Análisis de GTI Club Supermini Festa! (Wii)

Desde hace unos años Konami ocasionalmente nos brinda en los salones recreativos con una de las series de conducción más directas que podamos encontrar. Ahora nos trae la posibilidad de jugar a su última entrega en Wii con GTI Club: Super Mini Festa!, un juego eminentemente arcade en el que corremos por circuitos urbanos a través de distintas ciudades del mundo en carreras vertiginosas en las que el realismo físico no tiene cabida.

Con un Mini y a lo loco

A la hora de jugar podremos elegir entre usar el mando de control en horizontal como si de un volante se tratara (como ocurre en Mario Kart) o usar la combinación de mando y nunchuck, como es habitual en los juegos del género. A la hora de manejas los vehículos, estos responden sin tener en cuenta las leyes físicas de la gravedad, el peso y la inércia, por lo que giran de forma inmediata y respondiendo con máxima sensibilidad a los giros del mando, ajustándose así al espíritu alocado del juego, lo que hace que al principio cueste un poco dominarlo aunque no tardamos demasiado en cogerle el truco. Cuando llevamos ciertas horas de juego se hecha de menos un poco más de profundidad, especialmente por lo poco exigente que es el motor de colisiones pues tolera impactos severos sin apenas penalización.

El espíritu del juego se aprecia también en la variedad de pruebas que ofrece, a las cuales podremos acceder desde tres modos diferentes. El primero es el modo pruebas, que sería como el modo carrera habitual en otros juegos de coches. En él deberemos ir visitando varios países en los que se nos presentarán varios retos, cada uno de ellos con un tipo de prueba diferente. Según avancemos, iremos desbloqueando nuevos vehículos y pruebas que podremos usar en los otros dos modos, además de encontrarnos con nuevas rutas para la ciudad que harán de los más imprevisibles las carreras. Los otros dos modos serán el arcade y el online, en los que podremos elegir cualquier vehículo y cualquier prueba desbloqueada previamente para jugarlo solo o en compañia.


Nos encontraremos con varios tipos de pruebas en el juego, cada una de ellas con sus propias reglas. En corre por tráfico deberemos competir contra otro coche en circuitos sin tráfico, debiendo llegar el primero a la meta. Muy parecida será escapa del tráfico, sólo que además de nuestro rival y nosotros, tendremos que vérnoslas con el tráfico que nos entorpecerá el avance. En estos dos modos tendremos un circuito típico, es decir, con una meta y un recorrido circular aunque con variaciones en su ruta en los niveles intermedio y avanzado, mientras que en los siguientes, ya con más vehículos en escena, nos encontraremos con escenarios delimitados por callejuelas y plazas que nos obligarán a enfrentarnos a nuestros rivales. El primero de los modos que hará uso de estos circuitos es el premio justo, en el que deberemos mantener una caja sorpresa encima nuestro, evitando ser golpeados por otros vehículos pues si nos alcanzan se quedarán con nuestro botín, y quien más tiempo lo sostenga será el ganador, con una clara ventaja para el que termina con la caja en su posesión.

En la variedad está el gusto

También tenemos el motor fútbol, en el que deberemos meter un gigantesco balón en una portería igualmente enorme a base de empujarlo con nuestro coche. Por supuesto, el equipo contrario tendrá el mismo objetivo, por lo que deberemos ser muy hábiles para intentar conducir la pelota a la portería rival, y os aseguramos que las carencias físicas se hacen notar en esta prueba. En hucha motorizada tendremos que recoger una serie de monedas que aparecerán de forma aleatoria en distintas zonas del escenario, debiendo atender al color de las mismas, pues de él dependerá su valor. También está el modo Monedas Intactas donde lo importante es llegar lo antes posible a la meta sin demasiados accidentes, o de los contrario la puntuación mermará. En el modo la bomba caliente tendremos que tratar de llegar al fin de la cuenta atrás sin que la bomba esté en nuestra posesión, o de lo contrario nuestra barra de energía bajará, y cuando se acaben los asaltos, el que tenga más energía será el ganador. Por último tenemos la tomatina, un modo en el que nuestros coches irán provistos de cañones lanza tomates con los que deberemos alcanzar a los otros vehículos. Como veis, la mayoría de las pruebas disponibles en el juego están muy pensadas para jugar con amigos (hasta cuatro jugadores soporta el juego a pantalla partida, lo que sumado al modo online la diversión multijugador está asegurada).


Según juguemos (independientemente del modo) iremos acumulando kilómetros con los que desbloquearemos nuevos vehículos y piezas para que los configuremos en el garaje a nuestro gusto, cambiando detalles gráficos como el color de la pintura, la altura de los ejes, faldones, alerones, faros… pero también nuestros vehículos subirán de nivel, lo que nos permitirá mejorar el rendimiento según cuatro categorías: velocidad punta, volante, aceleración y turbo. En general las posibilidades de configuración están bien, a pesar de no ser tan complejas como en otros juegos del género, pero son suficientes para que si nos encariñamos de un coche tengamos la posibilidad de usarlo hasta el final del juego, y seguramente la mayoría de los jugadores quedarán satisfechos.

Algo muy positivo es que el juego nos está premiando constantemente, ya sea por repetir pruebas superadas en el modo prueba o desbloqueando cosas cuando juguemos en multijugador. De esta forma siempre tendremos alicientes para echar otra partida ya sea en solitario o con amigos. Además se ha dispuesto de una serie de pruebas cooperativas que harán que los jugadores tengan que trabajar en conjunto para superarlas. Algunas de estas prueban obligan a superar una cifra de monedas recogidas entre todos, enfrentarse a un coche gigante en una batalla de tomatina salvaje, superar una puntuación con dianas en un asalto de tomatina, colaborar para meter goles con una pelota enorme o alcanzar una puntuación muy alta… y todo ello siempre acumulando kilómetros.

Pantalla partida o a través de internet

Para terminar de hablar de la experiencia multijgador, cabe destacar el buen funcionamiento del sistema de crear partidas del juego, que no solo nos permite elegir una batalla en modo arcade sino participar en el modo cooperativo a través de Internet del mismo modo que a pantalla partida. Basta elegir si queremos jugar con amigos o con cualquiera y el modo de juego al que queremos jugar. Mientras el sistema encuentra una pareja o rival podemos correr libremente por un circuito hasta que la partida está preparada.



Una vez en el juego online, la calidad de la partida varia drásticamente dependiendo del modo de juego al que estemos jugando, por ejemplo, en el modo de carreras o recoger moneda el retraso con el que nuestro juego interpreta las acciones de los otros jugadores apenas afecta a la acción, pero sin embargo en otras pruebas como el motor futbol o la tomatina salvaje, el retraso puede llegar a ser un impedimento demasiado grande si alguno de los rivales tiene una conexión que cause demasiada demora. En todo caso, salvo alguna partida que sale mala, la experiencia suele ser buena. La parte online la cierra una tabla clasificación por país (del juego) y nivel, que hará las delicias de todos aquellos que quieran enfrentarse por el mejor tiempo.



La parte mala del modo online la pone la carencia de sistemas de comunicación entre usuarios: ni chat ni Wii Speak, aunque suponemos que a estas alturas esas carencias no sorprenderán a nadie tratándose de Wii. El sistema de amigos funciona a través de códigos como siempre, aunque sin facilidades como las de Mario Kart Wii en las que se podía ofrecer por mensaje a un amigo de Wii el código. Sin duda GTI Club: Super Mini Festa! Ofrece una excelente experiencia multijugador, y recomendamos que lo pruebe a quien le guste pasar tardes de berrinche con los amigos.

Pequeño pero realista

En el apartado artístico nos encontramos con un juego bastante detallista y realista, pues sin duda se intenta recrear el ambiente de las ciudades y los modelos de los coches con bastante acierto. Callejearemos por calles estrechas y anchas, con coches por todos lados, trenes, tranvías y personas a doquier, algunos parques y carreteras, y la verdad es que el entorno se muestra muy sólido y tiene una innegable sensación de credibilidad, además de buen gusto al intentar recrear las ciudades que pretende. Los modelos de los coches, toda una colección de turismos de ciudad (licenciados), están suficientemente detallados como para entender de qué modelos se tratan, y seguro que a más de uno la selección le encandilará. Desgraciadamente no todos los detalles son tan bonitos como nos gustaría, y tenemos ejemplos bastante desastrosos como pueden ser las persona-pegatinas de las que hace gala el juego, y es que a veces unos se pregunta hasta que punto no es mejor obviar los detalles escabrosos que no se pueden llevar a cabo con el motor del juego, o simplemente dejarlos para los fondos donde no podemos acercarnos demasiado. Una pena, por que esos pequeños detalles acaban estropeando el buen aspecto general del juego.

En cuanto a los gráficos del jugo en sí, los detalles del circuito, la carretera y los atajos suelen ser bastante visibles la mayoría del tiempo, aunque en ocasiones no fuimos capaces de distinguir bien alguna curva, o peor aún, algunos de los desvíos obligatorios que nos ponen en los niveles más avanzadas. El tráfico se predice con claridad y los objetivos cuando los hay también. Pese al buen trabajo gráfico, no queremos pasar por alto que el motor gráfico pese a su solidez, podría ofrecer más suavidad en los movimientos de la cámara y una mayor resolución, especialmente en el modo de un solo jugador/online, por que a pantalla partida la verdad es que el juego resuelve muy bien la situación, sin complicar demasiado la visibilidad ni con 4 ventanas.

Otras de las cosas artísticamente más nos ha gustado es la música del juego, que mezcla temas electrónicos con rock o incluso funk de un modo muy elegante y animado, aunque los efectos de sonido a veces carecen de esa elegancia especialmente por como suenan algunos a través del altavoz del mando de Wii, aunque los sonidos de los coches, como revolucionan, derrapes y demás, sin sonar del todo realista pegan mucho con el estilo del juego.



GTI Club: Super Mini Festa! es una experiencia de juego rápida y accesible para todo el mundo, que consigue enganchar por su variedad y progreso y una innegable buena oferta de juego multijugador. Lejos de ser un gran juego con grandes pretensiones, estamos ante un arcade pensado para que la gente se eche unas partidas y se lo pase bien. Quizás los más expertos en simuladores no tendrán ocasión de disfrutar del juego, pero sin duda aquellos que no busquen dedicarle demasiadas horas para dominar el coche y les guste echarse unas carreras, la personalización de turismos y los piques con los colegas, ya tienen una excusa para por lo menos probar el juego.