Análisis de Ninety Nine Nights II (Xbox 360)

Han pasado cuatro largos años desde que el primer Ninety Nine Nights machacará los botones de las por aquel entonces, finales del 2006, recién estrenadas Xbox 360. Un clásico machaca botones de procedencia nipona al que ciertos fallos de IA y una constante sensación de monotonía le supusieron criticas bastante regulares, aunque sorprendentemente sí tuvo una mejor aceptación de un público deseoso sin duda de probar nuestra flamante consola de nueva generación.

En estos años el género se ha poblado de títulos del estilo dentro de sagas como Dynasty Warriors o Devil May Cry u otros títulos inéditos como Nier o Bayonetta que han ido "redefiniendo" y aportando nuevos toques de rol y aventura a los clásicos mata-todo-lo-que-aparezca-como-puedas. Comprobemos qué aporta esta segunda parte del juego de las noventa y nueve noches, N3, y sí los claros errores de la primera han sido enmendados por Konami a través de FeelPlus, la desarrolladora de este título.

Estamos en los momentos finales de la guerra de los 99 días y los enormes ejércitos del Señor de la Noche ya controlan casi todo el planeta, quedando únicamente el reino de los elfos, Orphea, como ultimo bastión de resistencia. Cuando ya pocos confían en la supervivencia, llega a palacio un guerrero, Galen cuyo pueblo ya ha sido arrasado y que convence a la propia princesa reinante Sephia, a intentar una última cruzada contra la oscuridad. Comienza así una última, épica y gigantesca lucha contra los multitudinarios ejércitos de bestias de la noche, consistente en una serie de misiones en las que Galen y la princesa Sephia se verán acompañados por otros tres personajes más que se irán desbloquean durante el transcurso de la aventura.

Tras la habitual introducción cinemática de la misión pasamos a la acción pura casi sin preámbulos, y es que independientemente de los objetivos que nos hayan asignado, todas las fases consisten en entrar en un campo de batalla bastante simple pero generalmente grandes aunque el recorrido siempre estará muy controlado y cerrado y que puede ser una fortaleza, una prisión o unas cuevas y aniquilar decenas y miles de bestias incluso desde las primeras fases del juego.

Ataques y habilidades especiales

Para ello, cada luchador dispondrá únicamente de dos tipos de ataque, rápido y fuerte, la habitual posibilidad de saltar y rodar por el suelo para esquivar golpes y una serie de ataques llamados habilidades especiales activas y pasivas, que habrá que ir desbloqueando y que son sin duda lo más interesante del titulo como ataques aéreos, barridos, armas de fuego, etc. Lo habitual en estos títulos sería que usando unas rápidamente aprendidas combinaciones de botones consiguiéramos espectaculares combos especiales pero no tendremos nada de eso en este N3. En vez de ello tendremos unos poderes de magia que podremos usar cuando deseemos, siempre que antes hayamos rellenado nuestra barra de energía azul, maná, a base de golpes, claro, y que nos permitirán realizar acciones espectaculares necesarias sobre todo para vaciar la pantalla en un instante o intentar acabar con los temibles jefes finales.



Cuando superemos una misión, que será calificada según el tiempo, número de golpes seguidos y muertes pasaremos a una zona de gestión de los héroes en la cual utilizando los puntos conseguidos durante la batalla podremos mejorar tanto el nivel del guerrero en sí como el de sus armas, accesorios y habilidades activas seleccionándolas entre las hayamos encontrado, o incluso cambiar el color de sus atuendos. Esta área de mejora es muy simple y simplemente se trata de repartir los puntos de cada personaje entre las diferentes opciones que tenga con poco más que hacer huyendo de cualquier complicación o acercamiento a juego de rol o RPG.

Cantidad antes que calidad

Con este claro titular podemos resumir cómo son las batallas de N3 y es que ya desde la segunda fase superaremos con creces el millar de enemigos eliminados. Si estos enemigos se limitan a ser de dos o tres tipos diferentes y con un esquema de ataque que se repite una y otra vez cuando atacan, porque muchas otras veces se quedarán parados esperando nuestra espada, el resultado son unas fases tremendamente repetitivas en las que el único objetivo es machacar nuestros botones de ataque lo más rápido posible casi sin mirar hacia donde.

Otro objetivo puede ser aumentar de forma vertiginosa el número de golpes seguidos dados, pero esto, aparte de para conseguir algún logro o record personal, para poco más sirve ya que como hemos comentado antes no existe posibilidad de realizar combos ni combinaciones especiales de ataques según el número de muertes conseguidas.

La cosa cambia y se complica cuando aparecen los jefes de nivel. La dificultad se multiplica y ahora sí que necesitaremos todos nuestros ataques, habilidades especiales y poderes mágicos para acabar con unos seres que llegan a ser gigantescos y totalmente desproporcionados respecto a sus secuaces y que nos plantearán serios problemas. Aunque la gran mayoría de los niveles son exclusivos para un héroe, también contaremos a veces con la ayuda de otro compañero, siempre manejado por la consola, y que será vital para estos momentos finales.

Para variar un poco entre tanto combate, en algunas zonas de los niveles encontraremos pequeñas zonas de plataformas, interruptores y algún puzle, tan simple que aunque no pasan de anecdóticos dentro de las gigantescas zonas planas donde transcurren las batallas, sí nos pueden servir para huir de las mismas yendo directamente a activar puertas o destruyendo torres generadoras de enemigos.

Es el momento de comentar uno de los defectos o no del juego, compartido con la primera versión, la dificultad. Ésta es bastante elevada, sea cual sea el nivel elegido, fácil, normal o difícil, y es que como ya hemos resaltado la cantidad de enemigos a abatir es brutal y por los combates constantes iremos debilitando nuestra salud poco a poco. La cantidad de pócimas para recuperar la salud es bastante limitada y además suelen estar bastante escondidas en puntos recónditos de los escenarios, zonas que debemos evitar si no queremos acabar rodeados de enemigos por todas partes.



Tampoco ayuda mucho el escasísimo número de checkpoints de cada nivel que nos obligará a repetir varias veces e innecesariamente los gigantescos combates que ya hemos superado para llegar a determinadas zonas. Comentar que el sistema de autoguardado es un poco peculiar y nos dará dos opciones al volver a jugar, cargar partida y continuar. La partida solo se salvará inmediatamente después de superar un nivel completo, no guardando por ejemplo, las mejoras que realicemos después sobre nuestros personajes, mientras que si queremos seguir los combates desde el último checkpoint deberemos usar la opción "Continuar".

Online limitado

Una de las grandes esperanzas que los aficionados al género habían puesta en esta segunda parte era la inclusión de los modos online, y desgraciadamente se van a quedar a medias ya que únicamente vamos a encontrar un modo online para dos jugadores exclusivamente vía xbox live y totalmente aislado del modo historia.



Este modo online consiste en unos escenarios también bastante simples especialmente creados para este modo, en los que podremos jugar en varias modalidades ya de sobra conocidos como supervivencia, donde tendremos que resistir dentro de un coliseo a oleadas de enemigos, escolta donde tendremos que proteger a un ejercito de elfos de continuos ataques o carrera, donde el objetivo será acabar con el número estipulado de enemigos antes que el otro jugador. Ninguno de los modos añade más objetivos que el original, acabar con cientos de criaturas.

En este modo online también podremos ir personalizando nuestro héroe con mejoras a través de los puntos conseguidos, pero siempre de forma aparte al modo individual y también contaremos con el habitual ranking online donde comprobar nuestras dotes para la batalla. Tampoco faltarán los contenidos descargables aunque todavía no se ha anunciado en que van a constar.

Miles de criaturas en tu pantalla

Merece la pena volver a incidir en el increíble número de bestias que pueden llegar a aparecer en las batallas simultáneamente en pantalla, en este caso para hacer notar que en ningún momento la tasa de imágenes flojea, mostrando siempre una acción fluida con unos gráficos notables y unos efectos especiales continuos de tono bastante sangriento. Dentro del nivel gráfico y como es habitual todo el esmero se ha puesto en los héroes de la batalla llenos de detalles, gestos y animaciones, mientras que los enemigos corrientes son bastante más resultones en los pocos momentos en los que se dejan contemplar.

La ambientación esta muy bien conseguida a base de lúgubres escenarios cerrados y con cielos oscuros y tenebrosos las pocas veces que combatimos en superficie y que reflejan como la oscuridad se esta imponiendo en la batalla y la noche cubre casi todos los momentos del día. También podemos destacar las numerosas animaciones de introducción a los capítulos que le dan una aire bastante místico al titulo.

Conclusión

Matar y matar bichos sin descanso es lo que nos propone esta segunda parte de N3. Acción continua, desmedida y brutal, ideal para los amantes de estos tipos de juegos nipones con los que machacar sin descanso los botones de nuestros pobres mandos. A su favor, la duración, los diferentes tipos de héroes y su personalización, los nuevos modos online, la ingente cantidad de enemigos a abatir y el precio de venta ya que teniendo en cuenta que es novedad, va a salir a precio reducido.

En su contra, la sensación de estar haciendo continuamente lo mismo durante horas y la elevada dificultad que deben hacer alejarse lo máximo posible de este juego a cualquier jugador que no sea incondicional del genero.