Análisis de Ys VIII: Lacrimosa of Dana (PSVITA, Switch, PS5, PS4, PC)
Falcom es una desarrolladora para la que parece que no pasa el tiempo, en lo bueno –que es mucho- y lo menos positivo. Cuando el rol se ha polarizado en los clásicos turnos donde apenas hay innovación posible salvo honrosas excepciones –Persona 5 ha pulido el sistema de manera sobresaliente- o en la acción que bebe de From Software –todavía nadie ha logrado acercarse a la genialidad de sus sagas-, los creadores de Ys prefieren mantenerse en una mecánica más arcade y sencilla que engancha desde el primer minuto. Ys VIII: Lacrimosa of Dana sabe recoger lo mejor de Ys frente a modas pasajeras del mercado, añade algunas novedades, y nos ofrece un enorme JRPG que ningún aficionado debería perderse.
Su historia nos habla de Adol Christin a bordo del barco Lombardia. Aunque es un personaje popular para los fans de la serie durante décadas, hay que aclarar que Lacrimosa of Dana no requiere un conocimiento especial de Ys más allá de algunas referencias. Los novatos no necesitarán saber más que este joven y su amigo Dogi ahora son marineros en dirección a una misteriosa isla de la que no parece escapar ningún barco que se acerca a ella.
Cuando el Lombardia se aproxima a la zona evidentemente sufre un ataque que hunde el navío y los tripulantes terminan en las orillas de estas tierras malditas. ¿Qué misterio se esconde en la isla y quién es Dana, una joven que aparece en los sueños de Adol? Puede que el argumento no sea excesivamente memorable, de hecho es inferior a otros Ys, pero nos ha gustado mucho el tono de aventura y la personalidad de los secundarios que vamos encontrando.
A diferencia de Ys Origin que nos llegó traducido al español, Ys VIII lo hace en inglés y con voces tanto en inglés como japonés. El lenguaje no es complicado y tampoco es un juego que desborde en diálogos, incluso los usuarios con dificultades en el idioma verán suficientes indicaciones en el mapa para saber su próximo objetivo, pero obviamente disfrutar de los acontecimientos es uno de los puntos fuertes del juego. Un aspecto que nos parece que merece una evolución en cuanto a narrativa –y no únicamente en este juego- es el protagonista casi mudo, pero se trata de una cuestión muy personal y muchos usuarios ni le darán importancia.
Tras este incidente con el barco comenzamos a explorar la isla para rescatar a supervivientes y construir nuestra base, ampliando así las opciones de compra, equipamiento, mejora de armas, obtención de misiones, minijuegos –pesca, una especie de defensa de torres, etc-. El sistema de exploración y combate es muy similar a pasados juegos, pero la cámara es está mejor posicionada que en otros Ys –controlable y más cerca del protagonista- y eso nos permite disfrutar más de la ambientación.
Mencionar que Ys VIII incluye una curiosa conexión entre los dos protagonistas. Ambas historias se cruzan en ciertos puntos y avanzar con Dana puede afectar al mundo de la isla, incluso abrir un camino antes bloqueado. Aunque el mapa a veces se siente un poco restringido en libertad –no es un mundo abierto en el sentido estricto-, existe equipamiento que permiten alcanzar lugares inaccesibles de otra manera, como unos guantes de agarre para escalar por zonas con vegetación o una piedra que ilumina cuevas oscuras.
Con estas herramientas, o la ampliación de personal en el campamento –que también colaborarán para retirar obstáculos de ciertos caminos-, la isla adopta un estilo de metroidvania en el que ir y volver a zonas gracias para a continuar por rutas antes cerradas. Los cristales de teletransportación nos ahorrarán mucho tiempo de viaje.
Ys es un action RPG y por tanto la lucha transcurre directamente en el escenario. Es un manejo muy sencillo, con un botón de ataque básico, otro para saltos –necesario contra enemigos voladores o para crear combos más espectaculares-, bloqueo y un rápido movimiento evasivo que nos evitará peligrosas embestidas de jefes y criaturas fuertes, incluso con recompensas de ralentización del tiempo cuando se ejecuta en el momento preciso. Es decir, no se trata de aporrear el botón sin sentido, es un sistema diseñado para que nos esforcemos en optimizar nuestras tácticas.
La cámara más libre podría causar algún problema no presente en los anteriores, pero la verdad es está bien resuelta en la mayoría de ocasiones. Una fijación de objetivo nos permite tener visibles a nuestro rival, especialmente útil contra jefes o enemigos únicos. Cuando son varios oponentes en combate hay ayudas para saber su posición y si vamos a ser atacados desde un punto ciego. Puede que nos veamos sorprendidos en algún momento, pero no es lo habitual.
Pronto empezaremos a configurar nuestras habilidades asociando las técnicas a los cuatro botones frontales, potenciando las diferencias del grupo. De hecho, por las características de las armas de cada personaje se distinguen tres tipos de ataque –corte, impacto, punzante- y los enemigos tienen alguna debilidad a ellos, lo que hace que sea más efectivo controlar a nuestro personaje contra esas criaturas. Adol y Dana utilizan hojas afiladas útiles contra cuerpos blandos, pero a veces nos interesará manejar a Laxia contra enemigos aéreos o a Sahad por la fuerza de su ancla. Acertar con las habilidades proporciona ítems raros y otras muchas ventajas.
En cualquier momento podemos cambiar de personaje y dar órdenes generales que orientan la estrategia a la ofensiva o a la defensiva, así que tenemos un buen control de la situación que se complementa con una inteligencia artificial que trabajaba bien. Es un sistema tremendamente sencillo y divertido que demuestra que a veces no hace falta complicar mucho un RPG para lograr combates adictivos. Si además tenemos exploración divertida, muchísimo contenido –la historia principal nos lleva más de 30 horas, con secundarias y desbloqueables como un contrarreloj para luchar contra jefes-, tenemos un RPG imprescindible para fans del género.
Entre tantos halagos a Ys VIII, hay que decir que sufre algunas limitaciones por tratarse de un juego que nació en portátil, aunque no suponen un grave inconveniente. La primera sería relacionada con los gráficos, si bien en las zonas exteriores este es el juego de Falcom más espectacular que hemos visto. Eso no quita que hablemos de modelados dignos de 128 bits, animaciones un poco toscas –sobre todo cuando mueves la palanca un poco y el personaje parece que se resbala- o dientes de sierra que cantan más de la cuenta. Además no hay una excesiva variedad de escenarios en la isla, prepárate para ver muchos bosques y playas.
La segunda desventaja por su naturaleza portátil es la división del mapa en secciones, al estilo de Final Fantasy XII. Este diseño, provocado por la escasa memoria, impide disfrutar de una exploración continua en sobremesa, algo que habría hecho el mundo más cohesionado. Los tiempos de carga son casi instantáneos y no suponen ningún problema, no obstante le sentaría mucho mejor la eliminación de cortes o al menos disfrutar de zonas sin interrupción más amplias.
Sin embargo, no se trata de una adaptación directa de PS Vita a PlayStation 4 o PC. En domésticas salió más tarde y se aplicaron algunas mejoras, como texturas de mayor calidad, algo más de detalle y una niebla más lejana. En PS4 funciona a 60 imágenes por segundo -el doble que Vita-, lo cual beneficia sin duda a un action RPG, y no se puede negar que hay una mejora técnica y artística respecto a por ejemplo Trails of Cold Steel II. Además se añadieron nuevos monstruos, nuevas mazmorras, la dificultad Inferno y otras mejoras para la parte de Dana; una lástima que no se aplicasen a la versión de PS Vita que nos llega a Occidente.
La banda sonora vuelve a contar con el inconfundible sello Falcom. No sólo es música de gran calidad, también es variada: desde melodías ambientales y orquestales al rock de los combates. Como único punto negativo en el sonido diríamos que hay abundantes diálogos sin voces, esperable en un juego que no es para nada una superproducción.
Conclusiones
Todas las limitaciones técnicas que pueda tener un juego de Falcom quedan completamente olvidadas gracias a lo que realmente importa. Lacrimosa of Dana mantiene el sistema de combate de Ys que tanto nos gusta, con ligeras mejoras, y lo lleva a una gran isla lista para ser explorada.
No es descabellado decir que Ys VIII: Lacrimosa of Dana es la entrega más ambiciosa de la saga, uno de sus mejores capítulos, y uno de los grandes juegos de rol japoneses del año junto a Persona 5 y Nier: Automata, cada uno dentro de su estilo. Si buscas un nuevo JRPG de acción al estilo clásico, ya lo has encontrado.
Hemos realizado este análisis en su versión PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Bandai Namco.