Análisis de Crackdown (Xbox 360)
Grand Theft Auto se convirtió, en la pasada generación, en la franquicia de videojuegos más importante del mercado. La exclusividad para PlayStation 2 contribuyó en gran parte al éxito de la consola, y no fueron pocos los intentos de Microsoft para que su consola Xbox recibiese conversiones de los títulos de la saga lo antes posible. Aunque GTA IV saldrá simultáneamente tanto para PlayStation 3 como para Xbox 360, Microsoft también se ha encargado de buscar títulos similares en otras compañías. Una de ellas es Real Time Worlds, equipo fundado por uno de los creadores de la saga, cuyo primer título, Crackdown, acaba de llegar a las tiendas.

Crackdown es un juego "a lo Grand Theft Auto", con una gran libertad de movimiento, pero al contrario que el juego de Rockstar North, no tiene misiones ni hace gran hincapié en aspectos como la conducción o la interacción con personajes. Es a grandes rasgos un juego de acción pura, donde tendremos a nuestra disposición un enorme escenario para enfrentarnos a centenares de macarras de las bandas, en una ciudad enorme, completamente abierta, llena de secretos que descubrir.
En Crackdown asumimos el papel de un agente mejorado genéticamente que trabaja para la "Agencia", un cuerpo especial de policía que se dedica a luchar contra las bandas que atestan la ciudad. Está dividida en tres grandes zonas, conectadas entre sí por puentes, con una isla central donde está la sede de la agencia. Comenzaremos teniendo acceso solamente a la primera isla –aunque podremos visitar las otras, no es recomendable, ni lo podremos hacer desde la sede de la agencia-, dominada por una banda de mexicanos. Las otras dos zonas están dominadas por la mafia rusa y por una maligna corporación, respectivamente.
Tendremos completa libertad de movimiento por las islas, pero para agilizarnos tendremos a nuestra disposición una serie de "puntos de la agencia", que nos sirven de teletransportadores instantáneos a otros puntos de la agencia de la isla, y también para recargar munición y cambiar de armas, siempre y cuando anteriormente las hayamos conseguido y llevado a un punto de control de la isla. Para tener esos puntos de control a nuestra disposición, previamente tendremos que haber llegado hasta ellos, y ocasionalmente estarán bien defendidos por hordas de enemigos.

Sin misiones al estilo de GTA, hay dos objetivos en Crackdown. El primero y más importante es lograr acabar con los jefes de las bandas, que en un principio no sabremos donde están, pero al acercarnos a sus guaridas recibiremos un informe de inteligencia indicándonoslo. Cada jefe es más o menos poderoso, y es conveniente empezar por los de abajo, ya que cuantos menos jefes tenga la banda menos poderosa será, y más posibilidades tendremos de lograr acabar con su jefe. Esto nos lo indica el juego con un porcentaje de éxito cuya metodología no nos es explicada, pero que de hecho resulta bastante acertado. Si nos dan un 10% de posibilidades, será mejor que antes nos encarguemos de otros jefes de banda y mejoremos algo nuestras habilidades. Éste es precisamente el segundo objetivo.

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