Análisis de R-Type Dimensions XBLA (Xbox 360)

Hay juegos que marcan épocas. Juegos que dejan su impronta en la memoria colectiva y en la historia del videojuego. Convierten géneros, instauran nuevas maneras de jugar o demuestran sus credenciales en base a cambios radicales en el planteamiento. Allá por 1987, cuando el matamarcianos Gradius era la auténtica estrella del género y atesoraba el reinado por mucho tiempo en los salones recreativos de medio mundo, Irem, una empresa con ambiciones en el sector, revolucionó a todos los jugadores con el excelente R-Type. Nadie imaginaba que unos desconocidos podrían alumbrar un título con semejantes características (adictivo, rápido, extremadamente complicado y complejo). El resto es ya historia.

R-Type se ha convertido en una de las sagas más importantes y reconocidas en el scroll lateral contra ingentes cantidades de marcianos espaciales. Hasta ahora hemos tenido varias entregas (R-Type 2, R-Type 3, R-Type Delta, R-Type Final y R-Type Tactics) que han ido evolucionando y adaptando el concepto de juego a las nuevas generaciones, sin escatimar en detalles y golosinas para los jugadores de la vieja guardia. Ahora, tras una serie de adaptaciones de grandes clásicos al Xbox Live Arcade, Irem, en asociación con SouthEnd Interactive, se enorgullecen en presentar una de las grandes obras maestras en formato digital para la consola de Microsoft: R-Type Dimension.

Un buen lavado de cara

R-Type Dimension se aleja del rebozado facilón tan común en las tiendas de descarga digital de juegos. Tozai, empresa colaboradora en todo este revival de juegos clásicos tan en boga actualmente, ha sido la encargada junto a SouthEnd Interactive de dar el espaldarazo técnico definitivo al ya de por sí impresionante R-Type. R-Type Dimension engloba las dos primeras entregas de la saga: R-Type (1987) y R-Type 2 (1989). Para todos aquellos que no confíen en nuestra palabrería sobre la remasterización de viejos clásicos, R-Type Dimension mantiene el tipo en sus dos modos originales, demostrando el mismo aspecto gráfico que la recreativa original, con esos impresionantes sprites en alta definición. Fondos pixelados, sprites...todo aquello que recuerda que tiempos pasados fueron mejores, o al menos, más encantadores. Pero nada más lejos de la realidad.

Alternando con un simple botón en nuestros mandos podemos saltar al nuevo aspecto de la saga de Irem. Los sprites se convierten en texturas y modelados en 3D (siempre manteniendo la arquitectura y perspectiva original en 2D) y la iluminación cambia a tiempo real. Nuestros misiles y disparos, se reflejarán en nuestros enemigos y en los escenarios, demostrando un apartado gráfico sólido y estable. Ya podremos tener la pantalla llena de naves, alienígenas y demás monstruos, que no sufriremos parones, tirones o caídas de frames. Todo es robusto, sólido, bien construido. Además, la adaptación es tan fiel que a veces no sabremos si el juego se programó realmente así. De hecho, entre las enormes capacidades de configuración gráfica, podemos aplicarle filtros de colores y pixelación a los gráficos en Alta Definición. Es increíble el grado de fidelidad y respeto con el que se ha tratado el apartado gráfico programado desde cero.



Y no solo hablamos de gráficos. La estética y la forma de trasladar a la pantalla las sensaciones originales de la recreativa están presentes desde el mismo momento de llegar al menú. Podremos elegir entre los dos juegos de R-Type Dimension con un sencillo e intuitivo menú adornados con los muebles de la recreativa original, incluso jugando así si lo preferimos. Si escogemos dicha forma de visión, podremos deleitarnos con los botones, palancas y banners de neón de la máquina arcade original. Un detalle que hará papilla a los más nostálgicos. En dicho menú, también podremos adaptar la resolución y el aspect ratio del juego, pudiendo elegir entre el clásico y ya obsoleto 4:3 o el formato panorámico 16:9.

En cambio, el apartado sonoro está intacto. Las mismas melodías y canciones de los juegos originales. Por una parte es algo más que normal, pero visto el esmero puesto en otros apartados de la producción, se podría haber remediado y remodelado también. Tampoco queremos defenestrar el apartado, pues en su día, tantos los efectos especiales como las canciones de fondo en los niveles fueron increíbles y portentosas. Sin duda, un apartado técnico adaptado a cualquier público que quiera darle una oportunidad al juego.

La vieja escuela nunca muere

Como bien sabréis, el argumento en R-Type podría ocupar un par de líneas en una servilleta. En un futuro lejano, la humanidad se enfrentará a un grupo de alienígenas y robots conocidos como los Bydo. El resto, ya es habilidad. Y hablamos de habilidad, porque R-Type Dimension en su concepción original, es uno de los juegos más exigentes y difíciles de todo el bazar de la consola de Microsoft. El jugador neófito se verá abrumado ante la cantidad de enemigos y su mala baba. Los reflejos serán esenciales a la hora de esquivar las decenas de disparos, bombas y explosiones que volarán por todos los frentes (arriba, abajo, derecha e izquierda) presionando al jugador y obligándolo a demostrar sus reflejos.



R-Type Dimension es un juego dual, como llevamos diciendo desde el primer momento de este análisis. Si por una parte es un caramelo envuelto en nostalgia para la vieja guardia, los jugadores que se acerquen por primera vez a la saga también podrán hacerlo sin miedo a sufrir ataques epilépticos. R-Type Dimension incorpora dos modos de juego bien diferenciados: Modo Clásico y Modo Infinito. La principal, y casi única diferencia, radica en tema de las vidas y las continuaciones. El Modo Clásico exige al jugador una notable paciencia, una increíble pericia a la hora de administrar sus vidas y esfuerzo constante. En el Modo Infinito, el jugador podrá ser más inconsciente pues sea donde sea el lugar del nivel donde muera, reaparecerá en el mismo sitio. En el Modo Clásico, las cosas son más difíciles, con los sempiternos puntos de control.

La dificultad del juego es elevada en ambos modos, llegando a sus cuotas más altas en los niveles finales, demostrando que la vieja guardia no estaba hecha para llorones. Para poder llegar a dichos niveles deberemos aprendernos las rutinas y los ataques de nuestros enemigos, así como saber a controlar nuestro armamento. Como bien sabréis, nuestra nave cuenta con dos disparos clásicos. Un disparo sencillo, y uno de plasma que conseguiremos soltar si mantenemos pulsado el botón de disparo. ¿No es suficiente? Pues no, no lo es. Al menos para gran parte del juego. Por mucho que intentemos sobrevivir con nuestro armamento más básico, será necesario acopiarnos de power ups que vendrán en forma de cápsulas. Dichas cápsulas conferirán a nuestra nave nuevas formas de disparo. En este sentido, tendremos disparo triple, rayos láser, bombas... Aparte, dicha cápsula podrá ser acoplada delante o detrás de nuestra nave, así como servir por sí sola como si fuese un satélite.

Dicho armamento será esencial a la hora de planificar nuestras estrategias contra los jefes y sub-jefes de nivel. Por ejemplo, podremos soltar la cápsula a disparar en una parte, y nosotros centrarnos en otra parte de los enormes jefes finales. Por si esto fuera poco, siempre podremos recurrir a la ayuda de otro jugador, que nos apoyará con su pericia, o se convertirá en un estorbo que nos acabará fastidiando la estrategia que llevemos a cabo. Justo como en la recreativa.

Conclusiones

R-Type Dimension es la mejor adaptación de un título matamarcianos clásico a una consola de nueva generación. Estamos ante un título completo, lleno de detalles para jugadores clásicos y de la nueva escuela, y divertido en su planteamiento. Su dificultad es enorme, pero sus opciones de juego son tan configurables y accesibles para los novatos que harán las delicias de unos y otros. Su precio es bastante justo para lo que ofrece, y su rejugabilidad (tanto para un jugador como para varios), así como su ranking online y local, dotan al título de una duración casi perpetua. Desde aquí recomendamos encarecidamente que os subáis a la nave de Irem y SouthEnd Interactive y os enfrentéis a las interminables legiones de marcianos desde vuestra casa. Por los viejos tiempos.