En el 2001 Nintendo volvió a sorprender a propios y a extraños con Paper Mario, un original juego de rol protagonizo por el fontanero más famoso de todos los tiempos y que contaba con la peculiaridad de que todo estaba hecho de papel, personajes incluidos, algo a lo que se le sacaba mucho partido a la hora de plantearnos todo tipo de situaciones disparatadas. Gracias a su éxito, la saga contó con nuevas entregas posteriormente con Paper Mario: La Puerta Milenaria para GameCube y con Super Paper Mario para Wii. Esta última entrega se desligó de las pautas marcadas por las dos anteriores entregas, abandonando muchos elementos roleros por el camino, como los combates por turnos, aunque supo mantener su nivel de calidad habitual.
Finalmente, el mes que viene por fin podremos disfrutar de su nueva entrega exclusiva para Nintendo 3DS, Paper Mario Sticker Star, la cual fue anunciada incluso antes del lanzamiento de la consola, por lo que es uno de esos juegos que están en el punto de mira de muchos de los poseedores de la portátil.
Tras haber superado sus primeras horas de juego, podemos adelantaros que estamos ante un título muy notable que mantiene todo el encanto de este maravilloso mundo de papel, aunque trae consigo algunas novedades en su jugabilidad que no serán del gusto de todos.
El comienzo de la historia es bastante sencillo y no resultará extraño a ningún seguidor de Mario. Cada año se celebra un festival para pedirle deseos al Cometa Pegatina, un astro que según cuenta la leyenda es capaz de conceder lo que la gente desea. Pero claro, si el festival se celebrara normalmente esto no tendría demasiado interés, así que Bowser decide que quiere el cometa para él solo y lo toca antes de que nuestro bigotudo fontanero tenga tiempo para impedírselo. El cometa estalla y sus fragmentos quedan desperdigados por el mundo, así como unas poderosas pegatinas llamadas Pegatinas Reales, las cuales conceden un poder descomunal a sus poseedores, pero también los vuelven locos.
Una de ellas con forma de corona acaba sobre Bowser, provocando que el malvado rey se cargue todo el festival, le pegue una buena tunda a Mario y se lleve consigo a Peach por enésima vez. Tras despertarnos totalmente arrugados, una voz comenzará a pedirnos que nos acerquemos a ella, tras un rato buscando su procedencia, nos encontramos con una pegatina llamada Tina, quien nos explica la situación, nos acusa de lo ocurrido sin creerse que somos el famoso Mario y nos manda la misión de volver a reunir a todas las Pegatinas Reales.
Encontramos nuestro primer problema en que la plaza del pueblo en el que nos encontramos ha sido enrollada y para colmo allí se encuentra la salida. Tras hablar con uno de los toads, nos cuenta que la única forma de devolverla a su estado original será liberando al resto de habitantes del pueblo para que ayuden a empujar y a desenrollar. Estos primeros compases nos servirán para adaptarnos a las peculiaridades de estar en un mundo de papel a la hora de explorar e investigar, ya que por ejemplo podemos encontrar toads en un cubo de basura tras haber sido convertidos en una bola o a varios apilados en una estantería como si fueran meros folios. Además, Bowser ha sellado algunas estructuras y lugares con unas cintas adhesivas, por lo que para desplegarlas tendremos que arrancarlas.
Tras superar esto podríamos decir que comienza el juego de verdad y se nos permitirá salir al mapa principal. Sobre este merece la pena destacar que mantiene una estructura muy similar a la vista en juegos como Super Mario World. El título cuenta con varios mundos divididos a su vez en niveles, donde podremos encontrar incluso rutas secretas que nos lleven a pantallas ocultas. Para desbloquear el siguiente bastará con encontrar un trozo del Cometa Pegatina, los cuales suponen el equivalente a la meta de cada pantalla. Como hemos dicho antes, puede que haya más de un trozo por nivel y cada uno de ellos nos desbloqueará una ruta distinta.
Considerando que una vez que nos adentremos en uno de estos mundos comenzaremos a combatir, toca hablar de su sistema de combate. Estos se resuelven por turnos y no son aleatorios, por lo que veremos a los enemigos pululando por los niveles. Si les arreamos con nuestro martillo o saltamos sobre ellos comenzaremos la batalla con un ataque extra que nos dará algo de ventaja.
Una vez estemos en combate no tardaremos demasiado tiempo en darnos cuenta de que a pesar de estar ante un sistema por turnos, este no es para nada tradicional. En los escenarios y en las tiendas conseguiremos unas pegatinas que podremos almacenar en nuestro álbum, las cuales representan nuestros ataques en batalla. Este álbum tiene un espacio limitado que podremos ir ampliando añadiéndole nuevas páginas, por lo que no podremos llevar un número infinito de pegatinas y no todas son del mismo tamaño.
En cada turno tendremos que escoger qué pegatina queremos usar e intentar realizar su secuencia correctamente, ya que si pulsamos el botón A en el momento adecuado de cada ataque podremos realizar múltiples golpes o hacer más daño, muy en la línea de los anteriores juegos de la serie. Además, cuando nos defendamos si pulsamos A justo en el momento que vayamos a recibir un ataque conseguiremos mitigar algo de daño. También tenemos que tener en cuenta el tipo de enemigo ante el que estamos, ya que si por ejemplo intentamos usar una de salto sobre un enemigo con pinchos nos haremos daño, por lo que un martillo contra ellos será más efectivo.
Cabe mencionar que las pegatinas las perderemos una vez las hayamos usado, ya que son de un solo uso, y que existe una gran variedad de ellas, que van desde ataques con salto normales, distintos tipos de martillos, champiñones curativos e incluso trajes como el de Rana, el cual nos permitirá saltar los ataques enemigos para esquivarlos en vez de bloquearlos. Todo esto sin olvidarnos de que existen unas pegatinas especiales, las llamadas pegatinas de cosas, que podremos conseguir convirtiendo ciertos objetos, como unas tijeras o un ventilador, en pegatinas. Estas son las más poderosas de todas y hacen un daño devastador.
A veces el usar una pegatina por turno puede no ser demasiado útil, así que el juego nos ofrece la opción de pagar una determinada cantidad de monedas para poder hacer una tirada en una máquina tragaperras. Dependiendo del número de figuras iguales que saquemos, conseguiremos aumentar nuestro límite de pegatinas por turno a dos, tres o nada. Para hacer esto más fácil, podemos pagar más para ralentizar su velocidad e igualar al menos dos de ellas. Las cantidades requeridas irán aumentando mientras más veces usemos esta opción en un mismo combate.
Aun es pronto para juzgarlo definitivamente, pero en estos primeros compases iniciales el sistema de combate nos ha dejado un sabor de boca algo agridulce, ya que lo notamos muy simplificado en algunos aspectos, como la imposibilidad de escoger blanco individual (si hacemos un ataque que solo afecte a un enemigo siempre irá dirigido contra el primero de la fila) o la ausencia de un compañero que le dé un toque más estratégico.
Además de todo esto, el hecho de que no recibamos experiencia tras ellos le quita parte de la emoción al combatir para subir de nivel a nuestro personaje y hacerlo cada vez más poderoso. En vez de eso, cuando ganemos una batalla recibiremos monedas, las cuales son útiles para la máquina tragaperras y las tiendas, pero no terminan de conseguir convertirse en el incentivo que necesitamos para animarnos a batallar, al menos por lo visto hasta el momento. También cabe destacar que la dificultad durante estas primeras horas brilla por su ausencia, algo que esperamos que cambie a medida que avancemos por los mundos.
A pesar de que no podremos mejorar a Mario combatiendo, si exploramos bien los escenarios podremos encontrar unos corazones especiales que subirán el límite de nuestra vida máxima, por lo que os recomendamos que juguéis con calma e investigándolo todo, ya que el juego tiene una enorme cantidad de salas secretas y objetos ocultos.
Otra característica bastante llamativa de este Paper Mario la encontramos en la habilidad de "papelizar". Gracias a ella podremos ver el escenario en el que estamos como si fuera un folio y pegar algunas de nuestras pegatinas o algún recorte que tengamos. Por lo que hemos visto se trata de una habilidad clave en el desarrollo de la aventura y con la cual podremos abrir muchos caminos. También cabe mencionar que hay algunos elementos de los escenarios que no están bien pegados, como por ejemplo una puerta o un interruptor que estén al revés. Gracias al papelizar podremos arrancar esos elementos y colocarlos correctamente para poderles dar uso, algo que nos mantendrá siempre atentos a cualquier detalle que pueda resultarnos extraño o fuera de lo normal.
A nivel técnico hay que decir que luce estupendamente. Probablemente sea el juego de la saga que mejor representa el encontrarnos en un mundo de papel gracias al añadido de las pegatinas. Ver como un enemigo se dobla en forma de cono para que nos pinchemos si atacamos por arriba o que las monedas estén hechas de cartón ayudan mucho a todo esto. Además, el efecto 3D está muy conseguido, con algunos momentos realmente sorprendentes por su profundidad, a lo que hay que sumarle que el título no se resiente visualmente si lo activamos, por lo que olvidaros de los habituales dientes de sierra de otros juegos cuando activamos las 3D.
En cuanto al sonido más de lo mismo, a pesar de no haber doblaje, la banda sonora encaja muy bien con el aspecto desenfadado de la aventura, con melodías pegadizas en las que encontraremos algún que otro remix de canciones ya clásicas del fontanero.
Concluyendo estas impresiones, podemos decir que esta entrega de Paper Mario nos está gustando mucho, consiguiendo divertirnos prácticamente a cada paso con su constante sentido del humor y con sus originales situaciones y puzles. Todavía quedan por resolver varias dudas, como su duración, la dificultad de sus mundos más avanzados, los distintos usos de la habilidad de papelizar durante su desarrollo y si su sistema de combate conseguirá terminar de convencernos con una mayor profundidad jugable, pero de momento nos está pareciendo un juego muy recomendable y a tener en cuenta de cara a estas Navidades.
