Solo los más talluditos, aquellos que ya rocen o hayan superado la treintena, recordarán aquel querido juego de Mega Drive, Castle of Illusion Starring Mickey Mouse, uno de los primeros juegos para la consola de 16 bits de Sega, allá por noviembre de 1990. Un plataformas en dos dimensiones –como no podía ser de otra forma por aquellos tiempos-, en el que recorríamos un castillo con distintas estancias intentando rescatar a Minnie Mouse de las garras de la bruja Mizrabel.
Tuvo lo que se pueden considerar dos secuelas, Land of Illusion para Master System y Game Gear y World of Illusion otra vez para la propia Mega Drive, una época en la que los títulos de Disney eran geniales juegos de plataformas, que no solo se aprovechaban de una licencia sino que además eran productos muy cuidados. 22 años después, Castle of Illusion va a recibir un particular tributo u homenaje con Epic Mickey: Mundo Misterioso, un título que en su versión en castellano pierde el guiño al clásico juego de Mega Drive, ya que la versión original se titula Epic Mickey: Power of Illusion.
Llegará el 23 de noviembre en exclusiva para Nintendo 3DS, a la vez que su hermano mayor, Epic Mickey 2: El retorno de dos héroes para PlayStation 3, Xbox 360, PC, Wii y Wii U. Se trata también de una secuela del primer Epic Mickey para Wii, pero se ha apostado por una aventura completamente original, con un desarrollo en dos dimensiones y gráficos realizados a base de sprites, como en los juegos de principios de los 90, aunque mucho más refinados.
El estudio encargado de Epic Mickey: Mundo Misterioso es Dreamrift, que posiblemente no os sonará de nada, pero cuyos fundadores son Peter Ong y Ryan Pijai, máximos responsables de Henry Hatsworth in the Puzzling Adventure, aquel adictivo y original juego para Nintendo DS que mezclaba plataformas y puzles, dos auténticos amantes del pixel art. Con este su primer juego para Nintendo 3DS pretenden por un lado homenajear a Castle of Illusion y ya de paso a los clásicos plataformas 2D de Disney en la era 16 bits, y por otro incorporar las originales innovaciones jugables del Epic Mickey de Wii.
Tras una larga introducción creada a base de ilustraciones, acabamos con Mickey de nuevo en el Páramo, donde ha aparecido el Castillo de las Ilusiones junto a la bruja Mizrabel, tras avisarnos el conejo Oswald de que Minnie Mouse está encerrada dentro, igualito que en el juego de Mega Drive. De hecho Mickey hará una mención de que ya estuvo en ese lugar, algo que encantará a los más nostálgicos, incluyendo diversos guiños al título de 16 bits, como alguna melodía del original.
Una vez comencemos la aventura, descubriremos que el desarrollo es el de un clásico plataformas 2D, niveles que tenemos que recorrer de izquierda a derecha con un poco de exploración vertical, con un botón para saltar que si dejamos pulsado se convierte en un culetazo con el que podemos acabar con los enemigos. Pero poco a poco descubrimos que su jugabilidad no es tan clásica como aparenta, y se incluyen interesantes novedades. Por ejemplo con el golpe con el trasero, si en vez de volver a pulsar el botón en mitad del salto, lo hacemos en el último momento, justo antes de tocar al enemigo, realizaremos un salto mucho más alto, que nos permitirá llegar a lugares más elevados. También contamos con otro ataque para acabar con los enemigos, un ataque giratorio que realizamos desde el suelo.
Lo original respecto a cualquier otro plataformas 2D lo pone el pincel mágico, con sus dos funciones, de pintura y disolvente. Podemos disparar con él, cambiando entre las dos acciones, que dañan por igual a los enemigos, aunque nos proporcionan diferentes recompensas. No se puede usar el pincel sin control, ya que hay un medidor de disolvente y pintura, y tendremos que tener cuidado de no agotarlo, aunque al vencer a los enemigos a veces nos sueltan tickets –algo parecido al dinero-, corazones –que son puntos de vida- o pinceles que nos rellenan la barra de pintura y disolvente.
Pero esta es solo la función como arma del pincel mágico, ya que lo original se produce al tocar la pantalla táctil. En la pantalla superior, la 3D, seguimos la acción, y en la de abajo, la táctil, se nos muestra una especie de mapa de los escenarios. A veces aparecerán plataformas u otros elementos señalados, indicándonos que podemos interactuar con ellos. Por ejemplo si sale la silueta de una plataforma, pinchamos sobre ella, y accedemos a un pequeño minijuego donde debemos pintarla. Si lo hacemos correctamente, siguiendo con el lápiz táctil lo mejor posible la silueta, habremos creado una plataforma en ese punto del escenario.
Cuando hay un elemento del escenario que aparece en la pantalla inferior coloreado de azul, eso nos indica que podemos borrarlo con el disolvente, de igual manera. Pinchamos sobre él y accedemos a un minijuego, en el que en vez de pintar la silueta, tenemos que borrar la forma. Cuando pintamos, dependiendo de lo bien que hagamos los trazos, se nos va valorando. Esto sirve para que después de pintar el objeto, aunque aparecerá siempre de la misma manera, dependiendo de lo bien que lo hayamos hecho se nos llenará más o menos el supermedidor, una barra que nos permite durante unos segundos movernos más rápido, saltar más alto y disparar más rápido, algo muy útil en determinadas circunstancias. Por lo que siempre deberemos intentar dibujar lo mejor posible, no de cualquier manera.
No solo pintamos o borramos plataformas, hay todo tipo de elementos, como por ejemplo cañones que disparan proyectiles, bloques con pinchos, o incluso personajes, que podremos poner o quitar según la situación lo requiera. A lo largo de la aventura conseguiremos bocetos, antes de cada nivel decidimos cuales equipamos, y en cualquier momento pinchando en una esquina de la pantalla los elegimos. Hay uno que nos permite situar en cualquier lugar del escenario un bloque con pinchos que puede acabar con un determinado enemigo, o invocar y que nos ayude alguno de los muchos personajes de Disney que nos encontraremos a lo largo del juego.
En este Castillo de las Ilusiones todo es posible, el primer mundo está basado en Peter Pan, aunque en él además de a Peter, Wendy y el Capitán Garfio, nos topamos también con Bestia, el Tío Gilito, Rapunzel o Goofy. Cuando damos con alguno de ellos lo rescatamos, y se acomodan en alguna de las habitaciones de la Fortaleza, una especie de cuartel general. Aquí podemos hablar con ellos, mejorar sus habitaciones, y nos encargan diversas misiones secundarias, desde encontrar ciertos objetos a dibujar algo concreto o hablar con otro personaje para solucionar el entuerto.
Por ejemplo si resolvemos la primera misión que nos encarga el Tío Gilito desbloqueamos una tienda, totalmente imprescindible, donde mediante tickets podemos comprar mejoras de vida, más potencia, rapidez y capacidad para el pincel, o más daño en nuestros ataques físicos. Otras secundarias nos proporcionan más tickets, mejoras de vida, y muchas veces para conseguir el objeto necesario tenemos que volver a rejugar niveles ya superados para encontrarlo.
Según vas rescatando personajes obtienes Poder de corazón en la Fortaleza, y cuando tienes el suficiente se desbloquea el jefe final del mundo, el primero de todos el Capitán Garfio, aunque nos enfrentaremos a otros villanos de Disney. Un enfrentamiento interesante para ser el primer jefe, ya que teníamos que ir mermando su vida poco a poco mientras este nos intentaba golpear y lanzaba bombas por la parte superior de la pantalla, y para pararlas podíamos dibujar redes que las cogieran. Cada vez que pintamos –o usamos el disolvente- la acción se detiene claro, lo que se usa en todo tipo de situaciones, ya sean de acción, plataformas o puzles.
Los gráficos son bastante vistosos, bonitos sprites bien definidos que lucen mucho mejor en la pantalla de la consola, ya que las capturas no le hacen demasiada justicia. El efecto 3D es destacable, ya que los escenarios en ocasiones incluyen varias capas de profundidad, con diferentes elementos en distintos planos, y resulta muy agradable jugar de esta manera.
Tras jugar un par de horas a Epic Mickey: Mundo Misterioso, nos ha parecido una agradable sorpresa. En un clásico plataformas en dos dimensiones pero con buenas y originales ideas, como todo lo relacionado con el pincel mágico, bien implementado, y además siempre es un placer encontrarte con los carismáticos personajes de Disney. Accesible para los más pequeños, los jugadores experimentados encontrarán un reto en completar las misiones secundarias y en descubrir todos sus secretos, ya que de momento nos ha parecido un poco fácil, aunque seguro las cosas se complican a partir del segundo o tercer mundo. Un plataformas 2D entretenido, original y vistoso que seguro agradecerán los amantes del género que ya hayan sacado todo el partido a los dos Super Mario de 3DS.
