Análisis de Hyperdevotion Noire: Goddess Black Heart (PSVITA, PC)
La trilogía Hyperdimension Neptunia empieza a quedar pequeña para las diosas consoleras, que entre remake/conversión para PS Vita no han dudado sumarse a las secuelas en PlayStation 4 –Victory II- y los spin off, como el musical Producing Perfection –disponible en Occidente desde el verano pasado-, Hyperdevotion Noire: Goddess Black Heart que es el que nos ocupa y la vertiente de acción Hyperdimension Neptunia U que contra todo pronóstico, no es para Wii U.
El juego protagonizado por Noire no se decanta por el rol de turnos y mazmorras como los Neptunia principales, sino que se atreve con el rol táctico. Palabras mayores porque PS Vita no anda escasa en cuanto a calidad del género teniendo dos últimos Disgaea genialmente adaptados y un buen puñado de clásicos si tiramos de compatibilidad con PSP –Tactics Ogre, Final Fantasy Tactics- o PSOne. En esta aventura participa Sting Entertainment, un estudio acostumbrado a juegos de rol en portátil.
Que Noire sustituya a Neptune en el título ya da una pista de una primera diferencia en cuanto a la historia, que esta vez protagoniza la chica que representa a PlayStation y no la habitual de Sega. Las diosas están luchando entre sí –como siempre hacen, por otra parte- en la guerra de consolas cuando Noire consigue dominar todo el mercado. Una victoria de la que estaría orgulloso el mismísimo Ken Kutaragi. Sin embargo, la entrada de una nueva villana trastoca los planes de paz, y las cuatro diosas deberán colaborar para recuperar sus poderes.
Hyperdevotion Noire está plagado de menciones a sagas conocidas -Metal Gear Solid 4, Yakuza, Resident Evil…- y otros títulos, tanto modernos como clásicos, con ataques especiales son también guiños que cualquier jugón reconocerá con un mínimo de cultura de este ocio. Compile Heart no ha cambiado esto con el salto de género y se agradece mucho que sea una de esas pocas historias que celebra a su modo –dobles sentidos, cameos- la popularidad de otros videojuegos.
Puede que al seguidor de los Neptunia el cambio le sea extraño porque se trata de pasar de un género a otro, aunque ambos tengan aspectos roleros. Nosotros lo agradecemos, y mucho más que el experimento fallido, por cómo se enfocó, de Producing Perfection. Así que la base es la típica de los SRPG, con desplazamientos por un mapa de cuadrícula, turnos, afinidades elementales –cada monstruo está clasificado en una tendencia, igual que los ataques y armas-, terrenos de alturas diferentes que afectan al movimiento de algunas clases, contraataques, daño por caídas y variable según la dirección de los golpes. Se puede decir que ha fusilado el sistema de combate de otras series veteranas, y eso es bueno.
Hay mapas genéricos como bosques o fábricas, pero otros son una refrescante muestra de originalidad que los Hyperdimension –Hyperdevotion en este caso- se pueden permitir gracias a esas historias surrealistas y con aire de parodia. No sólo eso, los diseños escogidos son muy interesantes. Cuentan con plataformas móviles, trampas, lásers y otros obstáculos que dan un aspecto mucho más vivo que otros SRPG. Estos mapas dinámicos se complementan con ciertos personajes capaces de saltar y volar que evitan los peligros. ¿Mejor que los escenarios estático? Bueno, existe una razón por la que otros juegos no han incluido tanto ruido para el combate, y es que puede confundir demasiado, o rebajar la parte estratégica a favor de otra un poco más impredecible. No es ni mejor ni peor, es diferente.
El desarrollo por tanto es terreno conocido para los aficionados al rol táctico. Primero se dejan claros los requisitos para la victoria, que sorprendentemente son variados: eliminar a todos los rivales, defensa de un personaje o matar a un solo enemigo. En el turno del usuario movemos los personajes, ejecutamos los comandos –ataques básicos, habilidades, ítems…- y consumidas nuestras acciones llega el turno del enemigo, que hace lo propio. Existen varios estados alterados incluyendo algunos muy curiosos: transformación en 8 bits, en zombi, en tofu… El humor está siempre presente en los Neptunia.
Se ha introducido un nuevo sistema llamado Lily Boost que consiste básicamente en utilizar formaciones –las chicas muy próximas- para dañar más a los rivales y reducir el gasto de las habilidades y ataques especiales. Están involucradas unas secuencias de besos que para explicar el sentido que tiene detrás hay que entender que en japonés la palabra lirio es también yuri, que hace referencia al género lésbico en la literatura y mangas –a veces Compile Heart deja poco a la imaginación-.
Con los puntos que se obtienen por los Lily Boost se ejecutan habilidades especiales y las transformaciones de las CPU. Juntar a tus unidades en la cuadrícula tiene ventajas y desventajas, ya imaginarás que fortalece al grupo pero a cambio son más vulnerables a ataques de área y quedan fácilmente rodeadas. Huelga decir que las cuatro diosas están por encima del poder de otros personajes por cuestiones de historia –el estado HDD-, así que en este aspecto deliberadamente no hay un equilibrio entre las unidades que puedes sacar al mapa.
La parte rolera por la personalización –armaduras, armas- se redondea con la creación de objetos gracias a materiales que encontramos en cofres y de los enemigos derrotados. Estos cofres a veces no están en el recorrido principal y requieren el uso de un ataque elementar, lo que supone que no es válido enviar a cualquier personaje a por la recompensa.
Entre combate y combate asistimos a diálogos que funcionan de manera similar a otros Neptunia, toneladas de texto –en inglés- y retratos un poco animados de las chicas -respiración para mover los pechos, básicamente-. Esta parte casi de novela visual se puede saltar a la torera, claro, pero no querrás hacerlo si vas a disfrutar de su argumento, tan delirante como intrascendente.
Y aquí es cuando entra un pequeño problema, que es un abuso exagerado de conversaciones que muchas veces no lleva a ningún sitio o da excesivos rodeos. No nos malinterpretes, al jugador de la serie le gustará que esta característica se mantenga, la cuestión es que rompe el ritmo de partidas breves que encaja en la perfección con PS Vita –o una portátil- como así vemos en los concisos diálogos de un Disgaea, más llevaderos; la falta de traducción juega un poco en su contra al menos para los hispanohablantes. Es la misma crítica que a Tears to Tiara II: no por abrumar al usuario con más información se hace una historia mejor.
Se agradece que no sea muy necesario repetir combates para avanzar, pero es posible hacerlo si lo deseas –o participar en las opcionales- o para facilitar el avance. Fuera del grueso de jugabilidad hay alguna otra opción como decorar la habitación de Noire y ayudar a la población, que proporciona ilustraciones y eventos exclusivos.
Los gráficos en tiempo real son suficientes para el nivel exigido, y se puede argumentar que están más avanzados que los de Nippon Ichi con su saga estrella –Hyperdevotion Noire usa modelos tridimensionales en los personajes- aunque su nivel artístico no sea tan exquisito. Esta vez las chicas son deformed o cabezonas, no por ello pierden sus sugerentes curvas, mientras que los retratos son del estilo anime. Este es un ejemplo de cómo sin hacer un esfuerzo mucho mayor que el habitual de los Neptunia, al apuntar más bajo en las aspiraciones gráficas la sensación es mejor que en la trilogía de rol con mazmorras –sobre todo en PlayStation 3, donde corren peor que en PS Vita-. El resultado es que Noire no pide más potencia, funciona bien y se ve satisfactoriamente, algo que no todos los juegos de Compile Heart cumplen.
La música está en la línea de la saga y de hecho recicla algunos temas. Hay selector de doblaje en inglés y japonés, con las voces para las protagonistas que hemos escuchado en otros episodios.
Conclusiones
Hyperdevotion Noire: Goddess Black Heart se resume fácilmente: sorpresa, una sorpresa positiva. La trilogía principal de Neptunia tiene sus virtudes –carisma de la historia y heroínas, si es tu tipo de juego-, pero también innegables defectos y es muy difícil que destaque frente a otras aventuras roleras mejor ejecutadas, más originales en la jugabilidad o simplemente, de más calidad.
En cambio el juego de Noire juega en una liga diferente y no queda mal parado si lo comparamos con su competencia. Por supuesto, le falta la frescura y la profundidad de las joyas del género, pero tampoco tanta. Además, trae interesantes giros en el planteamiento de los mapas que como mínimo arriesgan. En definitiva, nos ha parecido el mejor Neptunia de todos y esperamos con más ganas una hipotética secuela.