Análisis de Diabolik: The Original Sin (Wii)

Así pues, nuestro cometido principal será salvar a Eva, contando con nuestro ingenio y los objetos procedentes del entorno para llevar a cabo la labor de rescate. Como es de esperar, multitud de giros inesperados estarán en la obra, para evitar así que el jugador se duerma en los laureles o que acabe dejando el juego por puro aburrimiento. Además, el control de Diabolik se verá compaginado por dos personajes femeninos más: Eva, la recién secuestrada compañera del protagonista y Helena, una chica misteriosa que tiene que dar muchas explicaciones.

A medida que vayamos superando fases dará lugar al cambio de personajes automáticamente, y se irán conociendo detalles de la historia actual -así como de los personajes y pasado de éstos-, algo que sin duda refleja el trabajo de documentación de la compañía a la hora de trasladar el cómic al mundo de los videojuegos. Los puzles son sencillos, aunque en muchas ocasiones nos quedaremos atascados al no contar con el objeto necesitado, obligándonos a recorrer pasillo por pasillo en busca del preciado ítem.
El control no podía ser más simple, puesto que sólo necesitaremos el mando principal de la consola de Nintendo para hacernos con la aventura, prescindiendo así de su componente -casi- inseparable, el nunchuk. De esta manera utilizaremos el puntero del wiimote para hacer el conocido barrido de la zona, y pulsaremos el botón "A" para dirigir la acción correspondiente. Al tratarse de una aventura gráfica, los diálogos y conversaciones estarán a la orden del día, dando lugar así a varios personajes de lo más carismáticos que nos ayudarán -o entorpecerán- en nuestra aventura.
Los objetos, por su parte, son de gran ayuda a la hora de resolver los puzles, así como el ingenio que tengamos como jugadores de aventuras gráficas. Es decir, existen puzles de lo más sencillos que no hará falta usar demasiado la cabeza para completarlos, como utilizar una ganzúa con una puerta de madera; sin embargo hay otros que pueden convertirse en un auténtico quebradero de cabeza si no ampliamos horizontes e imaginamos otros usos para objetos particulares. Con la cruceta direccional del mando tendremos la posibilidad de mirar nuestro inventario, aunque también contamos con los botones "1" y "2" para ir pasando objetos directamente, sin necesidad de abrir el menú de objetos y dándole un poco más de dinamismo a la aventura.

Desfasado, por desgracia
Diabolik: Original Sin es uno de esos videojuegos en los que el apartado gráfico se ha descuidado en exceso para centrar todas las miradas en su cuidada historia y planteamiento de juego. Lamentablemente no podemos decir que la cosa haya salido victoriosa, puesto que estamos ante uno de los peores apartados audiovisuales de la videoconsola, en comparación directa a lo que vimos en la primera hornada de videojuegos de la anterior generación. Los escenarios son vistosos y están bien trabajados, así como los puzles y situaciones en donde tendremos que usar nuestra inteligencia para salir del paso, pero por desgracia no compensa el apartado técnico de la obra, puesto que tanto los movimientos de los personajes como la representación de los mismos es más bien mediocre.
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