Análisis de Tortugas Ninja (Wii)

Durante la década de los 80 las Tortugas Ninja gozaron de un gran éxito, con una serie adorada por los niños y tres películas con actores reales que aprovecharon su tirón. Fue esa generación de consolas la que recibió un gran número de títulos de estos personajes, algunos de ellos bastante notables y muy recordados. Gracias a la última película de estas tortugas, esta vez gracias a la animación por ordenador, que se estrena estos días, llega a nuestra Wii una nueva oportunidad de controlar a estos seres verdes.

En esta ocasión Ubisoft nos trae un juego que combina plataformas con acción, aunque lamentablemente la fórmula no se ha sido aprovechada todo lo que cabría esperar. Durante los diferentes niveles, más de veinte en total, manejaremos a las cuatro tortugas y tendremos que recorrer los distintos escenarios y enfrentarnos a todos los enemigos que nos ataquen.

En cada momento manejaremos a una tortuga, generalmente impuesta por la fase en la que estemos, aunque a partir de cierto punto de la historia y en determinados niveles, tendremos al resto de sus hermanos de apoyo. Esto nos permitirá intercambiar el control entre ellos e incluso realizar ataques conjuntos que nos ayuden a vencer a nuestros enemigos. Para llevar a cabo estos ataques conjuntos deberemos vigilar el vínculo entre las tortugas, ya que si baja demasiado por cometer errores en los movimientos cooperativos, nuestros hermanos se irán y nos dejarán solos.

Las tortugas responden muy bien al mando y con muy pocos botones podemos llevar a cabo movimientos espectaculares, lo que hará que recorrer los escenarios sea una delicia. En este sentido el juego nos recuerda mucho a otra saga de Ubisoft, Prince of Persia, en la que sin duda el juego que nos ocupa se inspira muchísimo. Y es que nuestros protagonistas comparten con el príncipe muchos movimientos, como trepar, rebotar en paredes o caminar por ellas, aunque bien es cierto que sale perdiendo en las comparaciones. Una de las razones para esta derrota, es el hecho de que en ningún momento tenemos duda de por donde tenemos que ir, siendo el camino totalmente lineal. De hecho, en muchas ocasiones a lo largo del juego, veremos como unas marcas en el suelo nos indican claramente hacia donde tenemos que avanzar. Es obvio que Ubisoft ha querido hacer un juego rápido donde no hay lugar a la exploración, pero se echa de menos un poco de incertidumbre a la hora de recorrer los niveles.

Aunque las partes de plataformas serán las predominantes en el juego, no será saltar y correr lo único que sepan hacer nuestras tortugas, y es que el combate también tendrá un lugar destacado. Las partes de lucha no son malas, teniendo que mover el mando de control para realizar los ataques y el nunchuck para movernos y defendernos. Es fácil, y divertido, pues en seguida veremos a nuestra tortuga desplazarse por el escenario haciendo movimientos muy vistosos. Sin embargo el sistema de combate presenta grandes problemas que pueden llegar a hacer el juego desesperante. El principal problema, que sin duda será el que más quebraderos de cabeza nos dará hasta que nos acostumbremos, es el hecho de que en mitad de un combate y sin que sepamos bien que pasa, nuestra tortuga se quede bloqueada y no pueda atacar. En esos momentos podremos saltar para esquivar los ataques enemigos, pero no podremos ni caminar ni atacar, lo que nos dejará vendidos en más de una ocasión. Este problema, tan importante a la hora de jugar, es causado por ladear el nunchuck, algo que puede pasar si lo tenemos apoyado mientras luchamos para poder descansar la mano. Si lo giramos sin darnos cuenta, nuestra tortuga empezará a actuar de la forma descrita anteriormente, y no volverá a reaccionar correctamente hasta que corrijamos la posición del nunchuck. Una vez nos familiaricemos con el control, no es difícil evitarlo, pero aún así resulta molesto que se nos obligue a estar pendientes de cómo colocamos la mano y, más aún, de que tengamos que ser nosotros los que debamos encontrar la causa de que el juego no responda correctamente.

Sin abandonar el combate, otro problema del que adolece el juego es la inteligencia artificial de los enemigos, que en muchos casos se quedarán quietos hasta que derrotemos a los que tenemos alrededor o incluso hasta que nos acerquemos a ellos. Esto hace que el reto de los combates sea mínimo, y generalmente nos preocupará más no colocar mal en nunchuck que los ataques de los enemigos. Por último, debemos advertir que en los combates se exige bastante movimiento del mando de control y, aunque no debemos hacer movimientos exagerados para que el juego lo reconozca, sí es cierto que tras varios enfrentamientos empezaremos a estar algo cansados. Afortunadamente el juego espacia bastante los combates con las partes de plataformas, con lo que en la mayoría de los casos tendremos tiempo suficiente para descansar nuestra muñeca.

Gráficamente el juego no luce mal, presentado unos gráficos en tres dimensiones en los que la cámara seguirá la acción e irá girando según la orientación del escenario, sin darnos opción a que la movamos nosotros. La zona que recorremos no es abierta, ofreciendo un espacio limitado por el que desplazarnos y avanzar. La cámara, aunque en la mayoría de los sitios se sitúa en una posición adecuada nos traicionará en más de una ocasión, obligándonos a dar saltos de fe o incluso haciéndonos caer por puntos muertos. Es una lástima, porque es algo que se hubiera arreglado permitiendo girar levemente la cámara o con una vista subjetiva. La calidad de los gráficos es correcta, aunque no se puede ignorar que son de la generación pasada. El juego tiene aspecto de dibujo animado, algo que se logra con un modelado y unas texturas caricaturescas que nos recuerdan a la estética de la película.

Se echa en falta variedad en los niveles, y es que a lo largo del juego tendremos la sensación de recorrer una y otra vez las mismas zonas, especialmente en las fases que tienen lugar sobre los tejados de la ciudad. Esto se debe a que todos los edificios parecen iguales y los elementos decorativos se repiten demasiado. Esta poca variedad en los gráficos provoca en más de una ocasión que nos sintamos confusos acerca de lo que podemos hacer o no. Por ejemplo, en ocasiones nos encontramos que en una textura que representa un elemento con el que podemos interactuar, como una cornisa donde agarrarnos, no podremos colgarnos, por lo que caeremos al vacío sin comprender muy bien que ha ocurrido.

Por otra parte, las animaciones son muy irregulares. Por un lado, nuestras tortugas se mueven bien y sus animaciones son muy suaves y variadas, pese algún que otro problemilla. Por el otro, los enemigos cuentan con movimientos muy ortopédicos y suelen pasar de estar derribados a levantarse sin las animaciones intermedias. Además, el modelado de nuestros rivales es tremendamente limitado, teniendo tres o cuatro enemigos diferentes por cada una de las cuatro bandas que se pasean por la ciudad. Esto hace que continuamente nos enfrentemos a los mismos enemigos, lo que aumenta la sensación de desinterés en los combates.

En cuanto al sonido, las melodías cumplen su cometido aunque no destacan en ningún momento del juego. Los efectos sonoros, por otra parte, no son todo lo contundentes ni variados que cabría esperar y, a pesar de que salen desde el altavoz del mando de control, no son suficientes para sumergir al jugador en el juego. Las voces se encuentran en castellano y nos acompañarán durante toda la partida, ya sea en las presentaciones de cada nivel o en las conversaciones entre las tortugas mientras jugamos. Hemos de decir que el doblaje es bueno y muy variado, pero que quizás las conversaciones durante los niveles hacen que perdamos la concentración o nos preguntemos de qué están hablando los personajes, pues en muchas ocasiones lo que dicen no parece tener lógica.

Cada vez que terminemos una fase se nos puntuará en función de nuestro estilo de combate, velocidad, monedas que hayamos recogido y el porcentaje de compenetración con las otras tortugas. Según la nota que saquemos, podremos desbloquear minijuegos que estarán presentes a partir de ese momento. Estos minijuegos serán muy variados y nos invitarán a superar una y otra vez nuestras marcas para así conseguir caparazones con los que poder comprar imágenes y videos de la película o ciertas curiosidades, como personajes cabezones o armas especiales. Aunque los miniuegos no son especialmente brillantes, se agradecen, ya que son muy variados y seguro que encontramos alguno que se ajuste a nuestros gustos y nos enganche.

El juego no es muy largo y puede terminarse en unas diez horas. Sin embargo, el sistema de puntuaciones y el hecho de que los niveles no sean demasiado largos, hará que sea interesante repetir las fases de nuevo para así completar el juego. Esto, unido a los minijuegos que comentábamos antes, hace que la duración del título crezca considerablemente. Lamentablemente ni el modo normal ni los minijuegos admiten multijugador, algo que sin duda le habría dado mucha más vida..

Como hemos visto, Tortugas Ninja Jóvenes Mutantes es un buen juego, bastante variado y muy accesible para todo el mundo al que unos incompresibles fallos de diseño minan de forma importante. Sí, es cierto que con paciencia y cuidado por parte del jugador pueden superarse, pero son errores que no deberían estar presentes y más si hablamos de una empresa como Ubisoft. Aún así el juego es muy entretenido y vistoso, ofreciéndonos horas de diversión muy directa. Tortugas Ninja Jóvenes Mutantes es un título muy recomendable para los que quieren un juego rápido y sencillo con toques de plataforma o para aquellos que quieran continuar las aventuras de las tortugas más famosas en su consola.