Nintendo sigue experimentando con cambios en la jugabilidad de sus franquicias. En este caso no se trata de trasladarla a otro género, como con The Legend of Zelda en el musou Hyrule Warriors, sino de dedicar todo un juego a una de las facetas que más gusta a los jugadores de Animal Crossing: la decoración con Animal Crossing: Happy Home Designer. Tu objetivo es ahora adecuar el interior de las casas de los habitantes del pueblo y los edificios públicos a los gustos y necesidades de sus propietarios.
Hemos probado las dos primeras horas de juego y se han pasado en un suspiro, como suele suceder con los Animal Crossing. En este tiempo hemos visto que el juego mantiene buena parte de los elementos ya conocidos de la serie: el aspecto del pueblo, Tom Nook, algunos de los aldeanos ya conocidos y la entrañable Canela. Pero, al restringir la jugabilidad a la parte decorativa de las casas, cambian la forma de jugar.
Lo primero es que ahora no hay preguntas para decidir el aspecto del aldeano, directamente empiezas con Tom Nook. El laborioso mapache ha ampliado su negocio de compra venta y ahora trabaja en una asesoría inmobiliaria. Eliges para tu personaje unos ojos, un peinado, das tu nombre e indicas si eres chico y chica y empieza el juego en sí.
Nook, Nuria y otros compañeros de trabajo en la Inmobiliaria Nook
Nook presenta a tus compañeros de trabajo, entre ellos su mano derecha, la nutria Nuria. Nook se va y aparece únicamente de vez en cuando para dar alguna indicación, y es con Nuria con quien más tratas (parece que, además de ampliar el negocio, el mapache se ha relajado bastante en el trabajo y prefiere dedicarse más al golf). En apenas estos minutos introductorios ya hemos comprobado que el nivel del traducción del juego mantiene la excelencia a que nos tiene acostumbrados Nintendo con sus productos.
Otra diferencia más llamativa e importante respecto a otros Animal Crossing es que no tienes libertad para moverte andando por toda la ciudad, al menos en estas horas iniciales. Te mueves en un entorno muy limitado en el que hay unos cuatro edificios, y al principio tienes acceso sólo a la inmobiliaria de Nook. Para moverte a otras casas del pueblo te desplazas en coche y debes elegir a qué vecino quieres visitar.
Animal Crossing nunca ha tenido un objetivo real y pagar la hipoteca a Nook era más una excusa que un fin concreto. Se trata más de deambular por el pueblo plantando, recolectando, hablando con los aldeanos, pero sin ningún condicionante. En Happy Home Designer sí hay una especie de "historia" marcada por el avance de los días. En estas primeras misiones diseñas un interior cada día y, cuando terminas, guardas lo que has hecho escribiéndolo en la agenda que está tu mesa.
Cada día comienza con un cliente que llega a la asesoría o al que has buscado tú por la calle y explica lo que desea para su vivienda: que sea "cuqui", que esté a la última o que sea de unos colores o ambientes determinados. Además, tienes que incluir en la decoración los objetos que el cliente decida. Para el resto tienes completa libertad, aunque el cliente está a tu lado todo el tiempo y reacciona ante los objetos que eliges para colocar.
Una forma de colocar y mover los muebes más sencilla y rápida
Aunque probablemente quien llegue a este juego ya haya probado lo divertido que resulta decorar en Animal Crossing, hay grandes cambios que aceleran el proceso de colocar muebles y moverlos: en la pantalla inferior aparece un plano de la habitación dividida en cuadrículas y se indican los muebles que hay y las cuadrículas que ocupan. Con un toque del pad giras el mueble y pulsando sobre él y arrastrándolo lo mueves. Es mucho más rápido y cómodo que hacer que el aldeano coja cada mueble y tire de él o lo empuje. También existe la opción de copiar y pegar un mueble que ya está colocado.
Los menús son una verdadera locura por lo abundante: mesas, camas, sillas, lámparas, aparatos electrónicos, suelos, cuadros... todo está convenientemente ordenado en sus menús respectivos para encontrarlo fácilmente, con cuatro menús básicos (muebles, decoración de paredes, papeles pintados y suelos y alfombras) y distintas secciones dentro de ellos, todo muy bien explicado en general. Con cada nueva misión se va ampliando el catálogo de objetos y decoraciones disponibles, en apenas cinco o seis misiones conseguimos ya una buena cantidad.
Para moverte por el catálogo está la opción rápida de elegir un objeto con el stylus pinchando en él o desplazarte con el pad por el menú y entonces ves en la pantalla superior el objeto que tienes seleccionado más grande y su nombre.
Un cuaderno con las condiciones que el cliente considera indispensables
En la pantalla táctil tienes más información, con un cuaderno que indica las peticiones del cliente y un botón para expresar distintas emociones. Un interruptor te permite ver cómo quedará la habitación de día y de noche. Cuando acabas el trabajo hay un vídeo que muestra distintas imágenes del resultado y del inquilino de la vivienda realizando acciones cotidianas en la habitación que has decorado: durmiendo (si has puesto una cama), sentado en una silla.... Es el momento de disfrutar del trabajo, porque queda realmente llamativo con una música propia de las grandes orquestas de mediados del siglo pasado.
El último de los días que jugamos llegó una cliente especial, Canela, enviada por el Ayuntamiento dentro del plan de urbanismo para pedirte que decores la nueva escuela del pueblo. Del exterior de la escuela sólo pudimos el color del tejado y ventanas entre las tres versiones que te da Canela: rojo, verde y azul (más adelante parece que sí podrás modificar también la parte externa de los edificios). Pero en el interior tienes total libertad para hacer una escuela rural antigua o un proyecto más cercano a Montessori.
El catálogo estalló en una gran cantidad de objetos nuevos: pupitres dobles, sencillos, mesa del profesor, mapas, esqueletos, mesas de laboratorio, un hamster, taquillas, mochilas de almuerzo... Animal Crossing siempre ha destacado por sus amplias colecciones de objetos y ahora parece que será mucho más todavía. El único juego que hemos visto con una variedad tan grande para decorar hasta el momento es Los Sims.
Fotografiar las casas que diseñas y subir las imágenes a internet
En cualquier momento puedes revisitar alguna de las casas que has decorado -el juego te anima a hacerlo y a mantener buenas relaciones con el vecindario-, fotografiarlas y compartir en internet las imágenes, ya que es uno de los pocos juegos que utiliza la app Cámara de Nintendo 3DS. Puedes subir las fotos que hagas en el juego a Miiverse o a las redes sociales.
La cámara se puede mover y giras la habitación (menos cuando estás dentro de los menús de objetos), o la acercas para ver más detalles de cómo está quedando una zona determinada o la alejas para tener una perspectiva casi cenital. Estos movimientos se hacen con la cruceta, mientras que con el pad mueves al personaje.
Llama la atención la petición de Nintendo de permiso para que la consola envíe tus datos de juego de cara a futuros títulos. En el menú principal de juego aparece la posibilidad de modificar ese permiso cada vez que empiezas a jugar. No pudimos resistir la tentación de quitar el juego sin haber guardado y volver a abrirlo para ver si aparecía Rese T. Ado, y no, el topo no hizo acto de presencia y el día comenzó de nuevo.
Animal Crossing Happy Home Designer será uno de los primeros juegos que utilice las tarjetas Amiibo para incluir nuevos vecinos, pero todavía no estaban disponibles para probarlas. Estas tarjetas llegarán a Europa para el 2 de octubre, habrá 100 diferentes y se venderán en sobres de tres.
Animal Crossing: Happy Home Designer saldrá a la venta el 2 de octubre para Nintendo 3DS.