Análisis de LittleBigPlanet Vita (PSVITA)
Estamos en una época en la que vivimos en público. Compartimos lo que nos gusta, lo que no, lo que nos sorprende y lo que nos molesta. Compartimos todo. Para unos esto puede ser algo negativo, pero en el campo de los videojuegos, que es lo que a nosotros nos ocupa, es algo muy positivo. LittleBigPlanet popularizó en PlayStation 3 el concepto de crear y compartir niveles, destapando una comunidad fortísima cuyos límites creativos parecen no tener fin. Desde el lanzamiento del juego original, los dos episodios de la consola de sobremesa de Sony han ido expandiendo las posibilidades del título, añadiendo más funciones que permiten a los jugadores interactuar con el juego de nuevas maneras y ofrecer niveles que abarquen muchos más campos jugables. Las últimas adiciones, sin ir más lejos, se centran en ofrecer nuevas posibilidades de control, habilitando el control de movimiento con PlayStation Move y, en un futuro muy próximo, el control cruzado con la segunda pantalla de PlayStation Vita.
Imaginaos aprovechar todas las posibilidades de control de un nuevo hardware como el de PlayStation Vita, que incluye, entre otras posibilidades de control, una pantalla y un panel trasero táctil. Las oportunidades se multiplican y la comunidad, cada vez más grande y experta, tiene aun más fácil seguir sorprendiendo a los usuarios y a los propios desarrolladores.
Así se presenta este LittleBigPlanet Vita, un título que no pierde su esencia pero que desde luego se desmarca de sus predecesores gracias a la plataforma en la que se lanza. Pero, ¿es suficiente añadir nuevas posibilidades de control para convertirse en un juego a la altura de la saga? Hagamos un repaso de todo lo que oculta la nueva aventura portátil de Sackboy y compañía.
LittleBigPlanet no se olvida de sus orígenes, unas aventuras de desarrollo lateral de ésas que te enganchan y que te piden completarlas al cien por cien. Ésas que te dejan ver que son difíciles, pero que tú puedes con ellas. Ésas que saben recompensarte por tu esfuerzo. Ésas por las que siempre vuelves. Pero lo mejor de LittleBigPlanet es que te deja hacer lo que quieras. Juegos de carreras, de disparos en primera persona, un matamarcianos, un juego de puzles o, literalmente, tu propio juego. Y es que es una herramienta de creación y distribución de juegos potenciada por las maravillosas y generosas mentes que se sientan frente a una consola.
Un espectáculo visual
Visualmente es un espectáculo maravilloso. Obviamente, no sorprenderá por entornos abiertos o efectos de otro mundo, pero la nitidez y la iluminación dotan a LittleBigPlanet Vita de una apariencia única que es, con diferencia, una de las más impresionantes que hemos visto en la portátil de Sony, y que una vez más nos hace replantearnos los límites de la consola. Los escenarios cuentan con un nivel de detalle casi inagotable, en los que en cada partida podemos descubrir algo diferente, y se desplazan bajo nuestros pies con una fluidez casi eterna. Los materiales que forman los entornos están recreados con gran realismo (exceptuando los típicos materiales inventados, cuya similitud con los originales es incuestionable), y las texturas parecen a veces tener una resolución ilimitada.
A la ya mencionada iluminación esto hay que añadir la puntualización de que ésta afecta al escenario y a los personajes en tiempo real, creando secuencias de auténtica belleza gráfica, y dotando de posibilidades artísticas muy importantes a las mentes creativas que se esconden tras las "lunas" de cada cápsula. Los efectos de partículas, el agua y demás objetos que pueblan los escenarios terminan de rematar un conjunto gráfico que nos resulta difícil de creer en un juego que sale al mercado meses antes de que PlayStation Vita. Siendo sinceros, si prestamos atención a todos los elementos y en detalle podemos ver que LittleBigPlanet 2, la última versión de sobremesa de la saga, es superior técnicamente, pero la barrera que las separa es tan difusa que muchas veces se vuelve invisible.
Las animaciones de los Sackboy siguen siendo tan geniales como siempre, aunque no presentan novedades importantes (si es que acaso presentan alguna) con respecto a las versiones anteriores. Los protagonistas secundarios están diseñados siguiendo la estela surrealista del segundo episodio de PlayStation 3, con un estilo original y fiel a la saga. Podríamos llevarnos horas y horas hablando del aspecto gráfico, pero hasta que no tengáis LittleBigPlanet Vita en las pantallas de vuestras PlayStation Vita, cerca de vuestros ojos y lo veáis en movimiento, no podréis apreciar lo que intentamos transmitir con nuestras palabras.
Jugabilidad atemporal
Una de las cosas que ha hecho grande a LittleBigPlanet ha sido su jugabilidad. Sackboy responde excepcionalmente a nuestras órdenes y rara vez nos encontraremos con algún problema de control. Las acciones están "limitadas" a saltar, nadar, agarrarse y utilizar objetos, pero se traducen en opciones de sobra a la hora de controlar al protagonista. A estas acciones que realizamos con los botones físicos de la consola tenemos que añadir ahora las que podemos realizar con la pantalla táctil, el panel trasero y el giroscopio, nuevos métodos de control (si bien es cierto que el Sixaxis y el Dual Shock 3 ya ofrecían este último) que permite el hardware de PlayStation Vita y que abren una nueva dimensión de posibilidades.
Como los que estéis familiarizados con la saga ya sabréis, LittleBigPlanet incluye múltiples minijuegos en los que la jugabilidad se ve alterada, y que pasan por la velocidad, la estrategia o la habilidad. Aquí además es muy habitual abandonar el desarrollo plataformero lateral en pos de otros géneros, en los que el control sigue respondiendo tan bien como durante las fases principales. LittleBigPlanet Vita se permite el lujo de exhibir las novedades portátiles, que sirven también para que los jugadores se acostumbren a la interacción con la pantalla táctil y el panel trasero. Hacemos gran hincapié en esto porque no es una mera inclusión anecdótica como en otros títulos, sino que se integra de manera natural en el ecosistema jugable de LittleBigPlanet. No podemos dejar pasar la oportunidad de jugar (y crear) niveles con la consola en vertical, para aprovechar al máximo la pantalla en juegos que prefieran utilizar esta orientación del formato.
En las versiones anteriores de LittleBigPlanet Vita que probamos antes del lanzamiento final experimentamos, sobre todo en zonas puntuales, un pequeño retraso al usar la pantalla táctil. Este retraso es ahora casi imperceptible, y si bien la respuesta no es tan inmediata como con los botones, no supondrá ninguna barrera infranqueable o un problema colosal para la inmensa mayoría de los jugadores. Para aquellos que tienen más problemas a la hora de ubicar la posición de su dedo al usar el panel trasero, el juego pone en pantalla un pequeño indicador para que conozcamos la posición de éste en todo momento. Salvo alguna complicación puntual, la jugabilidad de LittleBigPlanet Vita es impecable en todos sus aspectos, algo de agradecer en un título donde las creaciones ajenas se suceden ofreciéndonos innumerables aventuras a las que nos tendremos que enfrentar en la mayoría de ocasiones con la misma configuración de control.
Explorando melodías
LittleBigPlanet siempre ha contado con una banda sonora bastante variada y variopinta, con algunos temas que parecen fuera de lugar preo que acaban encajando como anillo al dedo. LittleBigPlanet Vita no es una excepción, y vuelve a retomar melodías clásicas que combina con calidad con nuevas composiciones de la saga. Muchas pistas nos recordarán a las creaciones que Danny Elfman realiza para las películas de Tim Burton (estilo que también está presente en el aspecto visual y en el argumento). Musicalmente, el juego nos dejará marca, con ritmos y acordes que recordaremos y tararearemos mental e involuntariamente durante más de una partida. La extensa biblioteca estará presente como sabéis en el modo creación, donde podremos, además, ajustar las melodías a nuestros niveles.
El título también cuenta con un excelente doblaje al castellano. Bien es cierto que no se requiere una actuación sobrecogedora para un juego de este estilo, pero las voces se mantienen fieles a los actores originales, y se adaptan con gran adecuación a la personalidad de los distintos personajes. El narrador vuelve a repetir, guiando nuestros primeros pasos por los niveles y las opciones de nuestra cápsula. LittleBigPlanet Vita ofrece también subtítulo, por si vamos jugando en el autobús y no nos enteramos bien con el sonido ambiente que no nos perdamos ningún detalle de la historia o los tutoriales. Los efectos de sonido continúan la genialidad de los originales, y poco más podríamos exigirles más allá de que sigan manteniendo el carácter de los primeros episodios de la saga.
¡A crear!
Aquí es donde LittleBigPlanet saca a pasear todas sus armas. Aquí es donde vemos lo que el juego realmente tiene que ofrecer, y cómo miles de usuarios, de manera totalmente desinteresada y altruista invierten su tiempo, imaginación y esfuerzo (además de mucha maña) en crear niveles que, admitámoslo, muchas veces superan a las propias fases originales creadas por Media Molecule (o Tarsier Studios, o Double Eleven) concibieron para el juego. Como las obras de estos artistas casi anónimos no pueden ser material de análisis, centrémonos en las herramientas que LittleBigPlanet Vita, que dicho sea de paso, no son pocas.
Los creadores de los anteriores LittleBigPlanet ya saben cuánto esconden esos pequeños menús del modo creación al que accedemos a través de nuestra luna. En LittleBigPlanet Vita están todos, con la única excepción de algunos como los vinculados al control de movimiento PlayStation Move en LittleBigPlanet 2 para PlayStation 3. Desde las herramientas más sencillas para crear y colocar elementos en el escenario hasta las más complejas para automatizar una serie de procesos han sufrido un ligerísimo rediseño para adaptarse a los controles táctiles. Por suerte, es algo meramente opcional, ya que para la infinita mayoría de las acciones tendremos la posibilidad de utilizar la configuración de nuestra elección. A las herramientas clásicas se añaden ahora las que utilizaremos para ajustar los comandos introducidos a través de la pantalla o el panel trasero táctil.
Tal y como vimos en varios vídeos de la presentación, las características de la consola ahora nos permitirán seleccionar con mayor precisión (salvo que nos tiemble el pulso) la forma de los elementos que queremos integrar en el escenario usando simplemente nuestro dedo, o crear texturas personalizadas con la cámara de PlayStation Vita. Todas estas funciones pueden pedirnos un mínimo de adaptación, y al principio intentar hacer un cero suele resultar en un hermoso chorizo virtual, pero con un poco de práctica acabaremos utilizando nuestra combinación perfecta de botones físicos y gestos táctiles para crear a la velocidad del rayo. Virtualmente, es posible hacer cualquier cosa en LittleBigPlanet Vita, siempre y cuando tengamos paciencia y un poco de habilidad para ponerlo todo en funcionamiento.
El juego eterno
LittleBigPlanet, el original, sigue recibiendo niveles varios años después de su lanzamiento. El ritmo al que los distintos episodios de LittleBigPlanet amplían su catálogo jugable es sobrecogedor, y aunque es cierto que hay mucho nivel que no vale la pena jugar, los niveles dignos de nuestro tiempo son varios miles, sin contar los que están aún por venir. Éste es el punto fuerte de LittleBigPlanet, y la versión de Vita no es una excepción. Adentrarnos en la comunidad de LittleBigPlanet es un camino muchas veces sin retorno, pero un camino que disfrutaremos desde el primer hasta el último momento.
En lo que respecta a la duración del juego en sí, el modo historia y las recreativas, pueden dar muchísimo de sí. En unas seis o siete horas aproximadamente podremos completar la historia y las recreativas (un "mundo" con varias máquinas arcade que ofrecen juegos similares a los que podemos encontrar en la App Store o Google Play), pero si queremos exprimir el juego y conseguir encontrar todos los objetos, completar el juego sin morir, conseguir todas las estrellas en los minijuegos y las recreativas, etcétera, etcétera, entonces podríamos ver cómo la duración se duplica. LittleBigPlanet Vita ofrece muchísimo sin necesidad de recurrir a la comunidad, con muchos niveles que plantearán desafíos de muy distinto tipo.
Si además nos da por crear, el juego puede absorbernos gran cantidad de horas sin que apenas nos demos cuenta. No sabríamos señalar cuántas horas invierte en su luna el creador medio, pero desde luego es uno de los elementos que puede hacer que no soltemos nuestra PlayStation Vita en mucho tiempo. Tampoco podemos olvidar lo que está por llegar. LittleBigPlanet se actualiza con contenidos descargables razonables y totalmente prescindibles para la experiencia, además de otros elementos como el control cruzado que permitirá vivir nuevas experiencias a doble pantalla con PlayStation 3. Y todo esto sin contar las sorpresas que tengan preparadas para nosotros.
Conclusiones
LittleBigPlanet Vita es un título que todo usuario de PlayStation Vita con un mínimo de interés en el concepto de este juego debería adquirir, y aquellos que nunca le han dado una oportunidad a la saga tienen ante ellos un momento inmejorable para hacerlo. LittleBigPlanet Vita hace gala de un gran apartado técnico, acompañado por un diseño artístico casi inmejorable y una promesa de diversión sempiterna. Sabemos que tiene aún un margen de mejora tras ver lo que Media Molecule consiguió en PlayStation 3 con LittleBigPlanet 2, pero sirve para hacernos ver el potencial de la consola portátil, y en especial, de este tipo de juego.
No podemos hacer nada salvo recomendaros LittleBigPlanet Vita, un título que cumple con creces lo que promete, ofrece meses (y años, si queréis) de diversión y que no tiene ningún fallo importante. LittleBigPlanet Vita es, como el mismo juego describe, un lienzo en el que nosotros creamos la obra maestra. Es un concepto que forma una de las comunidades más generosas del sector, y en la que aportando un pequeño granito de arena recibimos una auténtica montaña. Estamos, sin duda alguna, ante un juego que se convertirá en un clásico de PlayStation Vita.