Con Directive 8020, Supermassive Games se embarca en la mayor evolución de The Dark Pictures Anthology hasta la fecha, aunque no esperéis tampoco una revolución. Los creadores de Until Dawn han introducido mejoras y ligeros cambios a lo largo de la antología de terror que comenzó con Man of Medan. Con cada videojuego inspirado por distintos géneros y películas del miedo cinematográfico han evolucionado su motor gráfico, han retocado el funcionamiento de las decisiones y han dado a los jugadores más control directo de los personajes.
Todo eso y más evoluciona en su nuevo drama interactivo, pelijuego o como queráis llamar a este tipo de propuestas. El cambio en algunas de sus dinámicas de juego encaja con la gran diferencia que supone su ambientación respecto a los anteriores títulos. Directive 8020 apuesta por la ciencia ficción y el terror espacial inspirado por filmes como La Cosa y Horizonte Final.
La aventura nos lleva a una nave espacial que se ha convertido en la última esperanza de la humanidad. El planeta Tierra está al borde del cataclismo y esta misión en las estrellas hacia Tau Ceti f puede ser el rayo de luz que muchos esperan. Por supuesto, las cosas no salen bien. Al aterrizar en el planeta un extraño organismo se cuela en la nave, y así comienza una experiencia aterradora para el jugador y los diez miembros que componen el núcleo de la tripulación.
Está el CEO de la empresa que pone en marcha la misión, médicos, ingenieros, el capitán… y la protagonista, Young (interpretada por Lashana Lynch, la actriz de Bob Marley: One Love y The Woman King), la hija de un reputado y fallecido astronauta que tiene sobre sus hombros una gran responsabilidad y a sus pies la alargada sombra de los éxitos de su padre.
Durante nuestra breve partida conocimos de primera mano al peligroso ente alienígena, grotesco, pegajoso, cárnico, que se ha colado en la nave. Es capaz de transformarse en copias de cualquier otro organismo, también de nuestros compañeros de la tripulación, y también de mutar en criaturas horrorosas que bien podrían proceder de Dead Space.
Uno de esos bichos horripilantes estaba involucrado en la sección que jugamos, una secuencia de sigilo funcional en la que debíamos evitar que el enemigo nos viera mientras avanzábamos agachados por una angosta sala de motores atestada de los asquerosos tumores gigantescos del organismo.
Nuevas dinámicas de juego
La dinámica de sigilo propuesta no es ni muy profunda ni especialmente bien ejecutada, pero tampoco comete torpezas graves. Teníamos que guiarnos por el sonido del monstruo y con un escáner que nos permitía ver su silueta si estaba lo suficientemente cerca. Este es solo un ejemplo de la mayor apuesta por la jugabilidad directa de Directive 8020 respecto a otros títulos de la antología The Dark Pictures.
La demostración también nos permitió probar de primera mano la evolución del sistema de decisiones y las ramificaciones que generan en la historia. De hecho, el encuentro con la criatura podía tener varias resoluciones según cómo jugáramos. Esos diferentes caminos argumentales se presentan en una nueva línea temporal que cuenta con una mecánica en la que, en diferentes escenas y cuando el juego nos lo indica, nos permite rebobinar.
En cierto momento tenemos que decidir si matar o salvar a un compañero de la tripulación que podría ser, o no, una de las copias creadas por el organismo. Al tomar la decisión nos aparecía el botón de rebobinado. Al pulsarlo, podremos volver a alguna decisión importante anterior que puede modificar el momento actual. Realmente es sorprendente la cantidad de ramificaciones posibles que se aprecian en la línea temporal, y gracias al rebobinado, la rejugabilidad inherente a estos juegos se facilita más que nunca para que veamos todos los finales posibles y los diferentes destinos de los personajes.
Del argumento en sí no podemos hablar demasiado habiendo jugado menos de media hora a una demostración en el que la mayor parte del tiempo vimos escenas cinematográficas, pero aunque la premisa de la historia está manida, tiene elementos, sobre todo en el trasfondo de algunos personajes, que quizá le den un sabor propio.
Lo que sí queremos resaltar es la genial atmósfera que ha logrado Supermassive Games en esta ocasión, su primer videojuego exclusivo para los ordenadores y las consolas de la actual generación. Es cierto que las animaciones faciales, aunque mejoradas, siguen teniendo ese valle inquietante de sus anteriores producciones, pero los detalles de los escenarios, la calidad de los modelados, las minuciosas texturas y la cuidada iluminación elevan la ambientación muy por encima de sus anteriores juegos.
Supermassive nos sumergirá en su terror espacial el 2 de octubre
Por lo tanto, nos reafirmamos en lo dicho al principio: Directive 8020 no es una revolución, pero sí una evolución agradecida para un tipo de videojuego que muchos han convertido en una tradición anual. Es el terror interactivo al que acuden al final de cada año en solitario o jugando con parejas, familiares o amigos que quizá no tocan un videojuego en el resto de los días, de ahí que entendamos que tampoco quieran arriesgarse a introducir mecánicas de juego complejas. El cambio a la ciencia ficción ayuda a que se perciba un poco más fresco que los anteriores The Dark Pictures, así que los aficionados al terror y/o a los dramas interactivos tienen un buen motivo para marcar en el calendario el 2 de octubre.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar una versión preliminar para PC en Summer Game Fest 2025.