Análisis de SteamWorld Dig 2 PSN (PSVITA)
Una de las aventuras más recordadas de la eShop de Nintendo 3DS, SteamWorld Dig, se convirtió en un auténtico fenómeno indie que poco a poco fue visitando después la inmensa mayoría de las plataformas de juego existentes. Un título que catapultó a la fama a sus creadores, Image & Form, un equipo independiente que nos trae la segunda parte de su gran obra.
Ha tardado en llegar, pero pensamos que la espera ha merecido la pena porque, al menos en el caso de la edición para Switch que es a la que hemos tenido acceso (el título también va a aparecer en otros formatos como PS4 y PC) es uno de los juegos más destacados y recomendables de cuantos se pueden encontrar ahora mismo en la tienda eShop.
Aventuras bajo tierra
La trama que da lugar a SteamWorld Dig 2 es bastante convencional y dista bastante de ser uno de sus aspectos más conseguidos ni llamativos. Rusty, el protagonista robótico de la primera entrega, anda desaparecido, y nos toca guiar a la nueva protagonista, la joven Dorothy, por un mapeado bastante extenso para dar con su paradero. Una mera excusa para que nos sumerjamos en una obra que, por su desarrollo, recuerda bastante a lo vivido ya no sólo en la entrega original, sino en muchas de las aventuras de este mismo estilo que aparecieron en la era de los 16 bits.
Al comienzo del juego Dorothy apenas posee un par de movimientos y sólo es capaz de saltar, usar su pico para cavar en las profundidades de las minas y otros escenarios de los que más tarde os hablaremos y poco más. Pero como sucede con este tipo de producciones de estilo Metroidvania como es el caso de la obra que nos ocupa, a medida que progresamos todo va cambiando.
A lo largo de nuestro periplo es posible ir habilitando nuevas herramientas que nos permiten ir efectuando cada vez más acciones y movimientos distintos, lo cual nos faculta el acceso a zonas completamente nuevas. Y es que el backtracking está más que asegurado y con mucha frecuencia nos toca regresar (con atajos de por medio) a diversas áreas ya visitadas para seguir una nueva ruta. Así y gracias a objetos como el gancho, los propulsores, el martillo neumático, la lámpara o el tanque de agua es posible ir visitando zonas de juego inexploradas, dando forma a una estructura de juego no lineal que resulta muy atractiva.
Para acentuar más todavía esta gran cualidad que posee la aventura también es posible ir haciendo acopio de diversos objetos que nos permiten ir mejorando nuestro equipo. Engranajes, piedras preciosas y minerales que podemos canjear por monedas y demás elementos nos permiten ir mejorando nuestro pico, fortaleciendo nuestra armadura, ampliando nuestra bolsa de objetos y demás, lo que aporta más profundidad al título en global. Y por si no fuera suficiente, conforme superamos misiones secundarias, eliminamos enemigos y obtenemos ciertos objetos vamos ganando experiencia, como si se tratara de un RPG.
¿Y qué es lo que tenemos que hacer en este juego? Pues explorar amplios (y más variados de lo que cabría esperar) decorados, tanto al aire libre como, los más comunes, zonas subterráneas. Lugares como minas, zonas llenas de lava, otras subacuáticas y muchas otras más en las que tan pronto debemos ir forjándonos nuestro propio camino como, más tarde, debemos superar una sección plataformera, solventar un puzle o, lo más común, lidiar con ciertos enemigos. Además y para dotar de más vida al desarrollo, los escenarios esconden multitud de cuevas y áreas secretas que merece la pena descubrir y visitar.
Una fórmula de juego tremendamente atractiva, equilibrada y entretenida que queda rematada por la posibilidad de poder interactuar con decenas de personajes secundarios que pueblan los fondos, tipos que por cierto dialogan en perfecto español. Unos nos aportan información, otros nos dan indicaciones sobre el lugar que tenemos que visitar, los hay que nos piden ciertos encargos o tareas secundarias…
Lo único que podemos echar en cara a esta propuesta tiene que ver con la duración de la misma, dado que si no deseamos cumplir con las misiones secundarias ni explorar cada recoveco de los escenarios, la aventura da para unas ocho horas aproximadamente, lo cual se queda un pelín justa para tratarse de una aventura de este estilo. Y por otra parte, en ocasiones las misiones resultan algo reiterativas, adoleciendo de la imaginación o creatividad suficiente. También es posible criticar la parca presencia de innovaciones de peso en relación a lo que disfrutamos en la edición original, pero esto es algo que sucede en un alto número de los títulos que aparecen hoy en día.
Sí que se deja notar, y mucho, la evolución que ha experimentado la aventura en cuanto a su planteamiento técnico se refiere. En nuestra opinión es uno de los juegos más bonitos de cuantos es posible encontrar en la eShop, al menos de los que poseen un carácter independiente. Y lo es por muchos motivos, desde la excelente representación de los protagonistas y personajes que pueblan los fondos a la belleza que irradian muchos de estos escenarios, algo que tiene mucho mérito porque la inmensa mayoría son zonas subterráneas.
Aventuras bien plasmadas
Tomando como punto de partida todo lo bueno que nos dejó la primera parte de SteamWorld Dig, esta continuación nos ofrece más de lo mismo pero más bonito, profundo y lleno de detalles. Una aventura de claro enfoque "metroidvanesco" que seguramente sorprenderá a todos aquellos que nunca han disfrutado de esta notable serie.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código enviado por Image and Form.