Análisis de Risen 2: Dark Waters (Xbox 360, PS3)
Nota: Al tratarse del mismo juego que en PC, en este análisis nos centraremos en las diferencias entre estas versiones. Si queréis profundizar en todo lo que el título tiene que ofrecer, os recomendamos que consultéis el análisis que realizamos para la versión de PC.
Tras sufrir un retraso de varios meses respecto a la versión de PC, los piratas de Risen 2: Dark Waters por fin desembarcan en consolas. Sin embargo, al igual que ocurrió con la primera parte, nos encontramos con una conversión desastrosa. Pocos juegos hemos visto con un apartado gráfico tan pobre y plagado de problemas. Cierto es que el aspecto técnico no siempre es lo más importante en un videojuego, pero en este caso consigue empañar la experiencia hasta cotas insospechadas.
Básicamente nos encontramos ante el mismo juego que pudimos disfrutar hace unos meses en ordenadores. La historia continúa la de la primera parte, pero cambiando la ambientación a una de piratas, islas y tesoros, donde emprenderemos un viaje en busca de un arma que según cuentan las leyendas nos permitirá acabar con un monstruoso Kraken que está sembrando el terror en los mares.
Para ello tendremos que explorar varias islas cumpliendo misiones, resolviendo pequeños puzles, hablando con los lugareños, adentrándonos en mazmorras y combatiendo todo tipo de criaturas. Además, nuestras decisiones irán alterando la historia, un detalle que siempre es de agradecer y que suele animar a rejugar para ver lo que habría pasado si hubiésemos elegido otro camino, aunque ciertamente dudamos de que os queden ganas de una segunda partida tras terminarlo por primera vez.
Una de las grandes lacras del juego en PC era su sistema de combate. Tosco, injusto, ortopédico y aburrido. Todo se limitaba a pulsar rítmicamente el botón de ataque y a usar los llamados "trucos sucios", unos movimientos que nos permiten realizar acciones como tirar arena a la cara de los enemigos o usar a un loro para distraerlos. También podremos usar vudú y armas de fuego, pero la clave del sistema de los combates reside principalmente en la esgrima. El sistema defensivo no funciona nada bien, ya que no podremos defendernos de todos los tipos de enemigos, dejándonos especialmente vendidos ante las bestias y animales.
En la versión para compatibles se introdujo un movimiento de esquiva en uno de los parches, algo que si bien no arreglaba totalmente el sistema de combate, al menos lo hacía más justo al darnos la posibilidad de evitar daño frente a las criaturas más poderosas, por lo que nos resulta completamente incomprensible el hecho de que esta actualización no se haya incluido en esta versión de salida, más todavía si consideramos el tiempo que ha transcurrido entre el lanzamiento de PC y el de consolas.
Como puntos a favor al menos diremos que los controles se han adaptado bien a los mandos de consola y que se trata de un juego largo y con muchas cosas para hacer, por lo que nos llevará un tiempo completarlo. Su historia no es nada del otro mundo, pero al menos resulta lo suficientemente entretenida. Además, para compensar el retraso se ha incluido El Templo del Aire, un contenido descargable que nos dará la oportunidad de explorar una nueva isla repleta de misiones adicionales por cumplir, alargando así unas horas más la duración general del título.
Entrando en su apartado gráfico, ya os comentamos en nuestras últimas impresiones que la cosa no pintaba demasiado bien, y ya con la versión final en nuestras manos podemos asegurar que nuestros peores temores se han confirmado. Gráficamente Risen 2: Dark Waters es todo un ejemplo de cómo no hacer un juego. Las texturas tienen una resolución irrisoria, hay problemas de clipping, la tasa de imágenes por segundo sufre constantemente, las animaciones son totalmente robóticas y artificiales, los dientes de sierra han evolucionado a colmillos de sierra, los efectos de iluminación brillan por su ausencia, las sombras son erráticas y están totalmente pixeladas, la distancia de visionado es nula, la generación de elementos en pantalla a medida que avanzamos es brusca y constante, etc. A todo este recital de problemas técnicos también hay que sumarle una enorme cantidad de bugs con los cuales completamos la colección de errores.
En PC padecía bastantes problemas, pero al menos se las apañaba para mostrarnos unos escenarios bonitos y con una ambientación muy lograda gracias a sus geniales efectos de iluminación, algo que aquí se ha perdido completamente. Ver ahora una selva de fondo es algo desolador, debido a su falta de colorido y a lo borrosa que se muestra. Es cierto que comparar una consola con un PC es algo injusto, dada la diferencia de potencia que hay de una plataforma a otra, pero es que incluso comparando con otros juegos de consola no consigue llegar al aprobado en este aspecto. La versión a la que hemos tenido acceso es la de Xbox 360, y comparado por ejemplo con The Witcher 2 (otro título lanzado originalmente en PC) en esta misma plataforma, nos encontramos con una diferencia abismal.
La banda sonora por su parte sigue manteniendo un nivel decente y sabe adaptarse a todo lo que se nos muestra con acierto, haciendo uso de pequeños trucos como diversos tipos de instrumentación para una misma canción según la hora del día. A pesar de ello, no cuenta con demasiados temas y se repiten más de lo deseable. Su doblaje al inglés es totalmente funcional y no consigue destacar especialmente. Por otro lado, los efectos ambientales cumplen su función a la perfección y consiguen transmitirnos la sensación de estar en una selva.
Conclusiones
Risen 2: Dark Waters llega tarde y mal a consolas. Piranha Bytes prometió hacer una versión digna en consolas y no ha sido así. Si bien es cierto que la conversión está algo mejor que la del primer juego y que se incluye un contenido descargable de regalo, sigue siendo insuficiente para lo que se espera de un juego en consolas a estas alturas. Además, su precio tampoco ayuda demasiado, ya que cuesta lo mismo que cualquier juego de lanzamiento. Si estáis interesados en esta aventura de piratas, os recomendamos disfrutarla en PC si tenéis la posibilidad de jugar en uno. Si ese no es el caso, siempre os quedará esta versión en el supuesto de que podáis perdonarle todos sus errores tanto gráficos como jugables.