Análisis de Hollow Knight (Switch)
Se ha hecho de rogar, pero por fin los usuarios de Nintendo Switch tenemos la posibilidad de jugar a Hollow Knight en nuestra nueva consola. El título se estrenó originalmente en PC en febrero de 2017, cosechando un enorme éxito entre crítica y público que le ha servido para vender más de un millón de unidades en compatibles, lo que hizo todavía más dura la espera a los que queríamos disfrutar de sus bondades en la plataforma híbrida de Nintendo, especialmente si tenemos en cuenta diversos retrasos y meses sin saber nada sobre esta versión.
Por suerte, Team Cherry nos dio una gran alegría a todos cuando se anunció durante el Nintendo Direct de este E3 2018 que esa misma se pondría finalmente a la venta por apenas 15 euros.
Y sí, la espera ha merecido muchísimo la pena, tanto que estamos ante una conversión ejemplar y uno de los mejores juegos independientes de todo el catálogo de Switch.
De aventuras en las profundidades de Hallownest
i>Hollow Knight es un juego de acción y plataformas 2D con un mapeado al más puro estilo Metroidvania, donde todas las zonas están interconectadas y en el que podremos ganar acceso a nuevas regiones y lugares ocultos con las habilidades que vayamos adquiriendo a lo largo de la aventura.
Su historia nos lleva hasta Hallownest, un antiguo reino subterráneo caído en desgracia en un mundo habitado por todo tipo de insectos parlantes, los auténticos protagonistas (y enemigos) de esta odisea. Nosotros somos un caballero errante que se siente atraído hasta este lugar, por lo que armados únicamente con nuestro fiel aguijón nos dispondremos a explorarlo todo para descubrir la verdad que se oculta en sus entrañas.
El estudio de desarrollo nunca ha escondido las influencias de la saga Dark Souls en esta obra y eso es algo que se nota tanto en la historia que nos cuentan como en su narrativa a modo de puzle, obligándonos a fijarnos muy bien en los escenarios y a prestar mucha atención a las conversaciones con otros personajes para poder hilarlo todo. Al final, la trama acaba siendo lo de menos, pero si le prestáis atención descubriréis un guion muy interesante y que realza la épica de nuestro periplo hasta niveles insospechados.
Entrando ya en lo puramente jugable, si hay algo que nos ha llamado poderosamente la atención es su diseño de niveles, simplemente sensacional. Estamos ante uno de los Metroidvania más gigantescos que jamás se han realizado, con un mapeado enorme y que no parece tener fin. Para que os hagáis una idea, llegar hasta el final con un 80% del juego completado es algo que nos ha llevado 21 horas sin morir demasiado, una cifra que está muy por encima de casi cualquier otro título del estilo que puede encontrarse en el mercado actualmente.
Evidentemente, tener solo un mapa grande no es suficiente para el éxito de un juego de estas características, y en Team Cherry han sabido dotarlo de un diseño inteligentísimo que convierte la exploración en un auténtico vicio, animándonos constantemente a descubrir nuevos lugares y secretos.
Para conseguir esto, el título nos da una libertad inusitada, abriéndonos una infinidad de caminos con cada nuevo poder que obtenemos, pero sin forzarnos a seguir una senda única y predefinida, por lo que al final cada jugador suele seguir un orden de avance muy diferente, propiciando uno de los "backtracking" más satisfactorios de todo el género, convirtiéndose en un auténtico ejemplo a seguir.
Por su parte, los controles funcionan de maravilla y la precisión a los mandos es total, y el sistema de combate es tan sencillo como divertido. Con tan solo un botón para atacar y otro para magias, podremos desatar diversos combos, golpes especiales, hechizos e incluso curarnos en mitad de la batalla, pudiendo hasta atacar en el aire hacia abajo para rebotar sobre nuestros rivales y encadenar varios aguijonazos desde una posición segura y ventajosa (algo que también tendremos que usar para ciertas secciones plataformeras).
Las batallas distan mucho de ser un simple machacabotones, ya que tendremos que hacernos a los patrones de ataque de los numerosos y variados enemigos con los que nos toparemos, obligándonos a medir muy bien los tiempos y las distancias. De hecho, cuentan con un toque táctico que le sienta genial gracias a la energía que acumularemos con cada golpe y al eliminar rivales. Esta la podremos usar tanto para realizar hechizos como para sanarnos, de modo que tendremos que decidir en cada momento cómo usarla, ¿la guardamos por si nos pegan para poder recuperarnos o vamos con todo y acribillamos a nuestros adversarios con magia ofensiva?
Hasta escoger bien el momento para curarnos es algo crucial, ya que la animación tarda unos segundos en llevarse a cabo y durante la misma consumiremos energía, por lo que si nos pegan cuando estamos intentando sanarnos habremos desperdiciado parte de nuestros recursos inútilmente.
En vez de recurrir a los habituales elementos roleros de experiencia y subida de nivel, aquí la progresión de nuestro personaje la haremos a través de unos broches que podremos encontrar y equiparnos para ganar todo tipo de ventajas y habilidades. Hay una enorme cantidad de ellos, permitiéndonos personalizar nuestro estilo de juego a cada situación y a nuestras preferencias personales, animándonos constantemente a que experimentemos con diferentes combinaciones para que intentemos dar con la mejor y la más efectiva.
Por supuesto, no podremos equiparnos con todos, ya que cada broche tiene un coste. Cuanto más útil y poderoso sea, más huecos necesitará para ser equipado, convirtiendo nuestra progresión en un pequeño puzle muy interesante y satisfactorio. Evidentemente, nuestro héroe no mejorará únicamente con los broches, ya que también tendremos la posibilidad de refinar nuestro aguijón y encontrar ítems que suban nuestra vida y energía máxima de forma permanente.
Por otro lado, nos vemos obligados a destacar los jefes finales, ya que son tan numerosos como intensos, ofreciéndonos unas batallas espectaculares, desafiantes y tremendamente divertidas, especialmente en su segunda mitad, dejándonos para el recuerdo unos combates realmente memorables.
En lo que respecta al plataformeo, si bien no es el punto más exigente del juego, sorprende lo genialmente integrado que está dentro de la aventura, siempre presente y fundiéndose perfectamente con la acción y la exploración para crear secciones simplemente geniales en las que tendremos que hacer uso de casi todas nuestras habilidades.
Aquí queremos destacar que la versión de Switch incluye todas las expansiones (Sueños Ocultos y La Compañía de Grimm) y parches lanzados para PC hasta la fecha. Además, próximamente se lanzará de forma gratuita su tercera y última expansión: Gods & Glory.
Gráficamente tampoco se queda atrás gracias a un apartado artístico sensacional que hace gala de un diseño de personajes y enemigos muy atractivo y con mucha personalidad, y unos escenarios que si bien a veces pecan de ser un tanto similares (a fin de cuentas, estamos explorando un conjunto de cuevas y túneles), nos dejan estampas realmente bellas y crean una ambientación magnífica.
Lo mejor de todo es que el rendimiento del juego es ejemplar y funciona a 60 imágenes por segundo tanto en portátil como en sobremesa, lo que demuestra el gran trabajo de conversión que se ha realizado para que podamos disfrutar plenamente de esta odisea independientemente del modo en el que prefiramos jugarlo.
Finalmente, la banda sonora nos regala unas composiciones de gran belleza y muchísima calidad que nos sumergen de lleno en este fascinante mundo, realzando considerablemente la épica cuando toca luchar contra un gran enemigo. Los efectos siguen la misma línea y aunque no hay un doblaje como tal, conviene señalar que todos los textos están perfectamente traducidos al español.
Conclusiones
Hollow Knight sigue siendo un auténtico juegazo y uno de los mejores Metroidvanias de los últimos años. Explorar su enorme mapa y descubrir todos sus secretos es un auténtico placer capaz de engancharnos sin remedio durante horas y horas sin que seamos conscientes del paso del tiempo, algo que habla muy bien de lo que ha conseguido Team Cherry con esta grandísima aventura. Todas sus virtudes están intactas en esta conversión a Nintendo Switch, en una edición que no tiene nada que envidiar a la de PC y que encima cuenta con el atractivo de poderse jugar en modo portátil donde queramos. Si os gusta el género, aquí tenéis una compra imprescindible que no podéis dejar pasar.
Hemos realizado este análisis comprando el juego en la eShop de Nintendo Switch.