Como Yakuza pero en 2D y con un precioso pixel art: Así es el melancólico, crudo y original Fading Afternoon - Análisis (Switch, PC)
Fading Afternoon es el último videojuego publicado por Yeo, desarrollador del excelente The Friends of Ringo Ishikawa, y en esta ocasión apuesta por una experiencia única, difícil de encajar en los marcos tradicionales del videojuego pero que se acerca desde una perspectiva muy particular a los beat'em up 2D clásicos. Eso sí, tal y como nos tiene acostumbrados, aquí no sólo importa la acción directa: sino que introduce mecánicas que exploran aspectos cotidianos y reflexivos de la vida de un mafioso, creando un videojuego profundo e inmersivo que destaca por su originalidad y atención al detalle.
La vida cotidiana del yakuza
En lugar de enfocarse en acciones violentas como golpear y disparar, Fading Afternoon se centra en las actividades cotidianas del protagonista, un yakuza miembro de una familia venida a menos en la Japón ochentera.
Cosas como quitarse la chaqueta, fumar, peinarse y sentarse en cuclillas estructuran el esquema de controles básico, que se presenta aquí completamente despojado de acciones de combate directo cuando estás fuera de las secciones de pelea.
Estas acciones, aparentemente triviales, sumergen al jugador en la vida diaria del protagonista, ofreciendo una perspectiva más humana y menos glamurosa de su existencia. Con este enfoque, Fading Afternoon permite a los jugadores conectar de manera más íntima con el personaje, comprendiendo sus rutinas y su mundo interno; esto, como veremos más adelante, permea también en la propia estructura del videojuego, que presenta un loop libre, abierto y quizás poco comprensible de primeras.
Antes, volvamos al puro gameplay para hablar del combate: está bien desarrollado, pero es más que evidente que no es el foco central del juego. Las peleas (que sólo suceden previo encontronazo con las bandas rivales) son dinámicas y permiten una variedad de acciones dependiendo de la posición y combinación de botones, algo que puede resultar menos intuitivo para jugadores acostumbrados a esquemas tradicionales de beat'em up. Una vez dominado, eso sí, el sistema de combate revela una profundidad y fluidez gratificantes. Las batallas acaban siendo muy estimulantes y ofrecen un espectáculo visual gracias a las animaciones fluidas, creativas y contextuales, aunque el conjunto sea algo difícil de leer.
Por otro lado, explorar la ciudad es una parte fundamental de Fading Afternoon. El protagonista solo puede caminar, lo que refuerza la sensación de un ritmo de vida pausado y reflexivo, aunque también existen medios para acelerar el desplazamiento, como bicicletas, el tren y eventualmente un coche; la aparición de estos, sin embargo, no reduce la importancia del caminar, que sigue siendo una parte integral del juego. Esta mecánica, combinada con una atmósfera nostálgica y unos preciosos gráficos en pixel art, añade profundidad y realismo al entorno del juego: la ciudad, con sus detalles y colores pastel, invita a ser explorada, creando una atmósfera melancólica que envuelve al jugador.
Un magnífico loop de juego que potencia la inmersión en la trama
Uno de los aspectos más destacados de Fading Afternoon es la atención al detalle en las acciones del personaje. Por ejemplo, la barba del protagonista crece con el tiempo, por lo que necesitamos afeitarnos regularmente para mantener el respeto dentro de la familia. Este nivel de detalle se extiende a otros aspectos, como la necesidad de comprar nuevas chaquetas o gafas de sol si se pierden durante una pelea. Son aparentes minucias que en realidad tienen un peso capital; no solo añaden realismo, sino que también contribuyen a la inmersión del jugador, haciendo que cada decisión tenga importancia y consecuencia.
Y aquí entra el genial loop de juego de Fading Afternoon, que como en The Friends of Ringo Ishikawa requiere que el jugador mantenga un equilibrio entre diferentes aspectos de la vida del protagonista. Descuidar aspectos como la higiene, el descanso y la alimentación puede llevar a una pérdida de respeto y control sobre territorios, complicando la vida del personaje; e incluso puede afectar a la salud a largo y corto plazo. Esta mecánica subraya la idea de que la vida de un mafioso es tóxica y depresiva, a pesar de las aparentes glorias que puede traer. Su enfoque realista ofrece una visión cruda y honesta de la vida en la yakuza, evitando la dulcificación de ese estilo de vida.
Conclusión
Fading Afternoon es un videojuego que desafía las convenciones del género beat'em up al introducir una jugabilidad que enfatiza la vida cotidiana y las dificultades inherentes a la vida de un mafioso en la Japón de los ochenta. Aunque su sistema de combate es profundo y está bien desarrollado, no libre de algunas aristas y ciertos bugs, el verdadero corazón del juego reside en los detalles y en la necesidad de encontrar un equilibrio en la vida del protagonista. Esta combinación de elementos cotidianos y acción intensa crea una experiencia única y envolvente que puede resonar profundamente con los jugadores que se sientan atraídos por las aventuras pausadas, originales y tremendamente expresivas como esta.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código digital proporcionado por by yeo.