Análisis de Shank 2 XBLA (Xbox 360, PC, PS3)
Los juegos de scroll lateral y plataformas en dos dimensiones viven en la actualidad una sorprendente aunque merecida segunda juventud, después de haber sido los dominadores durante la década de los 90. Pese a que sus lanzamientos son siempre a través de los sistemas de descarga digital, XBLA y PSN, su calidad está fuera de toda duda. Títulos como Outland, Trine y su secuela, Ms.Splosion Man, remakes como Hard Corps: Uprising, o incluso el motorizado Joe Danger, al que también podríamos encuadrar en este género, nos hicieron pasar grandes momentos el año pasado, demostrando que no solo de superproducciones vivimos los jugones.
El primer Shank fue lanzado durante el verano del 2010, y se convirtió rápidamente en uno de los juegos más destacados de este estilo plataformero en aquel año. Desarrollado por Klei Entertainment, un estudio canadiense fundado en el año 2005 por Jamie Cheng, un ex programador de Relic, y Jeffrey Agala, un creativo especialista en animación, Shank destacó precisamente por su estilo gráfico y una acción continua.
Shank 2, su secuela, sigue ese peculiar estilo cómic cercano al gore, al pie de la letra, ofreciéndonos pequeñas pero interesantes novedades que vamos a intentar desgranaros. Ya os podemos adelantar que si disfrutasteis del original, lo haréis todavía más con esta continuación, y si no lo probasteis, y os gustan este tipo de propuestas, sencillas y directas, deberíais darle al menos una oportunidad.
El argumento es tan prescindible como el del primero. Nuestro héroe, Shank, se arrastra por la selva acompañado en exclusiva por el tequila mientras recuerda a unos viejos amigos, cuando se ve dentro de una revolución militar que como no puede ser de otra manera está machacando a los civiles. Y ahí se mete él solito, para intentar poner orden en mitad de todo ese jaleo.
Disparos a raudales
¿Cómo lo va a hacer? Pues a tortazo limpio. Estamos ante el típico juego machaca botones, en el que tendremos que hacer frente a decenas de enemigos en cada uno de los niveles. La batalla entre plataformas y disparos, o habilidad y acción, que se le suele plantear en este tipo de juegos es ganada en este caso por la acción más radical y continúa.
Para conseguir sobrevivir nuestro héroe se podrá armar con tres armas diferentes, una para el cuerpo a cuerpo, otra para las largas distancias, pudiendo llevar, además, otro tipo de armas arrojadizas como granadas o cócteles molotov. Pese a que al principio tendremos pocas opciones para escoger, poco a poco nuestra armería sé ira ampliando de forma considerable con armas tan originales, o ya no tanto, como la motosierra, palas gigantes, etc., además de poder usar alguna que otra torreta o cañón olvidado.
Como estaréis imaginando esta gran variedad de armas disponible lo que realmente anticipa es el ingente número de enemigos, y los distintos tipos de los mismos, que nos vamos a encontrar. Enemigos de todos los tipos y tamaños, armados con simples cuchillos, o con armas pesadas, que a menudo, necesitarán una buena tunda de palos para ser eliminados. Pero no nos equivoquemos, Shank todavía no es John Rambo, por lo que tendremos que planificar levemente nuestra estrategia dependiendo de las diferentes alturas y los distintos tipos de enemigos que nos encontremos en cada momento, a la vez que inevitablemente tendremos que usar a menudo la posibilidad de rodar rápidamente por el suelo para huir de ellos.
De todos ellos, tenemos que destacar, cómo no, a los enormes jefes de cada nivel, que pueden ser enormes luchadores, brujas o un simple operario manejando una enorme grúa. Enormes de tamaño y de poder, en estos casos, sí que será imprescindible, primero, una evaluación de sus ataques para defendernos, y segundo, buscar sus puntos débiles para atacarles. Destacar también las espectaculares animaciones que veremos cuando consigamos debilitarles, y subirnos encima, así como el maltrato que harán a Shank, cuando sean ellos los que le atrapen a él.
Uno de los problemas que si bien no es demasiado importante, sí nos puede dar algún disgusto o frustración, es la cantidad de botones que necesitamos usar en cada momento. Tres botones, uno para cada tipo de arma diferente, el stick derecho para rodar, el botón RB para coger cosas y botellas del suelo, son muchos botones necesarios para pocos dedos, por lo que a menudo tendremos bastante caos, y la sensación de que pulsamos a todos menos al que realmente necesitamos.
El juego consta de ocho niveles que no suelen llegar a la media hora de duración, en ninguno de los casos, lo que nos da una duración razonable para un juego descargable, aunque esto dependerá totalmente de nuestra habilidad. Existen dos dificultades, normal, que generalmente es accesible, aunque tiene algunos puntos donde será inevitable el reinicio varias veces, sobre todo en las luchas contra los jefes fínales, y difícil, reservada para los expertos del género.
Supervivencia
Extrañamente, esta segunda parte no admite el modo cooperativo local durante la campaña, al contrario que sí lo hacía la primera parte, pero en cambio, añade un nuevo modo de juego, llamado supervivencia. Este modo, que puede ser jugado, tanto de forma local con un amigo, como con otro jugador a través de Xbox Live, es similar a los famosos modos ¨"horda" imprescindibles hoy en día. Consiste en escoger un escenario de los tres posibles, compuesto de una pantalla fija con varias alturas, y sorpresas, e intentar superar constantes oleadas de enemigos, que aparecerán por todos los lados.
Antes de empezar podremos escoger entre uno de los 16 distintos personajes, que previamente hagamos conseguido desbloquear, y seleccionar sus armas, algunas de ellas específicas. El número máximo de oleadas es de treinta, y no hace falta decir que este modo se complica muchísimo según vamos superando fases, llegándonos a encontrar también con jefes fínales, y alguna que otra sorpresa como oleadas zombis. Entre oleada y oleada, tendremos unos valiosos segundos en los que poder adquirir de forma sencilla gracias a una rueda de compras, botellas de tequila, para mejorar nuestra salud, o diversas ayudas para el combate, como torretas, o jabalíes salvajes que se llevarán por delante todo lo que encuentren. Un modo realmente adictivo, y divertido, sobre todo si tenemos algún amigo que también controle o encontremos algún buen jugador online.
Aunque realmente no nos hubiéramos imaginado hace años que este tipo de juegos llegará a destacar por su aspecto técnico lo cierto es que juegos como Outland, o Trine, sí lo han conseguido, gracias a unos entornos coloristas y detallados. En el mismo caso se encuentra Shank, que ha apostado por unos escenarios muy bien diseñados, con pocos colores, pero muy convincentes, con un estilo muy propio, teniendo incluso fases en blanco y negro, y bajo la lluvia. Los movimientos y animaciones de nuestro personaje están realmente conseguidos y son espectaculares pudiendo, por ejemplo, quedarnos suspendidos en el aire durante unos segundos mientras seguimos disparando sin descanso.
Durante el juego encontraremos multitud de secuencias animadas que nos van contando de forma exagerada lo que está pasando con diálogos en inglés, y sin que podamos activar subtítulos, por lo que a veces no nos enteraremos de todo lo que se dice. De todas formas como decíamos al principio, el argumente es prescindible, limitándose a tener que ir fase a fase eliminando enemigos. El aspecto sonoro está compuesto de melodías muy rockeras con mucha guitarra, y buenos efectos especiales que acompañan y dan ritmo a la acción continua.
Conclusión
Shank 2 inaugura el año de los juegos machaca botones de una forma muy notable. Por apenas 800 Microsoft Points, 9,99 € en PlayStation Network y Steam, tenemos acceso a una trepidante sucesión de niveles en los que la acción es continua. El armamento es variado, la duración es bastante razonable, y, además, tenemos un modo supervivencia que nos garantiza acción casi ilimitada. Lo sentimos por tus dedos y tu mando, pero Shank necesita tu ayuda.