Análisis de Harry Potter y el Misterio del Príncipe (Wii)

Hace unos años salió al mercado un libro que revolucionó la industria del libro. Una historia y unos personajes que enseguida se hicieron hueco entre los más pequeños -y mayores-, presentando un mundo complejo donde la magia, la amistad y los retos estaban a la orden del día. Este mundo mágico y característico viene enfundado con uno de los magos más queridos por todos: Harry Potter, héroe indiscutible de la serie y, como no, protagonista de todo el merchandising que acarrea esta potente marca.

Más allá de la cantidad de libros anexos a los originales, los diccionarios de palabras y hechizos mágicos, las películas, cromos y figuras, existen los videojuegos de Harry Potter, que llevan entre nosotros desde la primera adaptación cinematográfica gracias a la adquisición de la licencia por parte de Electronic Arts.

El título que hoy nos ocupa es, en esencia, la adaptación de la última aventura del mago de la cicatriz en forma de rayo, con una inclusión a las consolas de nueva generación muy notable y con una versión para Wii muy digna, que aprovecha a la perfección las peculiaridades del mando de la consola nipona.

Érase una vez...

La historia de Harry Potter no es desconocida para ningún amante de la literatura, sin embargo, todavía hay muchos adeptos a los videojuegos que desconocen las aventuras de este mago "por sorpresa". El argumento principal de la serie se centra en el personaje que da nombre a la franquicia, quien vive con sus -odiosos- tíos en una pequeña casa de Londres. Poco a poco suceden extraños sucesos, demostrando las habilidades mágicas del chaval y aceptando su destino inscribiéndose en el colegio de magia y hechicería más grande del país: Hogwarts. Sin embargo, el videojuego que hoy nos ocupa no trata las primeras aventuras del mago, sino que la obra engloba lo que sería el sexto libro, o más bien, la sexta adaptación cinematográfica.

De esta manera nos encontramos con que Lord Voldemort amenaza -de nuevo- con romper el equilibrio de paz y prosperidad, intentando sembrar el caos tanto en el universo mágico como en el muggle (donde vive la gente que lo desconoce todo sobre la magia). Harry Potter será el único capaz de detener la ofensiva de su némesis, teniendo que prepararse duramente tanto dentro como fuera de las paredes de Hogwarts. Aparecerán los típicos enemigos del mago, existirán los numerosos conflictos entre clases y, cómo no, nuestro peculiar héroe tendrá que enfrentarse a su destino de una forma eficaz si no quiere terminar en las garras del Señor Tenebroso.

Cabe destacar que Harry Potter y el Príncipe Mestizo es una obra dedicada íntegramente a los seguidores de la serie, puesto que si decidimos comenzar por el juego sin haber leído las novelas, visto las películas o jugado a sus videojuegos apenas entenderos nada del hilo argumental. La obra de Electronic Arts da por supuesto los anteriores arcos argumentales, así que aquellos usuarios que no sepan quién es Dumbledore, Snape y compañía ya pueden ir trabajando si quieren entender al cien por cien la sexta aventura del mago de la cicatriz.

Una aventura mágica

El juego está representado como las anteriores obras para las consolas de sobremesa. Contaremos con una perspectiva en tercera persona que nos permitirá controlar al héroe favorito de Hogwarts a la perfección, empleando, como no, las particularidades que ofrece el mando inalámbrico de Wii. Hacernos con el control del juego no nos llevará más de diez minutos, siempre y cuando tengamos algo de agilidad aprendida de otros títulos del género. Moveremos al protagonista con el nunchuk, mientras que con el mando principal de la consola controlaremos la varita, siempre que sea posible. Además, si nos perdemos entre las paredes de la escuela o no tenemos idea de dónde está nuestro objetivo, siempre podremos llamar a Nick Casi-Decapitado (con un simple toque de botón) para que nos guíe en nuestro periplo.

Es importante remarcar el concepto de la varita, indispensable en cualquier cuento de magia. En esta ocasión, la utilizaremos para casi todo, con un control muy digno que nos hará sentir un alumno más en la escuela de magia y hechicería. Por ejemplo, si deseamos elevar un objeto sólo tendremos que apuntar hacia él y hacer el movimiento correspondiente con el controlador, y lo mismo sucede si queremos lanzarlo lejos o situarlo en un sitio determinado.

El mando de Nintendo ha sido aprovechado de una manera fantástica, utilizándolo tanto para la aventura como para los minijuegos que tendremos la ocasión de jugar. Y es que al estar en una escuela de magia, las clases -de pociones, todo sea dicho- serán fundamentales y, al más puro estilo Bully Scholarship Edition, tendremos que hacer acto de presencia en todas y cada una de las clases, intentando superar los minijuegos propuestos mientras avanzamos por la aventura principal. Como decíamos, el mando está muy bien aprovechado, así que no es de extrañar que más de uno se sienta como un autentico especialista en la materia cuando estamos en clase de pociones, teniendo que mezclar distintas sustancias, calentar manualmente el recipiente, etcétera.

Un mundo denso

Por otra parte nos encontramos con que más allá de la aventura, los puzles y los minijuegos, también tendremos la oportunidad de batirnos en duelo entre las paredes de Hogwarts, evidentemente contra otros alumnos de la escuela, tanto amigos como enemigos. Es interesante ver cómo afectan a nuestros contrincantes la cantidad de hechizos que aprenderemos estudiando en la escuela, como puede ser hechizos para prender fuego, para golpear o incluso para volver del revés a cualquiera que se ponga en nuestro camino. Existen seis hechizos fundamentales en los duelos, por lo que la combinación de éstos es fundamental para salir victoriosos de la batalla. Como única pega que podemos encontrarle a esta modalidad de juego hay que destacar que en muchas ocasiones la inteligencia artificial de la consola es un poco deficiente, pudiendo machacar a hechizos simples al enemigo imposibilitando así un contraataque por su parte. También contamos con un modo para dos jugadores en el que nos podremos batir en duelo con un amigo que esté en la misma habitación, imposibilitando así una vertiente multijugador online que, sin duda, habría sido un paso hacia delante dentro de la serie.

Tampoco faltará a nuestra cita el deporte más conocido del "otro mundo", el Quidditch, donde Harry tendrá que hacerse con esa peculiar pelota minúscula mientras sortea una serie de peligros procedentes del equipo contrario. El control encima de la escoba es muy sencillo en la versión para la sobremesa de Nintendo, lo único que tendremos que hacer será apuntar al televisor para dirigir el movimiento del personaje, teniendo que pasar por una serie de círculos evitando los obstáculos que aparezcan a nuestro alrededor. Simple, eficaz y, sobre todo, divertido.

Además, para evitar que el juego caiga en la simpleza de seguir al pie de la letra los objetivos que nos dictan, la desarrolladora ha incluido elementos opcionales para aquellos jugadores experimentados que les encanta conseguir el 100% en todos sus videojuegos. Además de las típicas insignias -y mini insignias- que descubriremos en los rincones más inhóspitos de la escuela, también nos premiarán en función de nuestra habilidad en clase, en los duelos y en el deporte volador. Tendremos que esforzarnos al máximo si queremos conseguirlas todas, puesto que un mísero error en clase de pociones puede desencadenar una reacción que sumerja a toda la clase con un humo devastador, aunque inofensivo, claro está.

Uno de los puntos más negativos que podemos encontrarle a Harry Potter y el Misterio del Príncipe es su duración, que apenas excede las seis horas de juego siempre y cuando obviemos los retos anexos a la aventura principal. Si decidimos completar el juego en su totalidad las horas de juego se multiplicarán, puesto que tendremos que fijarnos en todos los entornos y escenarios en busca de mini insignias e insignias completas, así como hacer un buen papel dentro de la clase de pociones.

Destacable

A diferencia de anteriores entregas para la consola, Harry Potter y el Misterio del Príncipe va un paso más allá en la consola de Nintendo. Si bien es cierto el apartado técnico no es perfecto pero sí que consigue definir el peculiar universo de la franquicia, y de manera destacable. El juego cuenta con un modelado de personajes bastante notable, en especial mención a las expresiones faciales que aparecerán en los momentos más épicos de la aventura, pese a que en muchas ocasiones -sobre todo en duelos y cuando estamos en el mundo real- las caras de los personajes se muestran con un poco menos de emotividad.

El conjunto global aprueba con nota. Hogwarts está muy bien representada, así como sus pasillos, sus jardines y los demás entornos sacados de la pluma de la escritora londinense. Sin embargo, hay un punto negativo en el videojuego, y es que la obra contempla unas constantes bajadas en cuanto a la tasa de imágenes por segundo, que, pese a que no afecta en exceso a la jugabilidad, sí que es cierto que acaba por molestar al jugador y hace la experiencia de juego menos enriquecedora. Pese a todo, la gran cantidad de pasillos y lugares que ofrece el mundo mágico de Harry Potter encantará a todos los seguidores de la serie, que en realidad es lo que importa.

El estupendo apartado sonoro que acompaña la obra es digno de mención, empleando multitud de pistas que aparecen en el film y que, sin duda, encantará a los usuarios del videojuego. Además, por si eso fuera poco, la increíble atmósfera representada en su conjunto audiovisual hará que el jugador más fiel a Harry Potter se pase horas y horas explorando en busca de objetos coleccionables, hablando con los alumnos del instituto de magia y hechicería, etcétera. Por otra parte también contamos, como no, con un estupendo doblaje al castellano, algo que agradecerán los fans y jugadores en general, otorgándole a los personajes una fantástica fidelización y pronunciando así la personalidad de cada uno.

Magia en estado puro

Electronic Arts ha creado una obra que ningún aficionado al universo de J.K. Rowling debería perderse. Un entorno lleno de magia y vida, con los personajes favoritos de la franquicia en su representación virtual y una historia que sin duda enganchará tanto a seguidores como a no seguidores. El planteamiento de la aventura es divertido, y las funcionalidades exclusivas del mando de la consola profundizan el estilo de juego, dotándole de una -necesaria- diversidad a la hora de presentar los minijuegos. En definitiva, estamos ante uno de los mejores títulos de la serie Harry Potter, que, como decíamos, es una compra obligada para todo aquel amante de las aventuras y desventuras del peculiar héroe mago.