Análisis de Halo 3: ODST (Xbox 360)

La Ilíada es una obra colosal porque narra una gran epopeya. La narración de la guerra entre aqueos y troyanos es la piedra angular de más de la mitad de la cultura occidental. Pero tan importante como la batalla central es la multitud de pequeñas historias personales que imbuyen al lector en el mundo de la antigua Grecia y lo sitúan a los pies de la muralla de Troya.

Halo es una serie colosal porque narra una gran epopeya, la guerra entre los humanos y el Covenant. Como Jefe Maestro te has adentrado en mil batallas para proteger la humanidad. Has sido un supersoldado al que todos siguen y que lidera el núcleo de la lucha. Pero en este universo hay también personajes con una historia mucho más personal. Tal vez no estén destinados a salvar al ser humano en el campo de batalla, pero sudas con ellos en cada enfrentamiento, temes por su vida y vagabundeas solitario por Nueva Mombasa.

Es muy difícil superarse en cada entrega de una serie tan apreciada, pero Bungie consigue siempre tomar el camino correcto. Antes de aburrir a los jugadores han decidido realizar algunos cambios en la jugabilidad, y lo han acompañado con una modificación coherente en la narrativa. Es difícil saber si surgió antes la decisión de cambiar al jefe maestro por el novato o la de pasar de una épica a una historia más íntima, pero ambos se han amalgamado y el resultado es un nuevo metal precioso: ODST.

Un principio impactante y una ambientación impresionante

La historia empieza cuando algo falla durante el descenso de un escuadrón de ODST (siglas de Soldados de Choque de Descenso Orbital en inglés) sobre Nueva Mombasa. Te despiertas seis horas después, cuando ya es de noche, sin saber qué ha sucedido. Eres el Novato, recién llegado al escuadrón, y decides buscar al resto de tus compañeros.

La ambientación es impresionante cuando empiezas a moverte. La ciudad está en silencio, es noche cerrada y se oyen de vez en cuando ruidos procedentes del enemigo. Nueva Mombasa muestra las heridas de guerra. Una música intimista acompaña tus pasos y potencia la sensación de soledad y desamparo.

Apenas han transcurrido unos instantes y percibes que ODST es diferente al resto de títulos de la serie. En el primer ataque compruebas que tu armadura resiste sólo unos cuantos tiros antes de que el exterior de la pantalla se tiña de rojo y empiece a bajar la barra de vida que tienes en la parte superior. Si te apartas de la línea de fuego el Novato tardará unos instantes en dar el suspiro que indica que la armadura se ha recuperado, pero la salud no se regenera sola, como sucede con el Jefe Maestro. Eres un mortal más y debes buscar un centro médico (similares a cajeros automáticos) para recuperar salud. Por suerte, hay suficientes distribuidos por la ciudad y los edificios.

Visión especial y un mapa para ayudarte.

Que nadie se equivoque; el Novato no es un Jefe Maestro al que se han quitado aquellas habilidades que lo hacían especial, sino que es un soldado normal que debe aprender a manejar los elementos que pueden ayudarle.



Buena parte del juego transcurre por la noche y el Novato tiene el VISR, una visión especial que no tiene nada que ver con la visión nocturna a la que estamos acostumbrados. Con el VISR distingues siluetas que te permiten identificar blancos en la oscuridad: si la silueta es de color verde se trata de amigos, si es roja son enemigos, y si es amarilla son objetos con los que puedes interactuar. Rápidamente te acostumbrarás a utilizar esta visión en el interior de los edificios y en las fases que transcurren por la noche.

El VISR resultará de extrema utilidad, como pronto comprobarás. Suena un teléfono en el silencio de la noche. La cabina más cercana aparece en amarillo, así que te diriges a ella. Es el superintendente de la ciudad, que a lo largo de la campaña te irá facilitando datos útiles para tu supervivencia y tu misión. Para entonces ya te has dado cuenta de que no tienes el radar; es exclusivo del Jefe Maestro y de que tampoco está contigo Cortana.



El superintendente te descarga un mapa de la ciudad que demostrará su valía cuando te percatas de que ahora no tienes que ir obligatoriamente por las calles enfrentándote directamente a todos los enemigos que haya en el camino; puedes elegir un camino alternativo para llegar al punto de destino. El mapa marca las balizas con las pistas que te muestran el destino de tus compañeros de escuadrón y te permite colocar tus propios puntos de destino que se muestran en la brújula.

Resulta extraño para quien esté habituado a jugar con el Jefe Maestro no plantar cara a toda batalla que se presente, pero introduce un elemento de lucha más pausada y estratégica que se integra en el resto de la jugabilidad.

Dentro del arsenal, ODST incluye dos novedades interesantes: el SMG devastador a media distancia y la pistola que dispara tan rápido como puedas darle al gatillo.

El mejor ataque puede ser el que no existe

A los pocos minutos de juego llegamos a una zona con unos cuantos grunts y algún brute, pero de repente aparecen dos hunters especialmente resistentes y no puedes acabar con ellos con las armas de que dispones. Tienes dos opciones: o sales de las calles y cruzas la zona atravesando los edificios o corres y zigzagueas hasta ponerte fuera del alcance de los hunters. Pero ten mucho cuidado; si la tozuda pareja te ve antes de que llegues al edificio más cercano te perseguirá por el interior y acabará contigo tarde o temprano.

Llegas a la primera baliza y entonces lo que te sorprende es el guión. Hay un flashback y ves lo que le sucedió a uno de tus compañeros nada más aterrizar. De hecho, lo ves todo en primera persona como ese compañero. Son muy escasos los videojuegos que se atreven a utilizar este recurso narrativo cinematográfico pero ODST es un ejemplo de manual de cómo enriquecer la forma de contar la historia de forma diferente y atractiva. Todo aderezado por un excelente doblaje que hace más creíbles a los personajes.



Poco después entra en una fase de vehículos. Puedes situarte en la torreta para acabar con todos los enemigos que hay por el camino mientras dirige otro soldado, aunque el resultado es algo caótico porque la excelente inteligencia artificial del juego muestra una conducción brusca, o bien puedes conducir tú, y atraviesas la zona sin detenerte. Halo 3: ODST abre nuevas opciones en bastantes ocasiones. De hecho, parece que el único nexo que justifica el número 3 en su título sea el motor gráfico, que se ha beneficiado de leves mejoras, pero sigue siendo el mismo para bien y para mal. Soporta hasta 1080p.

De panorámica a primer plano

ODST muestra sus principales cartas desde el principio, y se reserva detallitos que te harán estar pendientes de la historia y de todo lo que sucede en tu entorno en cada uno de tus pasos. Todo puede tener importancia, cualquier ruido o elemento que llame tu atención puede contribuir a completar la historia. A la par que vas recomponiendo lo sucedido tras el accidentado aterrizaje del escuadrón puedes ir descubriendo una historia paralela a la principal que explica más aún lo sucedido en Nueva Mombasa antes de Halo 3.

En ODST dejamos de ver el universo Halo mediante una panorámica general para pasar a un primer plano, y lo resiste sin resquebrajarse lo más mínimo y sin que se vea ninguna arruga que revele el paso del tiempo.

La música te acompaña durante toda la campaña (que tiene una duración estimada de entre 7 y 8 horas) como un pilar maestro de esta maravilla arquitectónica que supone ODST. Melodías oscuras y melancólicas para las escenas nocturnas y los tonos épicos habituales en la serie para las luchas más intensas. Martin O´Donnell y Michael Salvatori demuestran que han sabido adaptarse como el que más a los cambios en la serie para mantener la magia dentro de este aspecto más terrenal y cotidiano.



El título tiene todos los ingredientes para atraer a aquellos jugadores que nunca se sintieron totalmente satisfechos con la jugabilidad clásica de Halo. Ya no te podrás enfrentar a cuerpo abierto a los enemigos o intentar esquivarlos saltando mientras te recuperas. Es posible que pueda parecer que se ha convertido en un shooter más, pero lo cierto es que mantiene los suficientes elementos de la jugabilidad habitual como para seguir teniendo personalidad propia y ser reconocible y apreciado por los más fieles de la serie, porque es posible que los menos incondicionales a Halo gusten más de las modificaciones que los seguidores del Jefe Maestro.

Olvídate del número que aparece en el título; ODST no es ninguna expansión sino una parte más del mundo Halo. La mejor forma de llegar a Halo 3: ODST es con la mirada limpia y libre de prejuicios tanto a favor como en contra de la serie y dejarse sorprender por Bungie y su propuesta intimista y su narrativa entrelazada.

Unos extras que valen su peso en oro

Sin hablar del mando exclusivo que viene en la edición coleccionista, la edición normal de Halo 3: ODST trae tantos extras que puede dar la sensación de que Bungie no confía lo suficiente en su producto si lo unimos al hecho de que el juego va a costar menos de lo habitual en los títulos de 360. Por 49,95€ obtendrás la caja con dos DVD, junto al del juego viene otro con los 24 mapas de multijugador de Halo 3, lo que incluye sandbox y Hereje (el centro de la nave de Halo 2). Teniendo en cuenta que sigue siendo uno de los juegos líderes de Xbox Live, ese DVD garantiza ya muchas horas de juego por sí solo.

Un añadido más es que los compradores del título podrán participar en la beta de Halo Reach cuando esté disponible, más o menos en la primavera de 2010.

Y aquellos jugadores que hayan sido lo suficientemente prevenidos como para no arriesgarse a quedarse sin el título que sale a la venta el día 22 y hayan reservado su ejemplar en una tienda podrán desbloquear al sargento Johnson como personaje jugable en Tiroteo (multijugador).

El multijugador: más grande, más alto, más fuerte

El multijugador de Halo 3 parecía imbatible. Dos años después del lanzamiento del juego sigue alzándose a menudo como el título más popular en Xbox Live. Halo 3 se ha visto superado por Halo 3: ODST sólo porque buena parte de su multijugador consiste en la herencia de su predecesor. Pero hay una novedad que supone un paso más allá en la calidad: el modo cooperativo Tiroteo.

Es cierto que Tiroteo se basa en el modo Horda de Gears of War 2. El grupo de cuatro jugadores debe resistir una oleada tras otra de enemigos. Cada set tiene tres rondas y una extra, y cada ronda se compone de cinco oleadas de enemigos que descienden de naves enemigas. En cada oleada los enemigos tienen una habilidad diferente: esquivan tus balas, te lanzan granadas… Pero mientras que en Horda la mejor táctica solía ser mantener las posiciones defensivas del grupo ante cada oleada, en Halo 3: ODST los mapas te obligan a moverte constantemente y variar a cada momento la estrategia. Jugar sin tener en cuenta la posición de tus compañeros equivale a restar diversión a la partida y acortar su duración a causa de muertes prematuras y rápidas.

Los mapas son variados: los hay que transcurren en una terraza de un edificio que obligan más al grupo a atrincherarse y otros que son espacios totalmente abiertos que incitan a utilizar algunos de los vehículos disponibles, lo que te puede llevar a obtener medallas por atropellar a varios enemigos. El equipo tiene un número limitado de vidas que comparten, aunque superar las oleadas permite añadir vidas extras. Igual que en la campaña, debes buscar opticon para recuperar la salud perdida. En cada escenario hay un número limitado, aunque se reponen entre oleadas.



Según vas avanzando por la campaña desbloqueas nuevos personajes para el multijugador, lo que permite personalizar el aspecto de tu personaje; también puedes diseñar un emblema, cambiar los colores del traje y ver la biografía del personaje que hayas elegido. Una vez más se muestra el perfeccionismo de Bungie ante cualquier mínimo detalle relacionado con el universo Halo.

Igual que en Halo 3, puedes intercambiar contenido con otros jugadores subiendo pantallazos y vídeos que hayas grabado o conectarte a Xbox Live para recibir actualizaciones y noticias de Bungie.

Pocas cosas hay tan gratificantes como recibir noticias de Bungie.