En 2019 quedó claro cuál era el sleeper del año. A Plague Tale: Innocence sorprendió a todos los que se pusieron a los mandos: una aventura de acción con puzles y sigilo que cuenta una historia original, con altos valores de producción, y que fue muy bien valorada por ser una obra que iba al grano en un contexto en el que las superproducciones tienen la premisa de ofrecer títulos cada vez más largos y aguados.
El 18 de octubre llegará A Plague Tale: Requiem, al que hemos podido jugar durante unos 40 minutos en una demostración en gamescom 2022. La impresión que nos deja es la de ser una secuela de manual, de las de más y mejor, que continúa el viaje de Amicia y Hugo por el sur de la Francia del Siglo XIV, que ahonda en el desarrollo de esos personajes y su relación, que profundiza en las mecánicas de su predecesor a la vez que añade nuevos sistemas de juego, y que va más allá en sus capacidades artísticas y técnicas al dejar de lado las consolas de la pasada generación.
La sección que jugamos nos colocaba en un punto avanzado de la aventura, en el capítulo 6, donde se introducen sistemas de juego novedosos y donde la conexión entre los dos hermanos ha alcanzado un nuevo punto. Por lo tanto, si no habéis jugado a A Plague Tale: Innocence, quizá queráis dejar de leer a partir de aquí, ya que hablaremos de cosas que son claramente spoilers; aunque también es cierto que no hay nada que Asobo Studio y Focus Home Interactive no hayan destripado ya con sus propios tráileres.
Una huida hacia delante
A Plague Tale: Requiem continuará la historia unos meses después de la de Innocence, en pleno verano, y narrará cómo la peste y las oleadas inconmensurables de ratas se ha expandido hacia el sur, a la vez que se irán desvelando los secretos de la familia de Rune. Los primeros compases de la aventura llevarán a Amicia y a Hugo a un viaje en búsqueda de una misteriosa isla que el pequeño ha visto y que podría dar respuestas a las preguntas de los hermanos. Es en este punto donde cogimos el mando. El hermano ayuda a la protagonista a sanar sus heridas en la preciosa campiña francesa mientras se dirigen al sur, preguntando a quienes se cruzan en su camino por la mencionada isla.
Así llegan a un campamento de peregrinos que se dirigen hacia Roma, en busca de alguien que conozca el lugar del que habla Hugo; durante el trayecto los personajes hablan continuamente, sacando a la luz que Amicia está pasando por problemas que de momentos desconocemos y que Hugo ya no será solo un chaval al que cuidar, sino que se preocupa constantemente por su hermana y ha madurado, algo que también se representa en lo jugable, como comentaremos más adelante. El campamento derrocha vida, con los peregrinos dedicados a sus quehaceres, dirigiéndonos alguna que otra línea de diálogo al pasar, y con muchachos correteando por los caminos. Finalmente encontramos a quien nos puede ayudar, pero la situación no tarda en dar un vuelco: llegan soldados en nuestra busca y así comienza una larga y agobiante huida.
La escapada de los soldados, ocultándonos bajo carros y corriendo como alma que lleva al diablo, nos llevará hasta una mina abandonada con distintas construcciones, pasillos y excavaciones a cielo abierto repletas de guardias; una larga sección de sigilo con un buen diseño de niveles, lineal pero con recompensas narrativas y en forma de ítems para los que se salgan del camino establecido, que nos obliga a hacer uso de las nuevas capacidades de Aloy y donde se estrenan los poderes de Hugo.
Un nuevo papel para Hugo
Hugo tiene el poder de controlar a las oleadas ingentes de ratas que nos atemorizaron el primer juego, pero debe gastar cuidado de que no sean ellas las que acaban controlando al muchacho, un problema que se explorará en el guion. Entre sus nuevas capacidades está un sexto sentido que básicamente activa una visión de detective, permitiéndonos ver las siluetas de los guardias a través de las paredes. Las mecánicas de sigilo no son innovadoras, pero las fases están bien diseñadas para ofrecer momentos tensos, encerrándonos con varios guardias en espacios pequeños, lo que nos obliga a estar muy pendientes de sus movimientos, a lanzar objetos para atraerlos a cierto punto, y a plantearnos si una vez nos detecten nos da tiempo a correr hasta la salida, ya que aunque Amicia puede aturdir brevemente a un enemigo con un contraataque o clavarle un cuchillo si dispone de uno, en cuanto nos agarren la muerte está asegurada; eso sí, los puntos de control son generosos.
El otro poder puede dar muchísimo juego si el estándar es la sección que hemos jugado. Hugo puede controlar directamente a las oleadas de ratas: en ese momento la cámara pasa a ponerse en la perspectiva del enorme grupo de roedores, que se mueven rápidamente al unísono, siendo capaces de escalar por atajos a los que el dúo protagonista no puede acceder, y devorando al momento los soldados en su camino. Así, en las fases de sigilo se añade un elemento de rompecabezas para abrirnos camino, teniendo que mezclar este poder con las capacidades de Amicia para apagar las antorchas a distancia con su honda, ya que las ratas solo pueden pasar cerca de ellas. Ponernos en control de estas criaturas se percibe realmente poderoso, aunque no es algo que haga de los niveles un paseo, pues siempre habrá soldados que portan antorchas.
Si bien las novedades jugables principales las tenemos en Hugo, Amicia también dispondrá de nuevos útiles, pudiendo mejorar de distintas maneras su arma y usando su sencillo sistema de creación de ítems para fabricar nuevos utensilios, versiones alternativas de los ya conocidos y ampliar su inventario. Esto lo tuvimos que poner en práctica en un combate en un escenario pequeño contra un jefe, a cuya antorcha había que lanzar frascos para que el humo lo aturdiera y así poder atacar por la espalda con el objetivo de dejar a la vista su punto débil. En definitiva, ojalá la demo sea representativa del conjunto de la aventura, pues era tan variada y tensa que se nos pasó en un suspiro a pesar de que algunas de las partes de sigilo se nos hicieron cuesta arriba.
Un título precioso y potente en lo técnico
El otro gran cambio de A Plague Tale: Requiem lo veis claramente en las imágenes de este artículo. Sin ser el título más sorprendente técnicamente que hayamos visto desde que comenzó la actual generación de consolas, ha subido varios escalones respecto a lo ofrecido por Innocence gracias a que Asobo Studio ha dejado de lado PlayStation 4 y Xbox One. La densidad de los escenarios, los modelados de los personajes, las animaciones faciales, el detalle de las texturas, los efectos de humo y fuego, y sobre todo la iluminación, están a un nivel que por momento nos ha dejado boquiabiertos, al menos en la versión para PC (donde hay ray tracing) que probamos. Artísticamente sigue siendo una delicia, mezclando el fotorrealismo con un uso adecuado del color que acompaña el tono de la narración en ese momento. Queda claro que el equipo francés, que viene de hacer Microsoft Flight Simulator, tiene maña en técnica y arte.
2022 ha sido un año en el que las aventuras de acción AAA no han sido muy frecuentes, y aunque en noviembre tenemos el esperado God of War: Ragnarök, los fans del género y aquellos que quieran asomarse a lo que será capaz esta generación de máquinas que no termina de arrancar deberían apuntarse la fecha de lanzamiento de A Plague Tale: Requiem en el calendario. Por supuesto, tiene toda la pinta de que los seguidores de la primera aventura de Amicia y Hugo tieien aquí una obra que no se querrán perder. Lo descubriremos cuando se acerque el estreno, el próximo 18 de octubre, en PC, PS5, Xbox Series X/S y Nintendo Switch (con versión en la nube); además, estará disponible desde el primer día en Game Pass.
Hemos realizado estas impresiones tras probar la versión de PC en Gamescom 2022.
