propios y extraños con Dragon's Dogma, un juego de rol de fantasía medieval con aspecto occidental, pero que tomaba muchos elementos propios de título japoneses como Monster Hunter y los mezclaba con otros totalmente nuevos (como su original sistema de peones) para dar como resultado un producto que supo atraparnos de principio a fin, dejándonos un gran recuerdo de las aventuras que vivimos para acabar con el gran dragón que nos robó el corazón y atemorizaba al mundo con su sola presencia.
Un año después se estrenó Dragon's Dogma: Dark Arisen, la que podríamos definir como la versión completa y expandida del juego, incluyendo una gigantesca mazmorra adicional inspirada en la saga Souls de From Software que añadía un nuevo arco argumental y nuevas criaturas a las que derrotar, así como nuevos modos de dificultad y el demandado doblaje japonés para el selector de idiomas.
Dado su éxito (el título ha vendido 2,3 millones de unidades hasta la fecha y ha recibido una secuela online en Japón) y la creciente importancia que tiene el PC actualmente para las compañías japonesas, estaba claro que tarde o temprano acabaría llegando a compatibles, y así será el próximo 15 de enero, el día escogido por Capcom, casi cuatro años después de su lanzamiento original, para que los jugadores habituales de teclado y ratón puedan convertirse en Arisen en sus ordenadores.
Antes de que llegue esta fecha tan esperada por muchos, hemos tenido la oportunidad de acceder a una versión casi final del juego en PC, lo que nos ha permitido hacernos una buena idea de qué es lo que nos vamos a encontrar el mes que viene cuando se ponga finalmente a la venta.
Siempre que se realiza una conversión de un juego de consola a PC existe cierto miedo a que esta se descuide y ocurran cosas como la del reciente desastre de Batman: Arkham Knight, con una falta total de optimización y de opciones de configuración básicas, pero por suerte para todos, Dragon's Dogma apunta a todo lo contrario.
Lo primero que hay que destacar es que no hay ningún tipo de contenido nuevo. El juego es exactamente el mismo que el que ya pudimos disfrutar en consolas y trae consigo su expansión y todas las novedades que esta aportó, de modo que si ya os lo pasasteis deberíais tener en cuenta que vais a jugar la misma aventura sin modificación alguna.
Esto deja todas las novedades y cambios relegados a su faceta técnica, donde se ha aprovechado la ocasión para aumentar la resolución y la tasa de imágenes por segundo. En el primer caso nos encontramos con que el título será compatible hasta con resoluciones de 4K, aunque tal y como suele ser el caso, para ello necesitaréis un buen equipo.
Por otra parte, nosotros hemos conseguido mover el título a 1080p y a 60 imágenes por segundo completamente estables sin ningún problema y se nota que se ha hecho un buen trabajo de optimización. De hecho, cuenta con multitud de opciones de configuración de vídeo para poder adaptar el juego a multitud de configuraciones de equipo distintas y los requisitos son tan bajos que casi nadie debería tener problemas para poder disfrutarlo en su ordenador.
La fluidez con la que se mueve todo es un auténtico gustazo y supone la mejora más importante que ha recibido el juego, ya que consigue que explorar y batallar sea una experiencia mucho más placentera y precisa, aumentando incluso el frenetismo y la intensidad de ciertas batallas.
Sin embargo, en la parte técnica y más allá del aumento de resolución y de la implementación de diversos AA, no hemos detectado ninguna mejora reseñable. Se le notan muchísimo los años, más todavía ahora que ha ganado tantísima nitidez, y cosas como la dirección de algunos vídeos, la animación, la carga poligonal de los modelados, determinadas texturas, los efectos o las animaciones faciales ya no están a la altura de lo que cabría esperar de un título actual y no habría estado de más algún tipo de actualización en este sentido.
Eso sí, su apartado artístico sigue siendo muy bueno, especialmente en lo que se refiere al diseño de los monstruos y enemigos, lo que en cierta manera consigue maquillar estos defectos para ofrecernos una serie de batallas que se mantienen muy resultonas y hasta espectaculares en según qué casos.
Un detalle que esperamos que se mejore en la versión final es el de las fuentes, ya que da la impresión de que no se les ha subido la resolución y se ven algo pixeladas, desentonando con el conjunto, especialmente en lo que se refiere a los subtítulos de las escenas de vídeo.
En lo que respecta a los controles, si bien es compatible con diversos mandos (en nuestra opinión, la mejor opción y la más cómoda), también se deja jugar con teclado y ratón con una configuración de botones por defecto (totalmente configurable) bastante bien resuelta. Además, la gestión del inventario con ratón gana enteros, aunque no estaría de más que nos permitieran utilizar la rueda del mismo para hacer scroll en sus distintas páginas, en vez de tener que recurrir a arrastrar la barra deslizadora haciendo clic sobre ella o a movernos por él con las teclas como si fuera el stick de un mando.
Como veis, en términos generales estamos ante una buena adaptación de una aventura muy especial y repleta de horas de juego, por lo que si todavía no la habéis probado y estabais esperando el momento oportuno para hacerlo, su lanzamiento en PC apunta a convertirse en la oportunidad perfecta para que os adentréis en este mágico mundo.
Hemos jugado a Dragon's Dogma: Dark Arisen en PC con un código de preview que no ha proporcionado Koch Media.