Análisis de Chasing Aurora eShop (Wii U)
Broken Rules es el estudio que firmó el sobresaliente y refrescante And Yet It Moves, un gran juego para ordenador que se lanzó también en WiiWare para Wii. Que su nuevo proyecto se preparara para Wii U era, sin duda, una buena noticia y así fue como este Chasing Aurora que ahora nos ocupa se ha convertido en uno de los juegos específicos de distribución digital del catálogo inicial de la nueva consola de Nintendo.
El juego se presenta ante el usuario como una muy interesante propuesta para el modo multijugador, pero un tanto desequilibrada en su vertiente para un jugador que, por desgracia, no ha sabido capitalizar este desequilibro y convertirlo en una gran virtud aprovechando funciones de juego en línea para ofrecer partidas con usuarios de todo el mundo.
Es importante tener esto en cuenta porque la experiencia multijugador funciona muy bien en todo momento, pero no podemos decir lo mismo de lo que ofrece para un jugador. Con opciones en línea, los jugadores solitarios podrían haber disfrutado de las auténticas virtudes de Chasing Aurora.
En caso de que no te hayas dado cuenta ya, se trata de un título en el que las aves son las grandes protagonistas. El sistema de juego se plantea en un sistema bidimensional con múltiples planos de scroll y unos gráficos que son muy angulosos como resultado de una estética un tanto singular que consigue que con formas geométricas obvias se generen entornos naturales: simula estar hecho con recortes de papel u origami, algo especialmente palpable en los diseños de los pájaros. De hecho, aunque en un primer momento el juego parece simple visualmente e incluso un poco soso, hay una belleza en su línea artística, en parte conseguida por la combinación de colores, la iluminación y otros pequeños detalles. No es espectacular, pero funciona muy bien, y el escaso barroquismo de los gráficos permite que con una cámara alejada (los pájaros se ven pequeños en pantalla e incluso en la pantalla del mando) sigamos identificando los pájaros de los diferentes jugadores y los entornos manteniendo un amplio campo de visión, algo importante para poder desarrollar las partidas con comodidad.
La experiencia multijugador gira en torno a tres torneos que se desbloquean progresivamente (hay que echar una partida en uno para desbloquear el siguiente) que permite hasta cinco jugadores simultáneos gracias al uso de cuatro mandos de Wii y el GamePad de Wii U. En este caso, los jugadores con mando de Wii juegan en relación a la pantalla del televisor y el del mando de Wii U asume un rol diferente al contar con su propia pantalla. Con todo, es importante tener en cuenta que esta división del campo de visión no es siempre igual, pues por ejemplo en Hide & Seek (un juego del escondite, en definitiva), los usuarios con mandos de Wii disfrutan de pantalla partida en el televisor, pues realmente es importante poder esconderse de los demás, claro. En el caso de Freeze Tag, en cambio, la pantalla del televisor es compartida: esto les obliga a mantenerse en una bandada unida para protegerse en la medida de lo posible del depredador (que es el jugador con el mando GamePad).
La viabilidad de un juego en línea sin complicaciones se ratifica en el último modo, Chase, donde el campo de juego es compartido por los cinco usuarios, incluyendo el que tiene GamePad, que puede verlo en el mando si quiere, sí, pero verá exactamente lo mismo que hay en el televisor. Todos estos modos de juego funcionan, insistimos en ello, muy bien en modo local y podrían haber sido trasladados sin cambios sustanciales en su diseño y concepción al multijugador en línea.
En este sentido, es posible que ser un juego de lanzamiento haya jugado tanto a su favor como en su contra. Desde luego, llegar temprano a una consola da ventajas, pues hay menos competencia y la curiosidad puede invitar a más usuarios a comprar ese juego del que no saben demasiado. Por otro, no siempre ha habido tiempo para hacer todo lo que se quería, debía o podía. No sabemos muy bien cuál es el verbo que mejor se aplica al caso de Chasing Aurora, pero las carencias del juego son notables. La percepción que se tiene al final es que son modos de juegos adicionales para un modo de juego principal que no existe.
Y no, no se trata de mantener la tradición de que debe haber un modo de juego para un único participante extenso, es que el multijugador tampoco puede llegar a cuajar porque, para eso, le habrían hecho falta dos cosas. Una es más modos de juego, más tipos de competición multijugador, porque solo tres son suficientes pero no todas las que querríamos (sobre todo cuando es el eje principal del título). La otra es factor en línea, como hemos dicho varias veces. Lamentamos ser repetitivos, pero es una carencia brutal que le haría ganar muchísimos enteros. ¿Es posible que veamos una actualización con multijugador en línea? A saber… si algún día llega, Chasing Aurora será un juego con un paquete de contenidos mucho más completo, serio y atractivo.
A su favor pesa también un sistema de control tradicional que se basa en el uso de unos pocos botones y la palanca analógica o la cruceta digital, en función del mando que estemos usando (el de Wii U o los mandos remotos de Wii). De hecho, el juego está preparado para ser jugado también con la combinación de mando de Wii y nunchuk o con mando clásico, por lo que los usuarios que vienen de Wii a buen seguro tienen en casa todo lo necesario para poder jugar a cinco bandas.
Si nos quedamos con lo que nos da ahora, nos encontramos con un juego que deja a medias, y es una sensación extraña. Resulta extraño sobre todo porque mientras juegas es muy divertido y es fácil echarle varias horas cuando estamos con amigos. Incluso sus relativamente escasos modos multijugador (solo 3, os recordamos) no son una gran carencia porque están muy bien diferenciados y planteados entre sí y han sabido aprovechar la filosofía de diseño del juego.
Pero cuando llevas un rato jugando, se nota que tienes ganas de otro tipo de partida multijugador y que, aunque te lo pasas bien, no te lo da. Chasing Aurora es un título multijugador definitivamente ocasional, no porque la experiencia sea poco profunda, sino porque no consigue -simplemente- que pasen no ya horas, sino tardes enteras. Eso es lo que diferencia a un buen multijugador de un gran multijugador: poder sentarse tarde tras tarde y seguir jugando como el primer día durante meses. Los magníficos lo consiguen durante años.
Conclusiones
¿Es bueno, entonces, Chasing Aurora? La respuesta es un rotundo sí. El problema del juego no reside en su calidad, pues el control es bueno, la experiencia es buena, etcétera. Los aspectos negativos residen en que el paquete de contenidos resulta escasísimo, algo que podríamos situar en la línea de uno de los juegos descargables de menos de 5 euros para tabletas o móviles en vez de una experiencia mucho más completa y sólida de consola. Lo bien que nos lo hace pasar con amigos es algo muy importante, pero las carencias en la experiencia que ofrece su conjunto le acaban pasando factura.