En los últimos meses estamos viendo un renacer de sagas más o menos veteranas que llevaban ya algún tiempo desaparecidas del mercado. Por nombrar sólo algunas, hemos visto el retorno de Wolfenstein, estamos viendo la vuelta de algunos clásicos de Atari (Alone in the Dark, Asteroids) y pronto veremos el de Guitar Hero o Tony Hawk’s Pro Skater. Con DiRT Rally, Codemasters –estudio británico conocido por sus juegos de velocidad– recupera en cierta medida Colin McRae, saga que inició la subsaga que ahora es esta saga. Y sí, perdonadnos por la redundancia.
Prácticamente por sorpresa, Codemasters anunció que DiRT Rally estaba ya disponible en Early Access, el programa de acceso anticipado de Steam, y gracias a ello hemos podido disfrutar de una versión en desarrollo pero sorprendentemente avanzada del juego, de la cual os contamos ahora nuestras primeras impresiones.
Rally sin distracciones
DiRT Rally es un simulador de (¡¿Cómo lo habéis adivinado?!) rallies, el cual nos permite disputar pruebas cronometradas por etapas en diferentes entornos. Como ya hemos dicho, viniendo de Codemasters y basándose en una saga que comenzó apoyándose en el nombre del tristemente desaparecido Colin McRae, recordar uno de los juegos de velocidad que más diversión nos dio en la época de los 32 y los 64 bits es inevitable. DiRT Rally es rally, sin distracciones. Hay que llegar del punto A al punto B en el menor tiempo posible, sin mapa –con las indicaciones de nuestro copiloto– y eso es todo.
Eso sí, el título que nos ocupa es bastante más serio y complejo, probablemente, no lo vamos a negar, por las posibilidades que ofrecen los nuevos sistemas. Ahora tenemos una cantidad razonable de parámetros que modificar de nuestro vehículo para ajustarlo a cada carrera, algo que sin duda se nos antojará necesario según progresamos, e incluso podemos guardar una serie de ajustes para cargarlos rápidamente. Durante las primeras partidas puede parecer más prescindible adaptar el vehículo a nuestra manera de jugar y las condiciones del trazado, pero como decíamos anteriormente, cuando la cosa se pone seria, será una opción más que necesaria.
Sobra decir que la jugabilidad está a la altura de lo que se espera de Codemasters, bien medida, ajustada y bien diferenciada entre vehículos. Es cierto que ahora mismo tenemos la sensación de que en algunos momentos el coche no responde todo lo bien que debería, sobre todo en trazados húmedos, donde parece que no mantiene bien la inercia en algunas curvas. Obviamente estamos frente una versión en desarrollo, con decenas (si no cientos) de ajustes por delante, y confiamos en que el estudio británico sabrá pulir las obvias y necesarias irregularidades de un producto en pleno proceso de "fabricación".
Sorprendentemente avanzado para una versión de acceso anticipado
Hoy en día no es raro ver juegos en diferentes programas de acceso anticipado que nos llegan como si una demo se tratase. El caso de DiRT Rally es sorprendente porque aunque está claro que faltan contenidos, todo da la sensación de estar muy avanzado. La interfaz se ve completa, la jugabilidad es sólida –con los mencionados ajustes por pulir aparte, claro– y hasta nos llega en perfecto castellano, voces incluidas.
En esta versión tenemos el modo "Trayectoria profesional", un modo carrera en el que será necesario competir para conseguir dinero, poder adquirir nuevos vehículos y poder ir participando en nuevas pruebas. Este modo es bastante interesante, ya que nos premia bastante por no cometer errores. Desactivar las ayudas en la conducción nos permitirán conseguir "créditos" (la moneda virtual del juego) adicionales, pero reiniciar un tramo o perder nos restará dinero de nuestro bolsillo. Eso hacer que cada carrera dentro de este modo sea muy desafiante, y nos tenga siempre alerta. Este modo introduce también pruebas online, donde nos mediremos a los tiempos de otros jugadores en etapas diarias, semanales o mensuales (así como otras especiales) propuestas por Codemasters. Aparte, para los aficionados del juego online también hay unas ligas a través de internet.
El modo "Prueba personalizada", como suponéis, nos deja participar en cualquiera de las pruebas disponibles con las condiciones que elijamos. Ahora mismo podemos visitar Grecia, Montecarlo y Gales, y cada una nos ofrece más de diez tramos para completar –sumando un total de 36– y bajo diferentes condiciones meteorológicas. La hora de día y el clima vienen juntos, pero se nos ofrecen diferentes configuraciones como "Mañana/Despejado", "Mañana/Lluvia", "Tarde/Niebla" o "Noche/Nieve", para que os hagáis una idea. Los cambios son muy notables, y particularmente jugar de noche es una experiencia totalmente diferente.
En lo que respecta a los vehículos tenemos diecisiete, divididos en seis categorías: "1960s", "1970s", "1980s (Trasera)", "Grupo B (4x4)", "Grupo A" y "2010s", que os puede ofrecer una idea de su división más o menos cronológica. Ya señalábamos previamente que su conducción está muy bien diferenciada, y que se nota mucho cómo hay que reajustar nuestra manera de jugar al control de cada tipo de vehículo.
Aspectos audiovisuales
En lo audiovisual, DiRT Rally también nos ha sorprendido por estar bastante terminado. El juego luce bastante bien, e incluso la optimización parece estar avanzada, aunque todavía, bajo algunas configuraciones, no es raro ver algunos problemas relacionados con la iluminación. Éstos son bastantes menores, y como curiosidad señalaremos que experimentamos problemas parecidos con la versión de preview del último GRID, y que éstos se solucionaron en la versión final.
En cualquier caso, encontramos un juego bastante correcto en lo visual, con buenos modelados para los coches, que además se destrozan de manera creíble con los choques, incluyendo hasta alguna que otra pieza descolgada. Además, los escenarios están a un buen nivel, con unos efectos de partículas que, junto a los de distorsión y una buena distancia de dibujado ofrecen estampas de lo más interesantes. Además, vemos algunos detalles sutiles de esos que nos gustan mucho, como los reflejos distorsionados en los cristales rotos.
Un pequeño punto y aparte también para el audio, algo que muchos juegos descuidan, y que DiRT Rally trata con mucho acierto. Ya decíamos anteriormente que en este título no tendremos mapa, por lo que nuestro copiloto será prácticamente nuestros ojos en la pista. Sus indicaciones están en perfecto castellano, y si queremos, podemos activar también ayuda visual para que sus anotaciones aparezcan en pantalla. Eso hace que, o nos aprendemos el trazado de memoria (algo que acabaremos haciendo), o prestamos la más absoluta de las atenciones a las indicaciones de nuestro compañero.
El DiRT que muchos esperaban
Muchos jugadores pedían un DiRT que volviera a los orígenes más remotos de la saga, y parece que éste por fin ya ha llegado. Codemasters se ha sacado de la manga un juego muy completo, divertido y exigente, y además, volvemos a repetir, muy avanzado para lo que nos podíamos esperar tras la inmediatez de su anuncio y puesta en Steam. Falta contenido, pero con varios modos de juego, diecisiete coches y 36 trazados, es sin duda un ejemplo de Acceso Anticipado hecho bien. El retorno de "Colin McRae" no podía tener mejor pinta.
