Nintendo sigue experimentando con The Legend of Zelda. Tras haber sacado a los personajes a un musou en Hyrule Warriors, ahora recupera el concepto de multijugador que tiene un antecedente en la serie en The Legend of Zelda: Four Swords, pero en esta ocasión se trata de un juego que se basa en la cooperación entre tres jugadores, aunque también tiene modo para un jugador. Antes incluso de empezar a jugar hay un dato interesante: se puede jugar de modo local tres jugadores con sólo una copia del juego.
Hemos probado The Legend of Zelda: Tri Force Heroes en una partida local durante un par de horas que pasaron como un suspiro y nos dejó con muchas ganas de seguir jugando. La jugabilidad es intensa y rápida, el trabajo en equipo de los tres jugadores (siempre deben ser tres) es imprescindible para superar cada pantalla.
La mecánica básica es que los tres héroes pueden subirse a los hombros de un compañero hasta llegar a las tres alturas, formando un tótem. Con el botón A agarras al otro personaje, y luego otro puede subirte a ti.
Es la forma de alcanzar a algunos enemigos que están en posiciones elevadas o llegar a sitios altos a base de lanzar al héroe que está sobre tus hombros.
Al formar el totem, el de abajo mueve a todos y el de arriba ataca
Antes de pasarte la primera fase ya te has acostumbrado a estar constantemente agarrando y lanzando a los compañeros, aunque también queda patente que es posible matar a un héroe aliado (queriendo o sin querer) si, por ejemplo, lo lanzas al vacío. Una vez que estás sobre otro jugador pierdes el control de tus movimientos y tampoco puedes bajarte, debe lanzarte quien está en la base del tótem; si es triple, el jugador que ocupa una posición intermedia sólo puede mirar.
Además, hay que tener en cuenta las habilidades de cada héroe porque si sólo uno tiene la opción de usar bombas y esa es la manera de acabar con un enemigo, ése es el que tiene que ir en lo más alto del tótem, y el orden en que se forma el tótem cuenta. Esas habilidades le vienen dadas por los trajes que lleve para esa misión.
La historia es lo suficientemente absurda como para que se le perdone. Los textos son divertidos y la traducción al español es tan buena como Nintendo nos tiene acostumbrados, desde el nombre de la princesa Cursilinda al de su país, Harapia. Es un juego con un guión más humorístico que otros juegos de The Legend of Zelda. Por ejemplo, para ser un héroe totémico se indican que son necesarias estas características: "orejas puntiagudas, peinado con raya a un lado y tener patillas abundantes".
Además de probar los niveles hemos visto Kokiri, el pueblo principal y desde el que te adentras en Harapia. En el pueblo puedes comprar y vender los objetos que hayas encontrado y tienes el taller de Madame Sastria, donde te fabricas los trajes. De momento hemos podido ver siete, aunque hay hueco para más. Hemos probado el traje Kokiri, para disparar tres flechas a la vez y las ropas eternas nostálgicas, que es un atuendo explosivo para mejorar las bombas, pero hay otros para esquivar mejor los ataques o para tener más salud.
Para poder fabricar un traje necesitas llevarle a Madame Sastria dinero y los materiales necesarios. Hay más de 70 materiales distintos que puedes comprar o que encuentras en los cofres al final de cada misión. Una vez que has comprado uno puedes usarlo en el juego y como sello para Miiverse.
Las misiones empiezan en el castillo, donde eliges entre la sala para un jugador o la de multijugador. La opción para jugar en solitario no nos pareció que tuviera gran atractivo, porque los dos personajes que no controlas se quedan parados y tienes que ir seleccionándolos para controlarlos según necesites algo de ellos, lo que puede hacer que sean unas partidas lentas y aburridas en un juego que en multijugador es todo lo contrario.
Un minijuego de habilidad con la música más conocida de la serie
Para el multijugador creas partida o te unes a una ya existente y entras en la sala. Allí hay personajes que te informan y puedes jugar a un minijuego que nos gustó muchísimo y que sirve para pasar el rato hasta que lleguen los demás jugadores: si te lanzas contra una de las paredes laterales sale una pelota que debes golpear sin que toque el suelo. Cuando has enlazado varios toques con la espada comienza a sonar alguna de las melodías de la serie. El juego termina cuando la pelota da en el fuego o en el suelo y recibís tantas rupias como golpes le hayáis dado. Es un detalle divertido y encantador por el homenaje musical.
La música de The Legend of Zelda es casi siempre bonitas y memorable, y en este caso parece que está incluso por encima de la media de la serie, en lo que hemos escuchado, desde las melodías con reminiscencias irlandesas a ritmo de violín a las animadas castañuelas de la sala multijugador.
Al entrar todos en la partida se elige la región y el nivel por votación; si no hay unanimidad el juego lo elige al azar entre las distintas opciones que se hayan votado. Cada jugador tiene la capucha de un color distinto -rojo, verde o azul- que se le asigna por el orden en que entre en la partida. Si alguno lleva un vestido en el que no haya capucha ni sombrero, el personaje tendrá el pelo del color que le corresponda.
No hay opción de chat de voz ni escrito, pero sí ocho gestos en la pantalla táctil para decirles a tus compañeros que te sigan, que formen tótem contigo, te lancen o incluso para disculparte por haber fallado. Si golpeas alguno de esos gestos una vez aparece en todas las pantallas con el color del jugador y si lo haces varias veces seguidas el icono va creciendo para llamar más la atención.
Nintendo sigue limitando las opciones de comunicación de sus jugadores, pero lo cierto es que este sistema de iconos se mostró como muy eficaz durante la partida, y lo usamos incluso para bromear porque se trataba de juego local. Si jugando online tienes alguna mala experiencia (por ejemplo, con alguien que se dedique toda la partida a matar a los compañeros tirándolos al vacío o hacia los enemigos) puedes incluir al jugador que te haya molestado en una lista negra y no te lo volverás a encontrar.
Hay fases en las que cada personaje elige un objeto al comenzar; en las que probamos había bombas y el arco, que hay que elegir según el traje que lleve cada personaje. Los paisajes y los enemigos que vimos durante las partidas son los típicos de un juego de Zelda: golpeas con la espada o con las flechas o lanzas bombas, y una barra púrpura marca el vigor que te queda para utilizar los objetos. Los corazones de vida y las rupias se comparten entre los tres miembros del grupo y lo único que consigues de forma individual es el premio que consigues al superar cada fase, ya que cada jugador elige un cofre de entre tres.
Las batallas contra los jefes finales son intensas y muy divertidas
Luchamos contra dos jefes finales, y ambos nos gustaron muchísimo. Es un combate intenso y rápido en el que constantemente hay que esquivar y formar tótem para lograr atacar. Hay momentos en que debes ir sobre un compañero para poder atacar desde una posición algo superior y, cuando eres quien está arriba del tótem sólo puedes atacar, pero el movimiento lo controla el jugador que está en la base del tótem. Se produce una situación en la que ambos deben coordinarse. Son de los momentos más divertidos.
No siempre avanzan los tres personajes juntos, pero puedes saber siempre dónde están tus compañeros pulsando su símbolo en la pantalla táctil. El control del juego nos ha parecido genial, y el uso que se le da a la táctil es sencillo y cómodo. Formar totem y lanzar a los compañeros es ágil, terriblemente divertido y hasta hemos logrado hacer algún alley oop con las bombas.
Durante la misión puedes realizar una foto, sólo una por cada fase, (no tardas mucho en conseguir la cámara para hacerlo) y subirla a Miiverse. Al acabar la partida te dan una moneda de amistad al salir del castillo. Estas monedas son necesarias también para hacer los trajes.
Según vas avanzando se desbloquean nuevas fases. Nintendo ha confirmado que tendrá 32 niveles, fases de desafío y un modo en el que te enfrentas a un jefe tras otro, pero lo mejor es la rejugabilidad que tienen esos niveles para conseguir nuevos ingredientes para los trajes o más rupias. Jugando con amigos en una partida local parece que será un gran juego, sobre todo teniendo en cuenta que no tenéis que tenerlo los tres, pero también promete a la hora de jugar online.
Tri Force Heroes combina la resolución de puzles a tres bandas con la necesidad de coordinarse para atacar; no hay respiro y todos los jugadores dependen de la habilidad de los demás. Nadie puede quedarse rezagado ni apartarse. Prometen estos héroes de orejas puntiagudas y peinado con raya al lado.
El juego saldrá a la venta el 23 de octubre sólo para Nintendo 3DS.
