Análisis Cuphead, plataformas, acción y mucho encanto (Switch)
Después de Sunset Overdrive y Halo: The Master Chief Collection, a Microsoft prácticamente no le quedaban ya exclusivos de Xbox One que llevar a PC, y parece que ahora van a empezar a llevarlos a nuevas plataformas. Tal y como se venía rumoreando, Cuphead se ha lanzado en Nintendo Switch, y pronto lo hará Xbox Live también. La estrategia de Microsoft no deja de resultar curiosa, pero eso es una historia para otro día; hoy venimos a hablar del gustazo que es llevarte uno de los mejores indies de los últimos años a cualquier parte en Nintendo Switch.
Dos tazas, un jefe
Cuphead es un juego de acción y plataformas en dos dimensiones, centrado, principalmente, en derrotar jefes, pero también con otras fases más tradicionales del estilo llamado run and gun. Una de sus señas de identidad es su dificultad, que requiere que nos aprendamos las rutinas de los jefes y los niveles para poder completarlas con éxito. Eso sí, tranquilos, que no es un Sekiro.
Este título puede disfrutarse perfectamente en solitario o en cooperativo, e incluso podemos elegir si queremos jugar con Cuphead o Mugman, aunque sus diferencias son meramente estéticas. El modo en cooperativo aumenta la resistencia de los rivales, obligándonos a causarle más daño, algo que se compensa con el hecho de que, por una parte, somos dos y, por otra parte, podemos revivir a nuestro compañero.
La resurrección no es particularmente sencilla. Al morir, nuestra taza humanoide se convertirá en un espíritu y procederá a volar hacia la parte superior de la pantalla. Si conseguimos realizar un parry –que, en este caso, es un giro mientras saltamos, pulsando de nuevo el botón de saltar–, obraremos el milagro. Normalmente, no vamos a estar siempre juntos en la misma parte de la pantalla, por lo que rescatar a nuestro compañero puede acabar traduciéndose en nuestra propia muerte. La verdad es que funciona genial y le da todavía más emoción a cada batalla.
El camino de la taza
Como decimos, Cuphead combina niveles de saltos y disparos con batallas contra jefes, y el diseño y el control es siempre excelente. Es increíble que un equipo sin experiencia real desarrollando títulos clásicos haya conseguido estos resultados. Sí, los niveles son difíciles, pero nunca son injustos. Siempre hay una pista, una pequeña indicación de cuál va a ser el siguiente ataque, el siguiente peligro, y tenemos que aprender a leerlas.
Los jefes, además, siempre tienen diferentes subrutinas, por lo que, incluso cuando inevitablemente reiniciemos el nivel, los combates nunca van a ser cien por cien idénticos. Simple y llanamente, no os podemos decir nada malo del diseño del juego. Hay algunas cosas que pueden gustar más o menos –como el componente de aleatoriedad en algunas fases–, pero a nivel jugable es excelente.
También hay un pequeño componente de estrategia, ya que según el rival será mejor que nos equipemos uno u otro tipo de disparo, una u otra habilidad, y uno u otro especial. Éstos se desbloquean avanzando, completando niveles y consiguiendo monedas –algunas de ellas, ocultas por el mapa de selección de nivel– para comprarlos, y nos anima a probar diferentes combinaciones cuando nos quedamos atascados.
Si, además, queremos completar cada nivel como el diablo manda, tendremos que ser muy, muy hábiles. Al final de cada fase tenemos una valoración que nos indicará cómo lo hemos hecho. Si queremos alcanzar la excelencia tendremos que evitar que nos golpeen, realizar varios parries y acabar el nivel lo más rápido posible, entre otras cosas. Y, aparte, podremos desbloquear un modo difícil. El fácil –que no recomendamos– viene desbloqueado por defecto.
Novedades
En esta versión también vamos a encontrar algunas novedades, ninguna particularmente rompedora, pero que siempre se agradecen. La más notable, probablemente, es poder elegir si queremos jugar con Cuphead o Mugman, personaje previamente disponible solo para el segundo jugador. Aparte, encontraremos nuevas animaciones durante los niveles –algunas más perceptibles que otras–, y las secuencias de la historia están ahora animadas.
Algo que muchos jugadores agradecerán es la traducción a 12 idiomas, entre los que se encuentran el español de España y el de Latinoamérica. Otras novedades son menores, como ajustes y corrección de errores. Todas estas novedades llegarán también a las versiones de Xbox One y PC.
Arte a la taza
Qué os vamos a contar del apartado audiovisual de Cuphead que no sepáis. Gráficamente es una maravilla, con unas animaciones que alcanzan tal nivel que consiguen que nos olvidemos que es un videojuego. Todo, absolutamente todo, está recreado con un gusto exquisito para recrear ese estilo artístico de los dibujos animados de los años 30, y el resultado es excepcional. No hay una sola animación descuidada; ya sea el gesto de presentación de un jefe o una salpicadura en el agua, todo está cuidado al milímetro.
Lo mejor de todo es que todo este arte está al servicio del juego, que responde a las mil maravillas –aunque hemos visto unas ralentizaciones minúsculas en un jefe en concreto, algo que seguramente se termine de optimizar antes del lanzamiento–. El control es perfecto, aunque los controles… no tanto. La falta de una cruceta en condiciones y el tamaño tan pequeño de los botones de los Joy-Con se nos ha hecho incómodo para sesiones largas de juego. Al menos, se pueden reasignar los botones como queramos, y pasando el botón de disparo al RZ y el de apuntado al LZ la cosa ha mejorado mucho. Con el mando Pro, al menos, mejora.
Pasando al sonido, sólo podemos quitarnos el sombrero como hicimos con el apartado gráfico. Desde la banda sonora, recreando temas de la época –incluyendo cantados– a los efectos de sonido, todo es auténtico y está a un nivel altísimo. Siempre memorables y nada repetitivos, son la guinda de este pastel que es Cuphead.
Dos tazas y un mismo destino
Cuphead, en PC, en Xbox One o en Switch, es un auténtico juegazo. Poderlo jugar en cualquier parte es fantástico, y aunque los botones de los Joy-Con no son los más cómodos para sesiones de juego largas, no es en absoluto un problema grave que no permita disfrutar del juego. Además, se ve genial en la híbrida de Nintendo, y las novedades, aunque pequeñas, se agradecen. Si no lo habéis jugado todavía, ahora tenéis una excusa menos para no hacerlo.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por popagenda PR.