Análisis de X-Men: Destiny (Xbox 360, Wii, PS3)

Ya han pasado dos largos años desde que se estrenara tanto en el cine como en nuestras consolas, X-Men: Orígenes, la última aventura de los mutantes más famosos. Mucho tiempo para una saga con multitud de seguidores deseosos de saber más de estos misteriosos personajes.

Un argumento inédito creado por Mike Casey, uno de los guionistas de los cómics de la serie, ha sido la excusa para que Silicon Knights, un estudio con poca fama, nos traiga este X-Men: Destiny.

Aunque a priori, el argumento es bastante interesante, y, además, todos tengamos en la memoria el recuerdo de los dos excelentes juegos, también inéditos, de otro superhéroe como es Batman, el resultado final no ha estado a la altura de las expectativas. Veamos el porqué.

El argumento nos lleva a San Francisco, una ciudad medio destruida tras los terremotos y las guerras entre mutantes y humanos en un momento es crucial para la población. Tras la misteriosa muerte del Profesor X, sobre la que pocos datos tenemos, por fin, los mutantes, liderados en este difícil momento por Cíclope, han alcanzado un acuerdo de paz con las autoridades civiles.

Cuando el acuerdo está a punto de firmarse en un acto típicamente electoralista, en una plaza pública, un brutal atentado hace saltar todo por los aires, echando por tierra la ansiada paz. El nombre de Magneto, el gran enemigo de los X-Men está en boca de todos como culpable, por lo que una banda de humanos, los purificadores, se hace con el control de la calle, asesinando y persiguiendo a los mutantes. ¿Qué ha pasado realmente?, ¿cómo evolucionarán los acontecimientos? Interesantes cuestiones que tendréis que averiguar en el transcurso del juego.

Los nuevos personajes

Como ya sabíamos, una de las principales novedades de este juego es la inclusión de tres nuevos personajes mutantes totalmente desconocidos para nosotros, ya menos después de nuestro extenso avance publicado este verano. Aimi Yoshida, es una adolescente japonesa, exiliada a San Francisco por su padre, también mutante. Grant Alexander, americano, es un joven jugador de futbol americano, que desconoce por completo sus poderes mutantes, mientras que Adrian, es el hijo de uno de los difuntos fundadores de los "Purificadores".

Tres personajes muy diferentes, a los que el atentado les sorprende en la misma plaza, por lo que nuestra primera decisión será escoger con cuál queremos vivir la aventura, así como el nivel de dificultad entre los curiosos nombres de "new mutant", "X-man" , y "X-treme". Sí, no lo habíamos dicho hasta ahora, pero el juego está en perfecto inglés.

Durante la presentación de los personajes que hemos visto a lo largo de estos meses de promoción, intuíamos que cada uno iba a tener un poder predeterminado. Así pensábamos que Aimi iba a usar la energía como arma, el poderoso Grant sería capaz de poder controlar la densidad de la materia, y el enigmático Adrian, controlaría las sombras y la materia. Pues bien, finalmente las cosas no serán así, y aparte del personaje, también podremos seleccionar con cual de esos tres extraños poderes queremos equipar a nuestro protagonista.

Tres personajes, una historia

Suena interesante, pero la realidad del juego es bastante más pobre, y por muy misteriosos que parezcan esos poderes, a la hora de utilizarlos realmente se traducen en dos tipos de ataque, uno ligero, y otro más fuerte, con prácticamente el mismo resultado, sea el poder que sea. Igualmente y aunque lo lógico es que hubiéramos pensado que la aventura sería distinta para cada uno de los tres personajes, lo cierto, es que es prácticamente es idéntica para todos ellos, con pequeños, muy pequeños matices, diferenciadores entre ellos. No podemos ocultaros que estos dos aspectos nos han dejado una fuerte sensación de decepción, por lo simple que ha resultado ser el juego final.

La personalización de nuestro personaje va todavía más allá con los X-genes, y los poderes mutantes. Los x-genes son, en definitiva, poderes de otros mutantes que podemos ir encontrando y adquiriendo a lo largo de la aventura, y que se dividen en genes defensivos, genes ofensivos, trajes, y utilidades, donde encontraremos, por ejemplo, nuevas barras de energía. Estos genes se irán añadiendo a nuestro inventario, aunque solo podremos tener equipado uno de cada tipo, pudiendo intercambiarlos siempre que lo deseemos. Los poderes mutantes son algo parecido, y consisten en nuevos combos de ataque, y diversas mejoras de salud y velocidad, que se van añadiendo sin límite a nuestro mutante, pudiendo posteriormente mejorarlos de nivel.

Una vez escogido personaje, el poder y las mejoras, ya seremos capaces de recorrer las calles de San Francisco en busca de respuestas, en un juego en tercera persona repleto de acción. Los combates contra los "purificadores", que misteriosamente se han enterado que somos mutantes, pese a que ninguno de nuestros tres personajes tenga ningún rastro extraño, serán continuos, casi en cada esquina. Poco a poco, la cosa se irá complicando, e iremos entablando contacto con muchos de los mutantes que ya conocemos de otras películas y juegos. Emma Frost, Mística, Pixie, Colossus, Gambit, Iceman, NorthStar, Forge, Toad o Caliban, irán apareciendo en la aventura, dialogando con nosotros y ayudándonos en algunos combates.

¿X-Men o La hermandad? Escoge tu bando

Aunque cada uno de estos nuevos mutantes tiene orientación hacia uno de los dos bandos de la contienda, X-Men, y la Hermandad, el destino final del personaje lo decidiremos nosotros seleccionando si queremos realizar o no las diversas misiones que nos irán planteando los mutantes de cada bando. Estas misiones lejos de separar el hilo argumental de ambos bandos son simples añadidos, que una vez superados nos devuelven al mismo sitio, como si nada hubiera pasado y continuando con la historia principal.

El desarrollo de los niveles es totalmente lineal, y los escenarios están completamente bloqueados, por lo que en ningún momento podremos decidir qué hacer, más que seguir por el camino guiado, luchando una y otra vez con los mismos tipos de enemigo. Realmente, X-Men: Destiny se transforma en un simple y repetitivo juego de combates, con algún ligero toque de plataformas casi anecdótico, en los que machacar botones tan rápido como podamos es lo único importante que hacer. Las peleas enseguida pierden la novedad, y se vuelven demasiado repetitivas, y en cierto modo aburridas, a la vez que el número de enemigos se va multiplicando.

El único aliciente que nos da algo de variedad lo ponen los gigantes jefes finales, que por supuesto, no os vamos a desvelar cuales son, aunque os podemos asegurar que hay alguna que otra sorpresa. Éstos no son muy difíciles de superar, y su comportamiento es muy repetitivo pudiendo fácilmente esquivarlos y contraatacar. Durante las misiones encontraremos también unas cuantas zonas de desafío, en las que tendremos que eliminar a cierto número de enemigos en un tiempo limitado, sin obtener ninguna recompensa por ello.

La duración del juego se mantiene en los estándares de la actualidad, rondando las seis horas, con el problema añadido de que no tenemos ningún otro modo de juego ni local ni online disponible, y a una rejugabilidad realmente escasa, ya que como ya hemos comentado la sosa historia es la misma para los tres personajes.

Gráficos

Cuando un juego falla en su jugabilidad, los gráficos pasan a un segundo plano como ocurre con X-Men: Destiny. Los gráficos en sí son simplemente correctos, tirando a pobres, no destacando en absoluto, en ninguno de sus factores, y más si los comparamos con alguno de los grandes lanzamientos de este otoño. Los modelos de los personajes son bastante sencillos y se echan de menos más animaciones, y más claridad en sus detalles. Los escenarios, tétricos, debido a la situación de calamidad que se vive en la ciudad, son igualmente demasiado sosos, y escasos de detalles, a la vez que excesivamente fijos, no pudiendo destruir ni interactuar con ningún objeto.

Solo la espectacularidad que se vive en algunos combates, y el buen diseño de algunos poderes especiales, como la creación del hielo de Iceman, salvan un aspecto técnico bastante regular, en consonancia que el resto del producto. La música y los efectos sonoros todavía son más sencillos pasando totalmente inadvertidos.

Como ya hemos comentado con anterioridad el juego, textos, diálogos, y subtítulos, está totalmente en inglés. Aunque no es muy difícil seguir el argumento, tampoco se entiende a estas alturas el poco esfuerzo que se le ha dedicado a este título en todos y cada uno de sus aspectos.

Conclusión

Pobre, repetitiva y simple, son las características que mejor definen a esta inédita aventura de los X-Men. Pese a que la historia parecía interesante, y los nuevos mutantes y sus poderes podían haber sido alicientes para conseguir un título interesante, la realidad nos ha dejado un juego de acción del montón, que no destaca en ninguno de sus aspectos, y que sólo los más acérrimos seguidores de estos mutantes disfrutarán algo.