Análisis de Burnout Revenge (Xbox 360)

Hablar de Burnout es, desde su primera entrega, hablar de una jugabilidad frenética basada en la adrenalina que produce la velocidad en estado puro y de un concepto quizás pocas veces visto anteriormente: chocar es divertido. Las dos primeras entregas sentaban las bases de un estilo de conducción que prima la agresividad por encima de todo. De esta forma, si conducíamos en sentido contrario, pasábamos muy cerca de otros vehículos o quemábamos rueda con largos derrapes, se llenaba progresivamente la barra de burnout y en el momento en que estuviera repleta podía activarse consiguiendo una aceleración extra brutal.

Burnout 3 introdujo grandes novedades en la saga, como la posibilidad de activar el burnout sin la posibilidad de que su barra esté totalmente llena e incluye los conceptos de takedown y crashbraker. El hecho de conseguir que un rival colisione se denominó takedown y cambió un poco la filosofía del juego, de forma que ya no sólo consistía en llegar primero, sino tambien en embestirnos contra los rivales para expulsarlos de la carretera y conseguir reventarlos de las formas más variopintas. El crashbraker se introdujo en el modo choque, y consistía en la posibilidad de hacer explotar nuestro vehículo en el momento que consideráramos más oportuno, con el consiguiente incremento de destrucción en los vehículos cercanos.

Burnout Revenge coge todos estos conceptos y los hace evolucionar. Introduce el crashbraker en carrera de forma que si colisionamos, momento en el que podremos utilizar el tiempo bala para conseguir takedowns con efecto, podremos optar por hacer explotar nuestro vehículo para llevarnos por delante otros rivales que se encuentren dentro del alcance de la onda explosiva.

La evolución de los takedowns introduce dos nuevos tipos, dando uno de ellos nombre al título. Por un lado se introducen los takedowns de venganza, que nos permitirán saldar cuentas con aquellos rivales que previamente nos hayan hecho un takedown, momento en el que serán marcados en rojo para que podamos identificarlos con mayor facilidad. Por otra parte tenemos los takedowns verticales, que como su nombre indica se conseguirán sin conseguimos hacer caer nuestro coche sobre uno de nuestros rivales gracias al uso de las distintas rutas que se pueden tomar en cada circuito.

Esta versión de Xbox 360 introduce pocas mejoras jugables con respecto a las versiones de Xbox y PS2. Mantiene la posibilidad de destruir el tráfico que avanza en nuestro mismo sentido, mantiene la posibilidad de activar el burnout aunque su barra esté tan solo parcialmente cargada, y mantiene todos los modos de juego, retos y circuitos. Los vehículos son tambien muy similares salvo ciertos modelos exclusivos, algunos de los cuales tan solo se podrán obtener si transferimos nuestros datos con una memory card desde alguna de las consolas donde se muestra la versión de exposición del juego. Es por ello que pueda dar la impresión de que esta versión es tan solo un lavado de cara a la espera de que salga una versión que aproveche realmente la potencia de los nuevos sistemas, aunque si este Burnout Revenge no hubiera visto la luz en anteriores plataformas, podría pasar perfectamente por un título desarrollado partiendo de cero para aprovechar las capacidades técnicas que brinda esta nueva generación de consolas.

La mejora gráfica no resulta excesivamente impactante en un primer momento con respecto a las versiones de Xbox o PS2, pero tan solo hace falta ponerse unos minutos delante del televisor para apreciar que todo está mucho más pulido y mejorado. Los vehículos han aumentado de una forma apreciable su número de polígonos dotándoles de un modelado si cabe más suave y los circuitos tambien han visto realzado su aspecto gracias a una mejora general en las texturas y al uso sutil de iluminación HDR. En las primeras imágenes que se distribuyeron de esta versión se podía apreciar uno de los pocos problemas gráficos que presenta el juego, y es que la texturización de los vehículos resultaba demasiado irreal debido a que los reflejos de los escenarios en el vehículo se aplicaba incluso a la parte de las texturas que representaban los rallazos del coche en carrera. En la versión final este efecto es todavía apreciable en algunos momentos, aunque en gran parte ha sido solventado.

El sistema de colisiones tambien se ha visto muy mejorado, de forma que la física aplicada en el cálculo de los daños en los vehículos aporta la posibilidad de que hasta la más mínima pieza de los vehículos salte por los aires .Además los avances en el sistema de partículas y el uso de detalles que en principio pudieran pasar desapercibidos, como humo volumétrico, consiguen convencer de que el apartado gráfico ha sufrido algo más que un simple lavado de cara. Esto es quizás lo mínimo que se podía esperar de una conversión a una consola de una potencia tan superior a la de los sistemas para los que el juego se diseñó en principio, pero se aprecia un salto cualitativo de calidad al ponerlo a funcionar en alta resolución. Es un lujo contemplar como luce el juego a una resolución de 720p, mientras se mueve a unos sólidos 60 cuadros por segundo. A esta resolución es posible percibir alguna leve ralentización, aunque son muy puntuales y siempre se suelen producir en los mismos puntos de algunos determinados circuitos en situaciones de tráfico extremo, aunque no resultan en absoluto molestas e incluso puede llegar a ser difícil darse cuenta de ellas.

De todas las cosas en las que Burnout Revenge destaca, y no son pocas, el sonido brilla con luz propia. El juego cuenta con una banda sonora de lujo que no dejará de sonar ni en los tiempos de carga, formada por más de 40 temas de artistas destacados como Morningwood, Apocalyptica, o incluso The Chemical Brothers. Si tenemos la suerte de utilizar un sistema de sonido 5.1 descubriremos que son pocos juegos hacen un uso tan avanzado de los distintos canales de audio, no solo en nitidez de sonido sino tambien en posicionamiento. Especial mención merece el uso del canal de bajos utilizado por los subwoofers, que reforzará la sensación de las explosiones de una forma extraordinaria sin que en ningún momento exista la más mínima distorsión acústica.

La parte online del juego, aún sin suponer una revolución, tambien ha sido mejorada con respecto a la versión anterior. Hasta 6 jugadores podrán verse la cara en una misma prueba, en cualquiera de los modos de juego. En el clásico modo carrera los jugadores ganarán puntos en base a su posición en cada carrera a lo largo del número de mangas que tenga configurado el anfitrión.

El modo de furia al volante es distinto al de la parte offline del juego, en la que hay que conseguir un número determinado de takedowns antes de que se acabe el tiempo o se nos destruya el coche. En este caso el modo se disputa por equipos, el perseguidor y el perseguido. Los participantes del equipo perseguido tendrán que conseguir recorrer un cierto número de kilómetros antes de que otro corredor le haga un takedown. Los perseguidores, que contarán con burnout ilimitado, tendrán que conseguir eliminar a los corredores perseguidos haciendoles un takedown antes de que lleguen a la linea de meta.

Los takedowns jugarán un papel muy importante en esos modos de juego ya que en caso de empate a puntos, se decidirá el mejor corredor en base a los takedows realizados entre ellos.
Es destacable el hecho de que los servidores de EA (recordemos que sus juegos, aunque utilizan la infraestructura que aporta Xbox Live, usan servidores propios) almacenarán el número de takedowns realizados entre todos los jugadores, por lo que la cuenta de takedowns no se perderá al terminar las carreras. Otro punto a tener en cuenta con respecto a los takedowns en el modo online, es que un takedown vengado saldará las cuentas con otro corredor independientemente del número de takedowns que nos hubiera hecho antes. El resto de modos se disputan en los distintos escenarios del modo crash, teniendo como objetivos hacer más puntos que los rivales en una única prueba, o llegar a una cierta cantidad de puntos en el menor número de choques posibles.

Todas las partidas que disputemos en Xbox Live podrán ser en modo "amistoso" o en modo igualado, en el cual para cada tipo de prueba existirá una clasificación mundial. Nuestra posición en esta clasificación dependerá en gran forma de la posición de los rivales a los que nos enfrentemos, teniendo mucha mayor relevancia ganar a un buen corredor o perder contra uno malo. De todas formas, esta clasificación es demasiado cambiante y no refleja de forma fiel la calidad de los jugadores, ya que da la impresión de que se tiene demasiado en cuenta los resultados de las últimas carreras en comparación con el histórico anterior, por lo que una buena o mala carrera puede hacernos subir o bajar un enorme número de puestos en cualquier momento.
Otra novedad del modo online que se ha incluido gracias a la infraestructura de Xbox Live, es la posibilidad de guardar videos de las repeticiones de nuestras carreras y subirlos a los servidores para que más tarde cualquier otro jugador pueda descargarlos.

Uno de los aspectos más criticados de los juegos que ha publicado EA hasta el momento en Xbox 360 ha sido el no aprovechar correctamente una de las nuevas funciones de xbox live que más ha gustado a los usuarios: el sistema de logros. Hasta el momento los logros de los juegos de esta compañía han resultado bastante ridículos tanto por su número como por su sencillez, con lo que no tenían el aliciente de exprimir el título al máximo o comparar nuestra habilidad con la de otros jugadores.

Este problema no lo tiene Burnout Revenge, ya que compagina logros de una dificultad asequible con otros que realmente supondrán un reto. Además los logros del apartado offline y online están bien balanceados, aunque la mayor parte de puntos se obtendrán de la parte offline. Uno de los más que más puntos otorga (55) y resulta más difícil original consiste en conseguir colocar uno de nuestros videos compartidos entre los 20 más descargados de Xbox Live. Ninguno de los 36 logros del juego es secreto y son muy variados entre si, existiendo algunos que se obtienen por obtener un cierto número de takedowns, desbloquear todos los takedowns distintivos, ganar carreras online, o lograr la perfección en todas las pruebas de que consta el juego.

Para aquellos que ya hayan jugado en Xbox o PS2 es posible que no se trate de un título indispensable, pero aquellos que no lo hayan disfrutado con anterioridad, encontrarán un título que desborda frenetismo y calidad por los cuatro costados. Puede que la primera impresión que dé el juego es que no se está ante un salto técnico comparable a la evolución que supone Xbox 360 con respecto a sus antecesoras, aunque esta impresión se descubre errónea y se desvanece muy rápidamente a los pocos minutos de coger el mando y disfrutar de toda la diversión que este Burnout Revenge ofrece.