Análisis de Rayman Legends (Wii U, PS3, Xbox 360, PC)

Si Rayman Origins fue toda una sorpresa para los amantes de los plataformas, un juego que no había levantado demasiada expectación antes de su lanzamiento, con Rayman Legends la situación es bien distinta, y no son pocos los jugadores que llevan meses esperándolo con los brazos abiertos. Anunciado en un principio solo para Wii U y con un lanzamiento previsto para el pasado mes de febrero, finalmente llega ahora, cuando el verano está llegando a su fin, y para casi todas las plataformas: PlayStation 3, Xbox 360, PC, PlayStation Vita, y por supuesto, Wii U.

Por si alguien no jugó a Rayman Origins (ya está tardando), decir que estamos ante un divertido y preciosista plataformas en dos dimensiones hasta para cuatro jugadores, con un arrebatador apartado visual gracias a un motor gráfico, el UbiArt Framework, que permite a los artistas trasladar sus ilustraciones a la pantalla con una fidelidad absoluta.

Rayman Legends sigue al pie de la letra todo lo que hizo grande a Origins, pero intenta sorprendernos constantemente con nuevas situaciones que se salgan de la norma. Se podría tachar de una secuela continuista, pero a los que nos enamoró Origins tampoco pedíamos una revolución, y se nota y se agradece el esfuerzo de Ubisoft Montpellier por no hacer más de lo mismo, por plantear situaciones frescas y diferentes.

Además de las conocidas fases musicales, que nos han "spoileado" a base de bien con tanto tráiler, tenemos otras sorpresas, como fases de sigilo, de exploración metidos en un laberinto, jefes finales de todo tipo, endiablados retos contrarreloj para todos los gustos y colores, y en definitiva una mayor variedad jugable de lo que vivimos en el anterior Rayman. Es cierto que pierde frescura y el factor sorpresa de Origins, pero gana en cantidad de contenidos y variedad de situaciones, por lo que al final la balanza se equilibra, y nos parece, como poco, un juego igual de bueno.

La aventura transcurre a lo largo de cinco mundos, con unas diez fases cada uno, inspirados en leyendas y mitos, como la ambientación medieval con castillos y dragones, la mexicana fiesta de los muertos, las Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne, o la mitología clásica, aunque no se puede decir que en cada uno de los mundos se lleve a rajatabla su ambientación, y nos encontramos con todo tipo de sorpresas. El objetivo principal es rescatar a los 700 diminutos que han sido secuestrados, habiendo escondidos diez en cada nivel, por lo que el reto más que acabarse las fases, que suele ser fácil, es encontrar a todas estas criaturas, a veces muy bien escondidas.

Además de esto, hay un montón de retos secundarios, como conseguir el mayor número de lums en cada nivel –unas pequeñas criaturas amarillas voladoras-, para obtener las copas de bronce, plata y oro, y los billetes de la suerte, unos rascas que nos proporcionan todo tipo de regalos. Más lums que desbloquean personajes, conseguir unos monstruos que vamos coleccionando en una galería, a veces estos rascas nos proporcionan uno de los 700 diminutos, o incluso los niveles Vuelta a los orígenes, algunas de las mejores fases de Rayman Origins (40) que vuelven adaptadas al mejorado motor gráfico de Legends, y sus nuevas reglas, como encontrar diez diminutos en cada nivel.

En el plano jugable, controlando a Rayman y sus amigos, apenas hay diferencias respecto a Origins, con correr, saltar y golpear tendremos suficiente para superar todos los retos que nos plantean. Si en Origins nos teníamos que ir ganando las habilidades poco a poco, como golpear o planear, aquí tenemos todo desbloqueado desde el principio, y las mismas acciones que podemos realizar en la primera fase, las podremos llevar a cabo en la última. Lo que no quiere decir que haya alguna que otra sorpresa en forma de poder temporal, como algunos niveles en los que podemos disparar. Esto hace que tengamos un desarrollo más abierto, en el que nos dejan superar las fases casi en el orden que queramos, siempre y cuando tengamos los diminutos suficientes para meternos en el cuadro –fase- correspondiente.

Las mayores novedades jugables vienen de la mano de la versión de Wii U y las posibilidades del GamePad, que se han trasladado con acierto al mando de Xbox 360 y PlayStation 3, aunque pierden la gracia y su razón de ser, que es ejecutarlas con los dedos sobre la pantalla táctil del mando de Wii U. Si en las consolas de Sony y Microsoft y en PC pueden jugar hasta cuatro jugadores, en la versión de Wii U puede participar hasta cinco, jugando con el GamePad. Este quinto jugador se hace cargo de Murfy, un mosquito verde que puede interactuar con el entorno de muchas maneras, y que es el protagonista absoluto de ciertas fases.

Desde recoger lums, golpear a los enemigos, descubrir secretos, hasta contar con un papel fundamental en ciertas fases en las que nos tiene que abrir camino, moviendo plataformas, cortando cuerdas, reteniendo a los enemigos, activando mecanismos, o hasta rompiendo el escenario. En estas fases en las que su uso es imprescindible, en las versiones de consola y PC se ha optado porque la máquina mueva a Murfy automáticamente, y nosotros decidamos cuándo actúa pulsando un botón (B o círculo). En el caso de tener que girar un mecanismo, algo que se hace moviendo el GamePad de Wii U gracias a sus giroscopios, en el resto de plataformas pulsaremos los botones superiores, L1/LB y R1/RB, pero no son muchas las ocasiones en las que se utiliza esta acción, y cuando hay que hacerlo no genera mayores problemas.

Las acciones de Murfy en las versiones que no contamos con el GamePad funcionan bastante bien en la mayoría de los casos, aunque en algunas fases muy frenéticas, en las que mientras corremos a toda prisa Murfy nos tiene que abrir camino, el tener que estar pendientes y pulsar un botón más hace que se incremente la dificultad. Por tanto, y por si alguien tenía dudas, la versión de Wii U se puede considerar la mejor de todas, por permitir cinco jugadores, y por tener una característica jugable única, que suma al conjunto. Pero eso no quiere decir que en el resto de plataformas la experiencia sea peor, y el juego se disfruta por igual.

Un detalle del que se percatarán los fans de Rayman Origins es que Legends es un poco más fácil, hay más puntos de control, y acabarse las fases, sobre todo el tramo final, no es tan complicado. Pero no temáis, hay retos de sobra para el jugador más experimentado y habilidoso, y os aseguramos que no es sencillo completarse el juego al 100%, una tarea que requiere echarle unas cuantas horas.

Además de completar todas las fases con los diez diminutos, y el máximo número de lums para poder conseguir la copa de oro, poco a poco también van apareciendo los niveles Invadido, una versión más corta, complicada –por no decir puñetera- y contrarreloj de un nivel que ya hemos superado. Nuestro objetivo es pasarnos la pantalla antes del tiempo límite, que lo marcan los tres diminutos, por ejemplo 40, 50 y 60 segundos. Si queremos conseguir los tres, tendremos que llegar a la meta antes de 40 segundos, y si lo hacemos en 48 segundos por ejemplo, nos haremos solo con dos diminutos. Estos niveles hay que acabarlos del tirón, no hay puntos de control, y son realmente difíciles, no perdonan un fallo, exigiendo la paciencia y la habilidad del jugador.

Tenemos también un montón de héroes para desbloquear –aunque básicamente son diferentes skins de los cuatro modelos básicos: Rayman, Globox, Diminuto y Bárbara-, la galería de monstruos que tenemos que completar, alcanzar el máximo nivel de alucinagenialidad, consiguiendo copas en los niveles, los marcadores en línea, y los Retos, nuevas fases que aparecen de manera diaria y semanal y en las que nos picamos con usuarios de todo el mundo, un contenido que ya conocen los jugadores de Wii U desde hace meses.

Como veis hay contenidos para dar y tomar, y la guinda a este suculento pastel la pone el Kung-fútbol, un minijuego que mezcla fútbol y mamporros que enfrenta a dos parejas con el único objetivo de meter gol en la portería contraria. Los partidos son rápidos, apenas duran un par de minutos, emocionantes y divertidísimos. Probad a juntaros con unos amigos y es fácil que perdáis la noción del tiempo, os echareis unas buenas risas y cantearéis algunos goles como si hubierais ganado la Copa de Europa. Nos ha encantado este minijuego, y precisamente por eso, no hubiera gustado que se incluyera alguno más por el estilo, seguro que los chicos de Ubisoft Montpellier han tenido ideas de sobra para hacerlo.

Si los gráficos ya nos dejaron con la boca abierta en Origins, en Legends todavía se superan, con un motor gráfico mejorado, que incluye iluminación dinámica y algunos elementos tridimensionales, como los alucinantes jefes finales, que no desentonan con el resto de elementos 2D. Los escenarios son más ricos en detalles, con más capas de profundidad y elementos móviles, y el diseño artístico es todavía más imaginativo, loco y variado, y en cualquier circunstancia se mueve como la seda, a unos impecables 60fps y 1080p. Un apartado gráfico simplemente delicioso, que pone el listón muy alto en cuanto a juegos 2D, viendo más que sprites en pantalla, auténticas ilustraciones en movimiento.

Para redondear el genial apartado gráfico, el sonido es simplemente colosal, prácticamente perfecto. Siguiendo esa línea excéntrica y festiva de Origins –del que se recuperan algunas de sus mejores melodías, que nos sabrán a gloria cuando aparezcan-, pero añadiéndole temas llamativamente épicos y bellos, que conforman una banda sonora de una personalidad arrolladora. Y los efectos de sonido son igual de buenos, variados, simpáticos, se funden de manera perfecta con la banda sonora y la jugabilidad, formando un todo irresistible.

Y por eso nos gustan tanto los videojuegos

Rayman Legends es un título que se disfruta de principio a fin, que se juega siempre con una sonrisa en la boca. Tanto por lo divertida y variada que es su propuesta, el genial control, el hecho de poder jugar en multijugador, y sus excelentes gráficos y sonido, un plataformas que derrocha simpatía y amor por los videojuegos, en el que percibes que sus creadores se lo han pasado en grande haciéndolo. Es cierto que pierde algo de frescura y la capacidad de sorpresa de Rayman Origins, pero gana en cantidad de contenidos y variedad de situaciones, y si te gustan -o te gustaron en algún momento- este tipo de juegos, no te lo deberías perder por nada del mundo.